Con la intención de mejorar la calidad del espacio público, el Ejecutivo presentó en el Concejo un proyecto de ordenanza sobre las veredas. Esta propuesta apunta al diseño y tratamiento de las veredas como factores determinantes para mejorar las condiciones del entorno urbano y para promover la movilidad del peatón en la ciudad.
Esta iniciativa se desarrolla en el marco de la revisión del Nuevo Reglamento de Edificación, y tiene entre sus principales objetivos generar veredas más inclusivas.
Para eso, se impulsa el concepto de volumen libre de riesgo, que facilitará el traslado de personas con cualquier tipo de discapacidad, especialmente visual, promoviendo la movilidad personal en condiciones de seguridad, con la mayor independencia y autonomía posibles. La normativa apunta a liberar ese volumen de aire acondicionados, macetas, bancos y cualquier elemento que complique la circulación de un no vidente.
En la misma dirección, se promueve la incorporación de baldosas pododáctiles, que favorecen la orientación de las personas con discapacidad visual.
Otras de las intenciones son aumentar el porcentaje de suelo absorbente, la permeabilidad de la vereda y priorizar la presencia de arbolado público. Asimismo, se proponen distintos tipos de vereda según su ancho y la zona de la ciudad en la que se encuentren, distinguiendo el espacio para circulación, del suelo natural con cobertura vegetal.
En este sentido, además de las “veredas jardín” tradicionales, se proponen las “veredas más verdes”, las que podrán ejecutarse en forma de cazuelas ampliadas para árboles, canteros o jardines de lluvia.
En relación al arbolado público, todas las obras nuevas deberán preservar los ejemplares existentes frente a su lote, así como prever la cazuela para la plantación de nuevos ejemplares, garantizando como mínimo un árbol por frente de parcela.
Enmarcada en el Plan de Infraestructura Verde que promueve la Municipalidad, la idea de este paquete de medidas complementarias, es incorporar veredas más arboladas, con más suelo absorbente, y por eso se incorporan los jardines de lluvia, las cazuelas unificadas, y los canteros ampliados.
La normativa otorga alternativas: en el primer caso incorporar un árbol, en el segundo caso preservar el ejemplar, y en el tercero incorporar suelo absorbente. Y, también, establece el cuidado de los árboles y las veredas en los momentos de obra, para evitar el deterioro de ejemplares durante ese proceso.
“Buscamos una ciudad cada vez más verde, sustentable, caminable e inclusiva, que promueva la integración, los cuidados ambientales, y la circulación peatonal para todas las personas, en cualquier momento de su vida, de modo igualitario”, remarcó Agustina González Cid, secretaria de Planeamiento de la Municipalidad.
Con esta iniciativa legislativa, las autoridades pretenden acentuar la importancia de la figura, la perspectiva y la movilidad del peatón, como ejes centrales del desarrollo de la ciudad. Y destacan que esa prioridad representa uno de los motores más importantes en la transformación urbana que protagoniza Rosario.
Vale destacar que esta propuesta normativa fue previamente analizada de manera conjunta y consensuada en el ámbito de la Comisión Asesora de Planificación Urbana, que está integrada por destacados referentes de la construcción, instituciones y los equipos técnicos municipales.
Y, en este caso, teniendo en cuenta la importancia de esta temática urbana, pensando en veredas transitables para todos, se sumaron representantes de la Dirección de Discapacidad de la Municipalidad.
“Las veredas simbolizan parte de lo más valioso del espacio público. Y, para respetar y poner en valor esa dirección de gestión, decidimos mejorar la calidad de vida de los rosarinos, con mejores políticas de inclusión y protección”, resaltó la funcionaria.
La secretaria de Planeamiento puntualizó que con esta normativa “apuntamos a veredas más accesibles para todos, de fácil circulación, que permitan el traslado en distintas instancias de la vida, que estén preparadas para personas no videntes, con movilidad reducida, para mayores y también para personas con cochecitos de bebés”.
Además, remarcó que está dirigida a mejorar la señalización, las demarcaciones para personas con discapacidad, la ejecución de rampas, la incorporación de arbolado y de mobiliario urbano. “Según el ancho y la ubicación de la vereda, se incorporan veredas más verdes, para conseguir así mayor cantidad de suelo absorbente, y para reducir la isla urbana de calor”, precisó González Cid.
“Buscamos que cada vez más gente camine para realizar sus actividades cotidianas, promovemos este modo de traslado, donde la vereda y el arbolado cumplen un rol fundamental”, subrayó González Cid.
En ese sentido, la funcionaria resaltó que “todos estos proyectos que estamos impulsando apuntan a mejorar la calidad del espacio público, para hacer una ciudad cada vez más vivible y más sustentable”.