Guillermo Tomatis, presidente de la Cámara de Gimnasios de Rosario, afirmó que el escenario que está dejando la cuarentena por la pandemia de coronavirus “es dramático, de quiebra. Todo el tiempo nos llegan noticias de gimnasios que están cerrando".
Leonardo Vincenti
Vacío. Así estaba ayer un gimnasio céntrico.
Guillermo Tomatis, presidente de la Cámara de Gimnasios de Rosario, afirmó que el escenario que está dejando la cuarentena por la pandemia de coronavirus “es dramático, de quiebra. Todo el tiempo nos llegan noticias de gimnasios que están cerrando".
Mañana, titulares de gimnasios de la ciudad realizarán desde las 10 una protesta frente al Monumento a la Bandera para pedir la urgente reapertura de esos establecimientos. Los organizadores de la medida, que no integran la Cámara local sino que son autoconvocados, remarcaron que la convocatoria la cumplirán cumpliendo el distanciamiento social y con barbijos.
En declaraciones al programa “El primero de la mañana” de LT8, Tomatis brindó detalles de la difícil situación que atraviesan los gimnasios de la ciudad. “La gran mayoría de los locales vivimos al día. Son muy pocos los que conservan un resto económico. Dos meses y medios sin facturar, significa el cierre directamente”.
“Hicimos un relevamiento de los gimnasios que había en la ciudad. Son alrededor de 200. No sabemos con exactitud cuántos locales cerraron. Pero somos pesimistas y creemos que el 40 por ciento de los establecimientos cerrarán. El panorama es tristísimo y desalentador”.
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Tomatis expresó que la Cámara de Gimnasios trabaja junto al municipio en la confección de un protocolo para una futura reapertura “de la que no hay esperanzas que sea pronto. Estuvimos reunidos con el intendente y la secretaria provincial de Deportes, pero no vemos que tengan interés de tener en cuenta a este rubro para una apertura”.
Al ser consultado cómo se podrían garantizar las medidas de prevención de contagios del virus, Tomatis expresó: “En los supermercados y bancos hay tanta gente como la que puede ir al gimnasio. Nos piden medidas de seguridad como si estuviéramos en Chernobyl. No hay evidencia científica de que a través de la transpiración se transmita el virus. Ningún científico lo dijo. Si nos van a dejar cerrrados porque las autoridades no saben cómo manejar el tema, por lo menos que nos digan cómo nos van a mantener cerrados, cómo nos van a ayudar”.