Desde hace unos días se registran en la delegación local de Sanidad de Frontera (ex Aduana) largas colas de personas que tienen previsto viajar a Brasil y que, por eso, pretenden colocarse la vacuna contra la fiebre amarilla. Los responsables de las áreas de Salud de la provincia y la Municipalidad anunciaron ayer que no se incrementará la cantidad de centros de aplicación, que en Rosario son cinco y, en toda Santa Fe, 29. "No hay problemas con la provisión de las vacunas, pero sí hay que dejar en claro que es una vacuna indicada específicamente para determinadas circunstancias y para determinadas personas. No todo el que viaja a Brasil la necesita. Si no, lo que hacemos es generar una demanda que no corresponde", dijo la ministra de Salud de la provincia, Andrea Uboldi.
En Rosario, los lugares a los que hay que acercarse para la aplicación de la vacuna contra la fiebre amarilla son la delegación de Sanidad de Frontera (avenida Belgrano 863) y los hospitales Provincial, de Niños Víctor J. Vilela, Carrasco y Centenario.
En total, a lo largo de todo el territorio provincial, los centros son 29. En lo que va de enero, en Santa Fe se colocaron más de 7.700 vacunas contra la fiebre amarilla. Además, hay 15 mil dosis distribuidas en todos los centros de salud y hay otras tantas en depósito, todas provistas por Nación.
Con estos datos, desde la cantera de Salud provincial y municipal remarcaron que no hay faltantes de la vacuna. "Lo que estamos haciendo es reforzar los criterios de aplicación, porque en estos escenarios a veces se genera ansiedad y, por la falta de planificación, la gente acude a los vacunatorios en los días previos a irse de viaje", dijo el secretario de Salud de Rosario, Leonardo Caruana.
El funcionario remarcó la importancia de "hacer una valoración del criterio de vacunación para seguir haciendo un uso racional de este recurso, porque no es inocuo: tiene indicaciones precisas".
En este sentido, Uboldi, Caruana y el director de Epidemiología provincial, Julio Befani, explicaron que para evitar que se generen colas innecesarias en los centros de vacunación se convocó a equipos de epidemiólogos para hablar con las personas que están formadas y revisar caso por caso si corresponde o no aplicar la vacuna.
Lo fundamental
Para ingresar a Brasil no se exige el certificado de vacunación. Sí se recomienda para algunos destinos: los estados de Río de Janeiro, San Pablo y Mato Grosso, que es una zona selvática en la que el viajes está expuesto a varias enfermedades.
Para el resto de los destinos no se recomienda la aplicación de la vacuna. Tampoco si algunos de los lugares donde se registran casos se utilizan para hacer escalas para llegar a otros destinos.
Si faltan menos de 10 días para el viaje, la colocación de la vacuna no se recomienda. "Es una vacuna que necesita 10 o 15 días para producir anticuerpos. Si falta menos de eso para el viaje, la vacunación está contraindicada y además puede generar cuadros pseudogripales", explicó la ministra Uboldi.
Hay grupos de riesgo que no deben vacunarse: menores de 6 meses, mayores de 60, inmunodeprimidos y embarazadas. "Las vacunas se producen con virus vivos atenuados. Es decir, se inyecta un virus menos potente que no llega a enfermas para generar anticuerpos. Si no tengo bien las defensas, hay más riesgo de contraer la enfermedad por la vacuna que por la picadura de un mosquito", detalló Uboldi.
Además, los funcionarios remarcaron que la fiebre amarilla es transmitida por el mosquito Aedes aegypti, el mismo que transmite los virus del dengue, el zika y la chikungunya. Por eso se recomienda en la zona de riesgo utilizar repelentes, mangas largas dormir en espacios con mosquiteros y aire acondicionado y no utilizar perfume.
Anoche, las primeras de la fila
El primer indicio de las largas colas que se forman frente a Sanidad de Frontera, la repartición nacional donde se aplica la vacuna contra la fiebre amarilla, quedó en evidencia anoche. Cerca de las 20, Eugenia, que viajará a Brasil el 7 de febrero, concurrió con su madre para no quedar fuera del cupo de inoculaciones y asegurarse la atención. Ambas fueron preparadas para la espera de 15 horas.