Un joven de 22 años fue imputado ayer por la muerte del hijo de su pareja, de apenas seis meses. Para los fiscales, golpeó al niño contra una pared, el piso o el marco de una puerta, lo que le provocó un traumatismo encéfalocraneano grave y luego la muerte. También expusieron un contexto de violencia de género al que era sometida la mamá del bebé. Además, solicitaron que el imputado sea sometido a un estudio de ADN para determinar si el bebé era hijo suyo y no de quien lo reconoció legalmente. El juez le dictó prisión preventiva.
Mateo Agustín Amaya tenía seis meses. El domingo, Franco L. (22), su padrastro, lo llevó en moto hasta el Policlínico Eva Perón. El nene estaba inconsciente y tenía la cabeza hinchada. Fue derivado al Hospital Víctor J. Vilela, adonde falleció.
La autopsia reveló que la causa de la muerte había sido un traumatismo encéfalocraneano grave. Por el hecho, fueron detenidos su mamá — que luego recuperó la libertad— y Franco L, quien ayer fue sometido a una audiencia imputativa.
Según la teoría del caso expuesta por los fiscales Georgina Pairola y Adrián Spelta, el domingo Franco, Mateo y su mamá, Aldana, estaban en pasaje Matacos 2030 de Granadero Baigorria. Allí, en una construcción al fondo del terreno, vive Franco. En la casa de adelante vive su abuela.
Pasadas las 9, la mamá de Mateo se fue a bañar a la casa de adelante porque en la de atrás no había agua. Mientras estaba en la ducha escuchó que el bebé lloraba y que después de un rato dejó de hacerlo. Enseguida apareció Franco con Mateo en brazos y le dijo que el nene había dejado de respirar. El muchacho salió a la calle y se subió a la moto de un vecino que lo llevó hasta el hospital.
De acuerdo con los fiscales, en la habitación donde Franco había quedado con el bebé había sólo un colchón, por lo que la única forma de que terminara con un golpe en la cabeza es que lo haya azotado contra la pared, el suelo o el marco de la puerta. De hecho, luego el muchacho reconoció que, tal vez, mientras corría con el bebé en brazos podría haberlo chocado por accidente. Los investigadores no creyeron esa versión y lo imputaron de homicidio simple.
Los fiscales desestimaron una imputación contra Aldana. En la audiencia de ayer describieron un contexto de violencia de género al que era sometida la joven por parte de Franco. Y que esa situación la llevó incluso a no decirle a Franco que el podía llegar a ser el padre del bebé. El padre legal de Mateo habló con los fiscales, y les dijo que cuando Aldana quedó embarazada ella le dijo que no estaba segura de si el padre biológico del nene era él o Franco, pero que si Franco se enteraba de eso la iba "a cagar a palos". Por eso asumió la paternidad.
Ahora el juez ordenó un cotejo de ADN para determinar si Franco es el papá de Mateo. De serlo, su situación podría complicarse, porque la vinculación por paternidad es un agravante para la figura de homicidio.
