Una mesa de debate sobre "Narrativas tierra adentro" trajo este sábado a la escritora entrerriana Selva Almada a la Feria del Libro Rosario y fue casi una excusa para desplegar esos universos provincianos que la cuentista, narradora, cronista y también autora de un libro de poemas, nacida y criada en la localidad de Villa Elisa, fue construyendo en sus historias. Esos que quedaron plasmados en "Ladrilleros", "El viento que arrasa" -traducida al inglés- y "No es un río", obras que la propia Almada reconoce se convirtieron "accidentalmente" en una trilogía.
Definida en más de una oportunidad como "escritora de provincia" y aunque no reniega de eso y afirma: "Sería una escritora diferente si hubiera nacido en otro lugar", no deja de se señalar: "Me encantaría que podamos hablar de literatura a secas, sin rótulos, sin importar si lo escribiste en Entre Ríos o Chaco, pero lamentablemente cuando decimos Literatura argentina hablamos de la que se hace en el Río de la Plata. Por eso, decir que soy de provincia es reivindicar el lugar desde donde escribo".
- Hace poco estuviste en Rosario en el Festival Salvaje Federal que vos misma impulsaste desde la librería Salvaje Federal y ahora volvés a la primera edición de la Feria del Libro Rosario pospandemia. ¿Qué sensaciones tenés en estos retornos a los espacios presenciales masivos vinculados al libro y a la literatura?
- Tanto la experiencia de la Feria del Libro de de Buenos Aires como el festival que hicimos en Rosario y en Casilda y ahora en esta feria son muchas ganas de volver a lo presencial, la gente adhiere a volver a encontrarse ante la saturación que provocó lo virtual. Algo a favor y que está bueno sostener del tiempo dela virtualidad es que las ferias, aunque sean presenciales, puedan transmitir vía streaming actividades y conferencias de modo que lectores y lectoras de otras ciudades y países puedan seguir las conversaciones.
- En su discurso inaugural Claudia Piñero citó un fragmento de "No es un río" en el marco del reclamo por una ley de humedales. Naciste y te criaste en Entre Ríos y son parte de esos escenarios de tu historia los que están ahora en llamas...
- Hablamos con Claudia unos días antes y me comentó que quería tomar este tema y además citar autores que hablaran de estos paisajes. Yo no viví el problema de los incendios porque hace años me fui de la provincia, pero hay otro tema de larga data en la zona que es el uso indiscriminado y nefasto que se hace de los de agrotóxicos. Entre Ríos es una de la provincias más contaminadas del país, venimos hablando de esto hace muchos años y ahora se suman los incendios. La verdad es que todes esperamos una respuesta del Estado que no termina de involucrarse, o que cuando se involucra lo hace para el lado del mal. Esto es parte de un tema que estamos hablando no solo en Argentina sino en el mundo y es cómo preservamos lo poco que queda del planeta, que lo poco que queda en pie no se destruya y buscar las formas de recuperar lo perdido.
- En ese contexto, Piñero habló de "las urgencias" ¿cuálés son para vos las urgencias?
- Creo que los incendios, los agrotóxicos, la megaminería, todas son violencias que se corresponden con un patrón extractivista que no es más que un patrón machista. El mismo patrón que arrasa, viola y avasalla en la misma lógica. Obviamente hay que elegir cuál batalla arde más y cuál uno elige dar para ir por ese lado, pero está bueno pensar y saber que todas estas urgencias y violencias responden esa misma lógica.
- En referencia al patrón machista, Chicas Muertas, narra justamente femicidios ocurridos en los años 80. Un tipo de violencia que persiste y por el seguimos exigiendo cambios...
- Pienso que es un avance el hecho de que estemos hablando, reclamando y ubicando estos temas como urgencias. Como los incendios, como las otras violencias que hablábamos recién, son problemas estructurales y cultuales que no se resuelven de un día para el otro. Probablemente lleve mucho tiempo superar estas cuestiones si no empiezan a discutirse, a charlarse, a pronunciarnos cada quien desde el lugar que ocupa: quienes escribimos quienes se dedican al arte, las docentes y los docentes desde las escuelas y así cada quien desde su lugar. Porque son temas de los que tenemos que hacernos cargo como comunidad. Si bien es el Estado el que se tiene que ocupar, pero es un problema de todos que tenemos que el poder de reclamar, exigir y denunciar. Y no perder de vista estas urgencias.
- Más de una vez te ubicaron en la escena de la literatura feminista, ¿cómo te ubicás en ese escenario?
- Yo soy feminista y escritora. Y no dejo de serlo cuando escribo y escribo atravesada por las cosas que me importan en mi vida cotidiana, las que me preocupan y me interpelan. Eso aparece en lo que escribo. Lo que no me interesa para nada es una escritura panfletaria, pero claramente los universos que abordamos, los temas que nos importan se filtran y aparecen. A veces aparecen en primer plano, a veces más subterráneos, pero no puedo escribir y dejar de ser feminista. No sé si eso es una literatura feminista. Lo que sé es que soy una feminista que escribe y no lo puede separar.
- Así y todo muchas de las historias que narrás, pienso sobre todo en la trilogía, tienen protagonistas varones y narran universos fuertemente masculinos...
- Que fuera una trilogía fue bastante accidental, pero sí es cierto que en los tres libros se trabajan universos masculinos con sus diferentes complejidades. En general una de las cosas que me motiva a escribir es la curiosidad y las preguntas y lo genial que sucede es que las preguntas abren más preguntas y no se responden; y eso es lo más interesante. Estos universos masculinos siempre me dieron mucha curiosidad: tenía primos y un hermano varón, todo lo que tenía que ver con juegos y excursiones y lecturas que me llamaba la atención tenía que ver más con el mundo masculino que con lo femenino y siempre sentí atracción hacia eso. Después vinieron los cuestionamientos: por qué si soy mujer puedo tal cosa y no tal otra y por qué ser varón te inhabilita para otras. Ya escritora es algo que me gusta abordar y los protagonistas son varones y creo que si tomara la perspectiva de una mujer, me hubiera quedado panfletario. La literatura tiene eso que permite mostrar universos sin estar opinando y es el propio universo el que deja pensando al lector. La lectura está atravesada de la propia experiencia y un mismo libro se lee diferente de acuerdo a quien lo lea y en esos universos que planteo cada quien se siente interpelado de diferente manera.
- Participaste de una mesa en la feria sobre "Narrativas tierra adentro". Cuando hablás de ser una "escritora de provincia", ¿qué es lo que buscás poner en valor?
- Sería una escritora diferente si hubiera nacido en otro lado; por el lugar donde creí y el lenguaje que aprendí. Hace poco hablaba de esto mismo y la verdad es que me encantaría que alguna vez hablemos de literatura a secas, no de literatura feminista o de provincia, solo literatura. Lo mismo pasa cuando decimos literatura argentina, no debería importar si la hacés en Chaco o dónde, aunque las marcas estén. Pero lamentablemente lo hacemos porque cuando hablamos de Literatura argentina hablamos a la que se hace en el Río de la Plata, por eso, para mí, decir que soy de provincia es reivindicar el lugar desde donde escribo.
- ¿Qué escritores de "tierra adentro" estas leyendo?
- Con la librería Salvaje Federal estoy buscando todo el tiempo. Hace poco salió la novela "Tanino" (de Pablo Cruz) ambientanda en uno de los pueblos que quedaron fantasmas en el norte santafesino tras el paso de La Forestal, que arrasó con todo. Es una novela muy linda, pero además redescubrimos autores que se reeditan como Emma Barrandeguy o poetas que habían editado pequeñas tiradas y ahora se vuelven a editar y esto permite redescubrirlos.
- Algo de este trabajo de federalizar la literatura tiene tu trabajo además desde Salvaje Federal, que además de ser una librería, busca justamente impulsar la escritura de las provincias..
- Cierto que el primer impulso fue una librería, pero rápidamente se convirtió en un proyecto de intervención cultural más intenso y más amplio que se está armando. Ya hicimos el festival en Rosario y Casilda, ahora estamos viendo de hacerlo en San Juan, participar de ferias de las provincias y armando justamente en la Feria de Buenos Aires un espacio que fue "Trama federal" con escritores de todo el país. Tenemos montones de proyectos que no alcanza el tiempo para poner en escena todo.