"Hay una memoria del horror que nunca sucumbe", dice Vicente Zito Lema. "El acto creador es la respuesta a todo aquello que se nos escapa", dice también, y parece responderle, Luis Felipe Noé. "Memoria del presente 1976-2019" es la muestra recientemente inaugurada en el Espacio Multicultural San Cristóbal, Italia 646, y quien esté puesto a contar lo que allí ocurre dirá que se trata de una exposición que reúne trabajos de ambos: pinturas, serigrafías y esculturas del artista plástico Yuyo Noé, junto a poemas y escritos del dramaturgo y poeta Zito Lema.
La descripción no falta a la verdad; da cuenta, también, de una percepción acotada. Recorrer el hall del espacio expositivo y escuchar el diálogo entre esos trabajos, someterse a los acuerdos y tensiones que se suscitan entre la pintura y la palabra, provoca tristezas, alegrías. Y en paralelo con esas emociones también se enciende a los ojos del visitante una luz de alarma, acaso una necesidad de ponerse en guardia ante el posible retorno de los brujos al escenario de la vida cotidiana de los argentinos: memoria, conciencia y belleza parecen pedir a cada paso un té para tres. Arte y denuncia. Arte y política. Sabemos que Yuyo lleva su vida en ese camino, no porque despierte pensando en denunciarlo todo: la belleza de su obra expresa de esa manera. Además, el visitante de la muestra descubre, sin necesidad de que alguien se lo cuente, que hay décadas de un diálogo fecundo entre ambos artistas.
La temática de la exposición es la memoria del horror, aquel que fue signo y símbolo de la última dictadura militar. Lo particular es que, salvo un par de obras, no hay una remisión directa a aquello que ocurrió, tan lejos tan cerca. En los colores de la hermosura de cada pintura de Yuyo hay una meditación sobre la tragedia, a la vez que una actualización de la misma, llevada de la mano por una "nueva figuración" en todo su esplendor. Y los textos de Zito Lema no son precisamente un anclaje de esos signos inciertos, sino la expansión misma de la incertidumbre. Y con ella, también, del sentido.
De tanta poesía que acarrea y acurruca, "Memoria del presente" está saturada de sentido: palabras y colores hablan en silencio, establecen diálogos y formas a percibir, al tiempo que las discuten: pinturas y palabras hurgan en prohibiciones, enarbolan la eternidad del recuerdo como algo necesario ("Toda la vida se reduce cuando alguien en la noche grita. Mientras otro cierra la ventana" dicen unos versos de Zito Lema puestos al lado de la pintura "Aquí no pasó nada", de Yuyo.
Así, cada instancia de la muestra es un punto de reflexión; allí donde el visitante se pare para que la belleza ascienda y descienda de su alma varias veces en pocos minutos, se abre una puerta inesperada. Queda también otro regusto: la muestra es un candil que se enciende en la oscuridad.
Curada por Natalia Revale y Javier del Olmo, esta exposición fue montada hace unos años en Buenos Aires en un aniversario del golpe de Estado del 76, en un espacio más reducido.
No ha sido el único cambio: también ha pasado el tiempo. Los días y políticas de un nuevo gobierno en Argentina han recorrido el almanaque y sus consecuencias reformularon no sólo el sentido del hacer de algunos artistas, sino la luz misma que irradian sus obras. Es decir, esta misma muestra no dice lo mismo ahora que aquello que decía cuatro años atrás: las obras son las mismas, el sentido que expanden es otro.
Luis Felipe Noé (Buenos Aires, 1933), Yuyo desde chiquito, quizá el más grande plástico argentino contemporáneo, a más de ensayista y escritor, tiene vida y obra signadas por la tragedia nacional; el último capítulo de esa saga es común a tantos otros sobrevivientes: cuando la última dictadura, exilio europeo y regreso. Vicente Zito Lema (Buenos Aires, 1939), poeta, dramaturgo, ensayista, investigador (el mismo que hace tantos años nos diera la posibilidad de conocer la poesía de Jacobo Fijman) lleva las mismas marcas sobre su piel.
Ahora ambos están sentados sobre los sillones ubicados en el hall donde está montada la muestra. Piensan y le imprimen gravedad a los convulsionados tiempos del presente argentino, cavilan sobre los miedos en ciernes de un retorno al pasado. Esos que quizás la muestra, desde su mismo título, quiere ahuyentar: "Estamos en un momento de involución, siento un peligro como nunca lo había sentido después de la última dictadura", afirma Vicente Zito Lema; todo esto que hacemos es en defensa de los vínculos amorosos de una sociedad y estamos hablando de los derechos humanos (?) ¿Qué puedo pensar como docente universitario, como escritor, cuando quien asume el rol más importante de un país, en su primer discurso dice que viene a terminar con el yeite, con la joda de los derechos humanos? Si el que ocupa el rol más importante habla con semejante lenguaje de los derechos humanos, uno se pone en tensión, en precaución, en sospecha, y también renueva los viejos dolores".
Yuyo se saca el sombrero blanco, rasca su barba y dice: "Creo que ese temor es mundial, no sólo en Argentina; hay una derecha que nos recuerda mucho a un fascismo y va creciendo en toda Europa: aquí no es lo mismo, aquí la variante es el neoliberalismo que nos lleva a la catástrofe. Por suerte ese nacionalismo fascista no ha resucitado del todo, pero me temo que, siguiendo la moda internacional, de repente aparezca. Soy un optimista escéptico; necesito ser optimista, pero veo el mundo muy peligroso".
En abril de 2019 la muestra "Memoria del presente" porta esta identidad, la que exhibe y la que refrendan las palabras de sus autores.
Pero también es un ruego; en el poema "Dolor de Ayer, Dolor de Hoy", Vicente Zito Lema dice: "Que la violencia de tanto poder no ciegue nuestros ojos / Ni el pavor de lo padecido clausure la conciencia / Que la voluntad de ternura jamás nos abandone / Y que la paz crezca en nuestros cuerpos / Cuando lo justo y necesario sea el bien de todos / Y reine la belleza que honra la vida".
"Creo que la política está en torno nuestro siempre"
"No creo en el arte político como exclusivo, creo que la política está en torno nuestro siempre; en temas muy especiales nos tocan y reaccionamos. Creo, más que en el arte político, en arte y vida, y todo lo que nos toca", dice Yuyo, a propósito de una consulta sobre las relaciones entre arte y política, siempre refundadas. Viene a su memoria la obra de León Ferrari: "León tiene todos sus grafismos y también sus obras de compromiso político, y sus esculturas metálicas. Ante todo, cuando se es artista se tocan mil abanicos. O Carpani que parece metido en lo político, tiene una serie erótica. Esa idea de asociar lo político como absorbente de un artista no es así", concluye.
"A veces se usa la definición arte político como una forma de descalificar", dice Zito Lema. Un artista toca siempre la amplitud del mundo. La política como construcción fraternal, amorosa, nos desafía siempre, nos pone en tensión, pero puede unir a los seres humanos si son capaces de sentir que en la vida del otro está la propia. Nadie se salva del dolor y de la angustia en soledad".
Días y horario
La exposición "Memoria del presente 1976-2019", que reúne pinturas, serigrafías y esculturas del artista plástico Luis Felipe Noé junto a poemas y escritos del dramaturgo Vicente Zito Lema, puede ser visitada de lunes a viernes, desde las 9 y hasta las 19, en el Espacio Multicultural San Cristóbal, de Italia 646. La muestra estará habilitada hasta el 31 de mayo próximo.