La mitad de los ingresos al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) por heridas con arma de fuego, ya son “multibaleados”, es decir que se trata de pacientes que recibieron no uno, sino varios impactos. Así, por su estado crítico se requieren redoblar esfuerzos por parte de todo el personal del centro asistencial. “Hoy en día existe una complejidad en cada caso, que compromete y exige a muchas áreas y profesionales, desde cirujanos, anestesistas, especialistas y enfermeras, hasta el banco de sangre”, admitió el titular del hospital, Jorge Bitar. Un fenómeno en ascenso empujado por una violencia callejera, cada vez más sanguinaria.
El total de ingresos por heridos por arma de fuego se mantiene estable en el último trienio. Así lo reflejan las estadísticas oficiales del Heca. De enero a julio (dato actualizado al lunes pasado), la cifra oscila entre los 34 y los 40 mensuales.
Pero lo notable es que al desglosar la composición de los ingresos y discriminarse entre un herido de una sola bala y el resto, se percibe que para el mismo período los “multibaleados” empiezan a componer más de la mitad del total.
Por ejemplo, en febrero del año en curso, ingresaron 10 pacientes con un solo proyectil en el cuerpo, pero se agregaron 18 con varios impactos. En marzo, hubo 29 con una sola bala y 19 con varios proyectiles.
En abril hubo 33 heridos con una sola bala, y 16 con varias; en mayo 20 y 10 ; junio nuevamente la mitad de multibaleados; y hasta el lunes pasado ingresaron 14 con una sola bala y 16 con varios disparos. Desde hace al menos una década llegan al hospital anualmente más de 500 baleados que requieren atención inmediata.
“Como se aprecia en la estadística, no existe un salto significativo en el número de baleados (salvo entre 2013 y 2014 tras la muerte del Claudio Pájaro Cantero cuando hubo un salto exponencial), es decir que se mantiene estable en los últimos años. Pero llamativamente son muchos más los casos de pacientes complejos. Antes llegaban con uno o dos tiros a lo sumo. Ahora llegan personas con 6 a 9 tiros, y su cuadro es de mayor gravedad y por ende de extrema complejidad”, indicó Bitar.
Mayor exigencia
La subdirectora también aportó su lectura de los casos que llegan a diario al hospital. “Son pacientes con lesiones mucho más complejas. Años atrás entraban con heridas por arma de fuego de un impacto en los miembros inferiores o en abdomen; lo que se ve ahora en la calle son balaceras múltiples con más de 10 impactos con varias lesiones en los pacientes que llegan con vida al hospital”, indicó Andrea Becceruchi.
La funcionaria destacó que estos casos requieren múltiples cirugías, sostén y reanimación muy prologada en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) y varios equipos resolviendo situaciones.
“De modo que se exige la presencia y el trabajo de cirujanos generales, vasculares, traumatólogos y neurocirujanos en los casos de compromiso neurológico. A su vez, se necesita tener muy activo el banco de sangre, porque con pacientes así de lesionados el consumo de sangre es muy alto”, ahondó.
Pero la situación no culmina tras una labor exigente en los quirófanos del Heca. Luego hay que hacer un seguimiento en el sector de camas críticas donde la capacidad es finita. “Y a su vez, estos pacientes requieren cirugías en varias etapas”, agregó Becceruchi.
Tales fueron los casos más resonantes: uno de ellos es el del agente policial Gabriel Sanabria, quien sufrió 10 impactos en un control vehicular y estuvo en una situación hipercrítica hasta que logró estabilizarse y recibió el alta médica del Heca la semana pasada. Ahora, la angustia y la expectativa está puesta sobre la evolución de Virginia Ferreira, la profesora de danzas árabes que recibió múltiples impactos cuando esperaba el colectivo en la plaza Walsh, de Isola y Maestras Argentinas, en zona sur.
También, la joven debió ser reoperada el lunes, tras una primera intervención el fin de semana. Y por varias horas. Todo se resuelve con el personal altamente capacitado del Heca.
Las autoridades del centro asistencial admiten: “Estamos más exigidos obviamente”. Becceruchi amplía: “También en quirófano aumenta la cantidad de especialistas cirujanos y otros profesionales por cada cirugía. Es todo tan dinámico que se requiere personal muy entrenado las 24 horas los 7 días de la semana. Y con capacidad de reproducir equipos en simultáneo; pero no solo en quirófano. Eso también ocurre en la guardia, UTI, y lo que sostiene la emergencia, como laboratorio, hemoterapia, entre otros ámbitos”.
La ruta del paciente crítico, paso por paso
Para graficar cómo se activan muchas áreas del Heca cuando llega un paciente “multibaleado”, el director del hospital, Jorge Bitar, trazó una línea de trabajo a través del “camino del paciente”.
Al llegar la ambulancia, primero se lo ingresa a la sala de shockroom, donde hay un ecógrafo las 24 horas, sueros de reanimación, monitores, cardiodesfibriladores y terapias para revertir la hipotermia.
Allí existe una capacidad de atención en simultáneo de 6 pacientes, pero en cada hecho se debe higienizar cada espacio. Cada uno hay que movilizarlo, llevarlos al tomógrafo, a los equipos de rayos X portátiles, y donde interviene mucho recurso humano, como camilleros, equipos de cirugía, médicos de guardia y enfermeros calificados.
A su vez se requieren subespecialidades, como los cirujanos vasculares, neurocirujanos y urólogos. Todo ello acompañado de tecnología.
“Cada agente sabe qué hacer, desde los administradores, recepcionistas, vigilancia, higiene, mucamos, enfermería, médicos, bioquímicos, operadores imágenes, bioingeniería, informática y otros agentes”, destacó Bitar.
Una vez estabilizado el paciente, pasa a quirófano donde intervienen instrumentadores, enfermeras, esterilización de equipos, mesas de anestesia y luego el personal que requiera en forma adicional cada caso.
“El rol del Heca es ser la referencia en zona sur, y además abrió su capacidad de atención a más de 2 millones de personas a través del helipunto, para recibir pacientes politraumatizados en helicóptero que antes no venían”, subrayó del director.
La inversión en salud pública es incesante, y el Heca hace 15 años que es un faro de este paradigma de la salud en Rosario, en su nuevo emplazamiento.
Su historia es parte de la ciudad. El 2 de julio de 1897, se aprobó el proyecto para su construcción en Mitre y Virasoro. Fue inaugurado el 24 de junio de 1898 y estaba reservado para la atención de mujeres y niños. A mediados de 2007, concluyó la construcción de las nuevas instalaciones. En abril de 2008 se efectuó el traslado de todas las áreas y el personal del hospital al nuevo edificio (Pellegrini y Vera Mujica), con más capacidad y alta tecnología.