Una bomba lacrimógena fue lanzada en el interior de un supermercado chino de la zona sur en pleno horario comercial, lo que provocó irritación en ojos y vías respiratorias en los pocos clientes que se encontraban allí. Todo indica que el ataque sería una nueva escalada de la mafia china, que suele atemorizar a comerciantes asiáticos que no acatan determinadas "exigencias".
El hecho se produjo la noche del miércoles, poco antes del horario de cierre del supermercado ubicado en Deán Funes al 1600 y hasta ayer no había detenidos.
Las imágenes del local captaron como dos jóvenes llegaron a pie hasta las puertas del local y arrojaron la granada de humo.
Todo sucedió cerca de las 20.40 y cuando aún había unas 5 a 6 personas comprando productos en el negocio de fachada naranja y puertas azules (colores característicos de la zona de Fujián, de donde proviene la mayoría de los ciudadanos chinos a la Argentina). Sin mediar advertencia ni gritos, dos muchachos de unos 20 años pasaron apurando el paso por el frente y arrojaron una bomba de humo con gas lacrimógeno.
El producto se esparció rápidamente por el local, donde también funciona una carnicería y una verdulería. Los efectos se sintieron hasta en el piso superior del supermercado, donde habita una pareja de origen asiático que está a cargo del negocio, que se instaló hace unos seis meses en este barrio próximo a Villa Corrientes (más conocida como villa La Lata).
Recuperados de la sorpresa, los clientes ganaron rápidamente la calle, mientras que los responsables de las distintas áreas sufrieron la irritación ocular y la tos persistente que les provocó el humo.
La empleada que atiende el sector de la fiambrería fue una de las más afectadas y quedó bastante descompuesta.
Con la decena de personas en el exterior, personal de Explosivos de la policía se hizo presente y pudo retirar el artefacto.
La onda expansiva copó las góndolas y el resto de la mercadería.
Toda la escena quedó captada por las cámaras de seguridad del supermercado.
Investigación
Según narraron algunos testigos consultados ayer por La Capital, habría quedo registrada la fisonomía de los autores del ataque. Es más, corrió la versión que serían jóvenes que viven en las cercanías del comercio.
Voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA) indicaron ayer por la tarde que se están realizando los primeros relevamientos de las cámaras y de los testimonios para analizar de dónde pudo provenir el acto intimidatorio.
Incluso, no está claro que pueda ser obra de la mafia china, ya que en otras oportunidades se produjeron amenazas de la "mafia trucha" que, imitando características de los actos hechos entre ciudadanos asiáticos, buscan un provecho propio, al margen de los códigos de esta organización.
Ayer tomó intervención la Policía de Investigaciones (PDI) y, tras las pericias, se enviará el material a una unidad de investigación con un fiscal a cargo. Cuando llegó al comercio La Capital, dos personas de rasgos orientales seguían limpiando los pisos mientras otros se acercaban hasta el local en taxi. Tras el repetir varias veces que no comprendían las preguntas, el grupo se recluyó en los fondos del súper.
Un silencio que intriga, en medio de un hermetismo que quizás las víctimas se atrevan a descifrar.