Ni superar los máximos de velocidad, ni cruzar el semáforo en rojo; la infracción más sancionada en las calles de Rosario es la invasión de los carriles exclusivos del transporte público o de las sendas para ciclistas. Al menos así lo indican los primeros números que arrojó el flamante sistema de cámaras de vigilancia que se puso en marcha en la cuidad: la mitad de las infracciones labradas fueron a autos o motos particulares que circulaban por estos corredores. Como el sistema está a modo de prueba, las faltas aún no tienen un castigo económico, pero se prevé que se comenzarán a cobrar a fin de mes. La multa por invadir carriles exclusivos irá desde 10 mil hasta 45 mil pesos.
Las primeras cámaras para el control de tránsito comenzaron a instalarse a mediados de junio del año pasado. Actualmente hay más de 40 aparatos en funcionamiento colocados en distintos puntos, fijos y móviles, del centro y las zonas más transitadas de la ciudad.
En total, el sistema contará con 70 aparatos que controlarán faltas como cruce en semáforo en rojo, invasión de senda peatonal, ciclovía, carril exclusivo y giro indebido; y además aportarán al servicio de seguridad, ya que tendrán lectores de patentes con la posibilidad de identificar vehículos con pedido de captura.
El dispositivo de control de tránsito funciona durante las 24 horas, todos los días de la semana. Los aparatos se calibraron para captar tanto las patentes de autos como las de motocicletas. Y mostraron ser efectivas: en la primera etapa del período de prueba, entre el 20 de junio y el 1º de septiembre, se labraron 22 mil fotomultas. Un promedio de 310 por día, unas 13 por hora.
Las más frecuentes
Las primeras cámaras llegaron a los cruces de Córdoba y Ovidio Lagos; 3 de Febrero y Laprida; Maipú y Mendoza; San Lorenzo y España; Pueyrredón y Santa Fe. Todos los puntos de fiscalización están anunciados mediante cartelería llamativa y su ubicación está publicada en la página web del municipio.
Si bien el sistema está funcionando en modo experimental, los radares empezaron a detectar faltas que están siendo remitidas a sus autores por correo electrónico. Todos los viernes en la central de monitoreo se analiza la información de las actas labradas por fotomultas.
De acuerdo a los datos que arroja esa evaluación, el 50 por ciento de las infracciones están relacionadas con la invasión de los carriles exclusivos y bicisendas. La otra mitad se reparte entre excesos de velocidad (30 %) y otras infracciones como cruzar o girar con el semáforo en rojo, no respetar la línea de frenado de la senda peatonal, girar en lugares prohibidos o circular en moto sin casco.
Fuentes del municipio destacan que este ranking no se relaciona con las infracciones más cometidas en la calle, sino con las más captadas y registradas por el sistema en esta primera etapa de funcionamiento. El número, dicen, es sólo un recorte de lo que ocurre en el tránsito, ya que aún no están instaladas todas las cámaras y sólo en algunos sectores de la ciudad.
Y remarcan que en una segunda etapa se podrán incluir otras infracciones, ya que el sistema es dinámico y se ajusta a las necesidades del orden ciudadano.
Las sanciones
Como el sistema aún está funcionado en forma experimental, las faltas detectadas son comunicadas a los dueños de los vehículos, pero aún no tienen una sanción económica. Desde las oficinas del Palacio Municipal estiman que recién a fin de mes o durante las primeras semanas de octubre el sistema estará en plena vigencia y empezarán a cobrarse las multas.
Las sanciones por invadir los carriles del TUP tienen un costo de entre 10 mil y 45 mil pesos, de acuerdo a si el conductor cuenta con infracciones anteriores por la misma falta. Pasar un semáforo en rojo se sanciona con entre 20 mil y 250 mil pesos, por superar la velocidad máxima las multas van entre 25 mil y 250 mil pesos y participar de picadas se castiga con entre 65 mil y 500 mil pesos.
El nuevo Código de Convivencia Ciudadana, en vigencia desde agosto pasado, considera la circulación en carriles exclusivos reservados para vehículos especiales como una falta en materia de seguridad en el tránsito comparable a estacionar de contramano, sobre la acera o en arterias peatonales.
Por los carriles exclusivos pueden circular solamente unidades de transporte público de pasajeros, tanto urbanos como interurbanos; taxis y remises, transporte escolar habilitado y ocupado con pasajeros en servicio y vehículos en situación de emergencia, tales como ambulancias, bomberos o policías.
En las zonas donde existen estos corredores, se encuentra prohibido también girar a la derecha.
Las ciclovías o bicisendas se crearon como carriles exclusivos para bicicletas, pero en diciembre de 2020 se autorizó también (ordenanza 10.110) su uso por otros vehículos agrupados bajo el nombre de "dispositivos de movilidad personal", como patinetas, monopatín eléctrico, monociclo eléctrico, hoverboard (patineta eléctrica) o Segway (monociclo eléctrico).
Las motos quedan excluidas de estos corredores.