Si bien el turismo de reuniones sufre cada vez que recrudece la violencia narco, la crisis de seguridad en Rosario aún no muestra un impacto medible en la actividad. Al ser eventos que se planifican con mucha antelación, por el momento no se registran cancelaciones, y lo programado sigue en pie, entre ellos dos congresos médicos muy grandes con casi 8.000 inscriptos. Al igual que pasó el año pasado con el tiroteo al supermercado del suegro de Lionel Messi, el efecto podría verse de acá a unos meses, si es que el organizador que estaba buscando llevar a cabo alguna convención, lo piensa dos veces y cambia de sede.
"No ha habido grandes cambios en la agenda, los eventos que se confirmaron el año pasado o en los últimos seis meses no tuvieron cancelaciones. Quizás pudo haber una reprogramación, encuentros pagos sobre los que el cliente decide que sean más adelante porque tiene miedo de que la convocatoria sea menor. Pero la ciudad no lo pierde, solo se corre", explicó Sergio Giménez, presidente de Rosario Convention & Visitors Bureau.
El referente explicó que "muchos de los predios de Rosario están en el sector céntrico y está garantizada la seguridad. La llegada, el acceso, el recorrido desde el aeropuerto, son por corredores seguros y no hay problemas. El que quiera hacer un evento a futuro seguramente va a consultar, es natural. Cualquiera lo haría", apuntó. Sin embargo, la presencia mediática intensiva de la ciudad en los canales de noticias porteños no ayuda; los visitantes sienten que llegan a un lugar complicado.
Donde sí se pudo notar una merma importante fue en una actividad que tuvo lugar esta semana, justo cuando Rosario entró en el ojo de la tormenta del terror. Los organizadores del 7º Congreso Latinoamericano de Antropología que se celebró en la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR del 11 al 15 de marzo estimaban hace unos meses que llegarían unos 3.500 asistentes, la mitad extranjeros. Finalmente hubo 800 inscriptos y entre el 20% y el 30% de los expositores se bajó por el panorama negro que vive la ciudad.
Gustavo Curto, socio y director en Salones Puerto Norte, también cree que por el momento no hay un traslado visible de ese temor a la organización de eventos futuros, cuya desaceleración obedece a otras causas, especialmente económicas: "Entiendo que está bien marcada la diferencia entre las dos Rosario: una que concentra todos los salones, los hoteles y servicios; y la otra Rosario periférica que es la que hoy está registrando muchos inconvenientes y donde más tiene que actuar las fuerzas policiales", analizó.
En cambio, dijo que actualmente lo que más perjudica a la actividad son "las medidas económicas". Por ejemplo, contó que las instituciones sienten como un riesgo tener que programar un evento un año antes: "Los presidentes no se quieren meter en un problema que después no sepan cómo solucionar, o tengan que poner dinero. Todos toman recaudos al no saber qué costos va a haber en el futuro y qué va a pasar con la inscripción. Eso perjudica un poco el segmento asociativo", admitió.
En cuanto al corporativo, apuntó que hubo un receso de las grandes empresas, de lanzamiento de productos y capacitaciones. "Se retrajo un poco ese mercado de eventos, todo producto de la economía, de las dudas y de la especulación. El mismo Padre Ignacio dijo que está interrumpiendo su Vía Crucis por la misma razón, para que la gente no se endeude con todo lo que tiene que gastar en transporte, no por inseguridad. Quisieron atribuirlo a eso, pero yo lo escuché y fue muy claro en que es por la economía", señaló.
En tanto, los dos grandes eventos de este año siguen adelante en Metropolitano. Uno es el 41º Congreso Nacional de Cardiología de la Federación Argentina de Cardiología a celebrarse en mayo con unos 5.000 inscriptos; y el otro será el 57º Congreso Argentino de Reumatología en octubre, con unos 3.000. "Hasta el momento todo sigue tal cual lo planificado. Y esperemos que así continúe. Creo que es importante transmitir certezas y no sumar inquietudes. Esto le hace muchísimo daño a la ciudad que todos queremos", dijeron desde ese espacio.
Sector clave
El turismo de eventos es una pieza preciada dentro del rubro, tanto desde el sector público y privado, porque representa una cadena de valor muy amplia, que va desde los taxistas, hasta la gastronomía, el entretenimiento, los alojamientos y el comercio de recuerdos y productos regionales. Las mediciones internacionales dicen que por cada dólar que entra de un turista común, un asistente a un evento, pasando dos o tres noches en Rosario y consumiendo, genera entre 3,5 y 5 dólares.
El año pasado, la ciudad vivió también un cimbronazo en el rubro durante el primer semestre, con cifras que marcaban que en mayo aún no se lograba alcanzar el volumen previo a la pandemia, y el índice de actividad todavía se mantenía un 40% por debajo de 2019. Pero en la segunda mitad del año, la industria repuntó con una gran concentración de reuniones de clubes, eventos deportivos y asociaciones científicas, y el 2023 cerró con buenos números.
Por ejemplo, luego de un comienzo de año algo flojo por las circunstancias económicas, la realización de Expoagro en San Nicolás le representó a Rosario una semana completa de ocupación casi total para la actividad hotelera. "Toda esa gente cargó combustible en Rosario, consumió, se alojó, recorrió la ciudad y la zona, y tuvo un impacto enorme", subrayó Giménez.
En ese sentido, el presidente del Bureau referenció que la organización cuya función es captar eventos recibió un espaldarazo de la Secretaría de Turismo de la provincia, tanto en términos económicos como políticos: "El turismo de reuniones es una espada de la ciudad y tiene un potencial enorme mas allá del contexto que estamos viviendo. Los dos bureau de la provincia (Rosario y Santa Fe) tienen planes estratégicos, apoyos institucionales y saben donde ir a buscar eventos", finalizó.