La Asamblea de Trabajadores de la Salud solicitará a las autoridades un “cierre drástico por 15 días” de la mayoría de las actividades que están permitidas en la actualidad. Entre las propuestas que analizaron anoche se incluyó pedir el cese en la presencialidad escolar, toque de queda a partir de las 20 en las calles rosarinas y la profundización del teletrabajo. “Lo pedimos para frenar muertes evitables, para que nadie se quede sin atención y para que la vacuna le gane la carrera a la pandemia”, expresaron.
Ayer se reunieron vía Zoom en una convocatoria que reeditó los encuentros que este colectivo de agentes sanitarios había mantenido con el pico que se produjo hacia septiembre-octubre en el marco de la primera ola.
Ahora, con números mucho más álgidos y elevados, la preocupación y el pronunciamiento regresó como necesidad.
La asamblea nuclea a unos 150 trabajadores de diferentes niveles de atención, tanto en la salud pública como en la privada. En la previa, se escucharon varios planteos en los que se destacan múltiples conceptos.
“La discusión que hoy debe darse muy en serio la sociedad es si se toman medidas totales (un confinamiento total) o parciales. Ya no queda tiempo para seguir analizando si restringir o no. No es una posibilidad si queremos evitar muertes”, anticipó uno de los participantes.
“La ocupación al máximo de camas críticas es un indicador de algo perdido. Y además de ser alarmante y alta, las que se liberen serán porque en gran medida muchos van a morir. Las camas UTI al límite significan una enorme mortalidad por venir, porque más de la mitad no saldrá vivo de allí”, señaló un profesional.
Otro se sumó: “Hay que intervenir antes para lograr que menos gente se contagie, porque con las nuevas variantes del virus se complicará más todavía. Aunque la tensión ceda, haya más tiempo y recursos. Está estadísticamente comprobado que un porcentaje de estos casos se complica y no sale. Esto es una clara evidencia de que arribamos tarde, muy tarde”.
En un momento se planteó un escenario descripto en tiempo real. “Hoy esto es el borde de la catástrofe. No condice el discurso oficial o el imperante en la sociedad con lo que vivimos en los hospitales. No tenemos camas, se está estudiando el protocolo para elegir a quién intubar. Si no hay medidas drásticas, esto no tiene retorno y no es que en dos semanas salimos rápido, nada parece indicar que vaya a pasar”, apuntó otro participante.
Sin margen por el alto índice de ocupación de camas, los nuevos pacientes, sean Covid o no Covid, tendrán una asistencia distinta en lugares excepcionales de los hospitales.
“Se lo mete al paciente en una camilla pero no es la atención apropiada y tiene malos resultados. Se va a morir mucha gente que podría no morirse si no se toman medidas drásticas”, dijeron.
Para mitigar este escenario, la asamblea evaluó alternativas. Una de ellas es exigir medidas más largas a la semana de restricciones que está en vigencia y resoluciones precoces, que se anticipen a los problemas.
“No dan resultado resoluciones parciales, tardías e inconsistentes, poco claras y con poco acatamiento”, deslizó otra integrante.
Una de las propuestas que se escuchó con firmeza fue plantear que el gobierno adopte medidas “drásticas” por 15 días para frenar la circulación para ponerle un freno a la propagación del Covid.
En el listado se anotaron: cierre de escuelas, toque de queda nocturno desde las 20, más restricciones, límite a las actividades en lugares cerrados, sin llegar al confinamiento, y la profundización del teletrabajo.
“No hay margen de acción. Adentro de los servicios de salud la situación es desesperante, parece que las palabras perdieron significado, porque la muerte por Covid se naturalizó como si fuera una gripe”, señaló otro integrante.
Las consignas que quedaron seguramente se tomarán como dato: reducir 15 días la circulación.
“Con trabajadores de la salud fatigados, estresados, mal remunerados y sin posibilidad de que nos reemplacen, no podremos asistir a quienes lo necesiten”, sentenciaron.