“Hay sectores intolerantes que no terminan de digerir los derechos que hemos conquistado”, señaló Esteban Paulón, director del Instituto de Políticas Públicas para el colectivo LGBT, al analizar los incidentes desatados ayer, cuando unas cuatro personas intentaron evitar el desarrollo del acto por el Día de la Diversidad. En plena pandemia, la tradicional marcha del orgullo se reemplazó por una ceremonia en la plaza San Martin, donde se izó la bandera nacional junto a la bandera arco iris.
Antes del acto, hombres vestidos con uniformes verde oliva intentaron impedirlo con insultos y amenazas. Si bien el momento fue tenso, no aplacó los aplausos de los militantes de organizaciones que promueven políticas de ampliación de derechos para lesbianas, gays, bisexuales y trans, quienes finalmente pudieron izar la bandera multicolor en el mástil de la plaza. Después, durante toda la jornada, agentes de la Guardia Urbana Municipal (GUM) custodiaron la plaza para prevenir incidentes.
Rosario no fue la única ciudad donde la celebración del Día del Orgullo despertó manifestaciones homofóbicas. En Córdoba, donde también se izó la bandera que representa a la diversidad, hubo agresiones que terminaron con una persona detenida.
Paulón recordó que, desde el jueves, cuando el Concejo Municipal aprobó los actos que se desarrollaron ayer, empezaron a circular por las redes convocatorias que instaban a “impedir” el izamiento de la bandera que representa a la diversidad.
“Vemos estos actos como expresiones de intolerancia que muestran que algunos sectores sociales no terminan de digerir lo que la mayoría de la sociedad argentina, a través de sus representantes, hemos construido: una cultura de la visibilidad y de la inclusión para todo el colectivo LGBT”, sostuvo Paulón y enmarcó estas manifestaciones en “los retrocesos en materia de derechos que se están viendo en países de la región como Brasil, Bolivia o Chile”.
Aunque de todas formas, apuntó, que “se trató de un grupo minoritario” que no enturbió la celebración de un día festivo y de visibilización del colectivo LGBT.
El acto en la plaza San Martín estaba ayer previsto para las 10. Minutos antes, cuando fueron llegando al espacio verde frente a la sede local de Gobernación, los primeros militantes se encontraron con dos hombres vestidos con uniformes verde oliva que quisieron impedir el izamiento de la bandera nacional junto a la de la diversidad.
El historiador y referente rosarino de la militancia por la diversidad, Guillermo Lovagnini, fue uno de los primeros en llegar y rápidamente fue interpelado. “Fue muy desagradable. En los años de activismo que tengo, nunca hubo algo así. Nos impidieron subir la bandera del arco iris mencionando una ley nacional. Nosotros les dijimos que teníamos autorización del Concejo, que en definitiva es el pueblo de Rosario a través de sus representantes”, sostuvo el titular de la Asociación Civil Vox.
Lovagnini contó que, entre otras cosas, las personas (quienes nunca quisieron identificarse), les dijeron que la bandera de la diversidad era “un trapo” y que “si viene Belgrano los sablea a todos”. “Lo que hicieron es una actitud fascista, porque lo nuestro era expresarnos bajo la bandera de la libertad. Y Manuel Belgrano fue un amante de la libertad y de los derechos de las mujeres”, destacó Lovagnini.
La llegada de autoridades municipales permitió aliviar la tensión y la realización del acto. De todas formas, agentes de la GUM permanecieron custodiando la plaza durante toda la jornada.
El Día Internacional del Orgullo LGBT se conmemora el 28 de junio como una jornada de visibilización y reclamo por los derechos de ese colectivo. Evoca los sucesos de 1969, en Nueva York, cuando la policía allanó y reprimió a los clientes del bar Stonewall Inn, donde se reunía la comunidad homosexual, lo que originó masivas marchas de protesta en gran parte del país.