Mientras el frío llegó para quedarse y en plena ola polar, en Rosario viven unas 800 personas en situación de calle. Sin embargo, 300 pasan las noches en los refugios municipales y al resto la Intendencia busca llevarlas a otros sitios de ayuda o revincular con sus allegados. Por otro lado, Además, ya se entregaron más de 26 mil viandas desde el inicio del Operativo Invierno, a principios de mayo.
Frente al intenso frío, con temperaturas bajo cero, y una crisis social cada vez más aguda, Rosario dio el puntapié inicial del llamado Operativo Invierno el 9 de mayo, con apoyo del gobierno de Santa Fe y más de 30 organizaciones e instituciones que abordan la problemática en la ciudad. Así, se conformó una red solidaria que despliega grupos humanos para colaborar con personas en situación de calle y en los refugios, además de la asistencia alimentaria.
El inicio de este operativo fue acompañado con la inauguración del refugio de Uriburu y Avellaneda, que completa otros que funcionan desde hace varios años. Primero fue el de Cáritas en el centro de la ciudad, exclusivo para mujeres y sus hijas, más tarde uno en Felipe Moré al 900 y luego en avenida Grandoli al 3400. “Son en total cerca de trescientas plazas que tiene Rosario para las personas en situación de calle, que se complementan con las guardias 24 horas para asistir estos casos y el hogar de tránsito para adultos mayores”, dijo a La Capital Nicolás Gianelloni, secretario de Desarrollo Humano y Hábitat de la Municipalidad.
Si bien el trabajo se refuerza en la temporada invernal, Gianelloni destacó que los operativos se llevan a cabo durante todo el año, pero en épocas en las que el termómetro está por debajo de los cero grados se aplica un operativo integral con la entrega de una ración de comida, vacunación y monitoreo de salud para que este grupo de personas sin hogar no atraviesen situaciones graves de salud.
Además, a casi 50 días del inicio del Operativo Invierno, la Municipalidad de Rosario ya entregó más de 26 mil viandas, que se reparten todas las noches de lunes a viernes en la recorrida que realiza el Centro de Excombatientes de Malvinas en Rosario. No todas las raciones entregadas, más de 700 por salida, las reciben personas en situación de calle, aseguran los organizadores. "Mucha gente tiene una necesidad alimentaria y eso está creciendo”, planteó el funcionario e indicó que el incremento de viandas entregadas ronda el 30%. “La verdad que la situación es compleja y se van sumando familias, muchos jubilados”, completó Gianelloni.
Las calles de Rosario
Si bien el municipio tiene contabilizadas 300 plazas en sus refugios, el número de personas en situación de calle asciende a 800. Este número es reconocido por Gianelloni, quien analizó: “El monitoreo que hacemos a diario, con la cantidad de contactos de los vecinos, nos indica este número. Es estimativo y muy variable porque parte de esta población puede rearmar su situación rápidamente y consigue un lugar donde alojarse o la revinculamos con las familias”.
"Quizás para una población como la de Rosario pareciera un número menor, pero esta gente está en una situación extrema de gravedad y la tenemos que ayudar”, agregó el secretario de Desarrollo Humano y Hábitat de Rosario.
El operativo invierno continuará hasta septiembre y los rosarinos que detecten una situación de vulnerabilidad se pueden comunicar con la Municipalidad a través de Munibot, el 147 o la página rosario.gob.ar. “Tenemos un equipo que entrevista a la gente y analiza los casos crónicos. Nosotros insistimos a esta población para que vaya a los refugios, que coma, se pueda bañar y al otro día desayunar”, explicó Gianelloni.
Más allá de la noche
Además de ofrecer refugio para 300 personas, en cada uno de los lugares que la Municipalidad tiene a disposición para las personas en situación de calle hay una grilla de capacitaciones en oficios, que se dictan durante toda la jornada.
También quienes asisten tienen la oportunidad de inscribirse en un Eempa, es decir, escuela para adultos. El municipio, además, tiene a disposición asistencia psicológica y jurídica con el objetivo de que el refugio no sólo sea un lugar para dormir mejor y resguardarse del frío, sino un espacio que abra puertas para un futuro mejor, que no sea en la calle.
El trabajo caso por caso es fundamental. Primero ofreciendo un programa de oficios y de inserción laboral para darles paso a los dispositivos de salud mental y tratamientos, en muchos casos, con situaciones de adicciones.
“No hay nadie que esté en la calle, que no tenga alguna red familiar, comunitaria, que lo pueda sostener si esa persona se equilibra y trata de hacer algún tratamiento”, aseguró Gianelloni y remarcó que en 2024 se logró que 400 personas en situación de calle reviertan su situación y “salgan” de allí para llegar a un hogar. “Es un trabajo muy difícil de cuantificar, casi artesanal, porque se hace con cada situación que aparece en la ciudad”, remarcó Gianelloni.