En cada ciudad de la Argentina, este martes 26 de marzo se iluminarán de color violeta 60 monumentos para difundir información y llamar la atención sobre la epilepsia, que afecta a unas 300 mil personas en todo el país, niños, adolescentes y adultos.
En Rosario, el Monumento Nacional a la Bandera es el sitio histórico emblemático que fue elegido para esta acción a la que se suma el Concejo Municipal. La Legislatura de la provincia, los edificios de los municipios de Roldán y de Rafaela son algunos de los espacios que serán parte de la conmemoración de este día.
La epilepsia es un trastorno cerebral en el cual una persona suele tener convulsiones repetidas durante un tiempo. Las convulsiones son episodios de actividad descontrolada y anormal de las neuronas que puede causar cambios en la atención o el comportamiento como movimientos corporales. En algunos casos son muy visibles y llamativas y en otros más leves.
Es fundamental la consulta precoz con el médico especialista para controlarla. En las últimas décadas los avances han sido notables pero aun quedan personas sin el diagnóstico o terapias adecuadas.
Daniela Krichak, de Mundo Epilepsia, de Rosario, dijo a este diario que la epilepsia "no distingue edad, género ni situación social" y agregó: "En el país tenemos una ley que busca proteger los derechos de los pacientes y que proscribe todo acto de discriminación. A su vez protege a quien tiene este problema, y destaca que tener epilepsia no es impedimento para su integración social, laboral. Los derechos aseguran el acceso médico y a la educación".
La jornada del 26 es promovida por la Alianza de Organizaciones de Epilepsia de todo el mundo.
En Santa Fe las entidades son: Mundo Epilepsia, Corazones Púrpuras de Roldán (Sandra Kennes y Patricia Bustos) y Fundhemi, a cargo de María Marta Bertone.
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Signos de alarma vinculados a la epilepsia
Aunque pueden aparecer en cualquier momento a lo largo de la vida, las convulsiones son más frecuentes en la infancia.
Hay dos tipos de crisis epilépticas, las generalizadas donde las descargas afectan a ambos hemisferios y las crisis focales donde la descarga se inicia en un lugar particular del cerebro. Las crisis aparecen de forma inesperada.
Aunque no resulta fácil, ante un evento, es necesario mantener la calma, llamar al servicio de emergencia. Luego de la crisis el niño, joven o adulto puede estar cansado, confundido, ausente o presentar dolores de cabeza.
Los tratamientos logran en muchos casos la cura o control casi total de las crisis en, aproximadamente, un 80% de las personas.
Alrededor del 20 al 30% de los pacientes no van a poder controlar esas crisis uno o más fármacos. Estas son las denominadas epilepsias refractarias que tienen opciones quirúrgicas, dietas específicas o neuroestimulación. Es clave que el paciente tenga un seguimiento profesional especializado y un equipo multidisciplinario que lo atienda.
El descanso, el ejercicio de manera segura, la adherencia al tratamiento y los controles, minimizar los niveles de estrés, permiten a los pacientes, en su mayoría, llevar una vida normal.