Al menos 55 migrantes murieron tras volcar un tráiler que los trasladaba de manera ilegal por el sur de México y más de un centenar resultaron heridos en uno de los peores accidentes que haya afectado a los migrantes que cruzan el país rumbo a Estados Unidos.
La cifra de muertos subió a 55 luego del fallecimiento de algunos de los heridos en centros de salud del estado sureño de Chiapas, mientras el registro de lesionados se mantiene en 105.
El comandante de la Guardia Nacional, general Luis Rodríguez Bucio, indicó que en el remolque viajaban 166 personas de las cuales 95 son de Guatemala, una de Honduras, una de México, dos de Ecuador, tres de República Dominicana y cuatro sin nacionalidad definida. En el grupo de migrantes iban 19 menores de edad, una de las cuales murió en el accidente.
El hecho ocurrió cuando el camión con remolque, que aparentemente circulaba a exceso de velocidad, se volcó en una curva y golpeó la base de un puente peatonal en una zona cercana a la capital de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez.
El contenedor, un módulo de carga usado normalmente para transportar mercancías con adaptaciones en la parte superior con cuatro huecos para proveer de aire al interior, se rompió por la fuerza del impacto.
El subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía, dijo desconocer el monto que habrían pagado los migrantes para ser trasladados y precisó que ya se tenía ubicado al chofer y los propietarios de las unidades implicadas en el hecho, así como una red de dueños de camiones a movilizar a los extranjeros. Mejía agregó que los migrantes tenían como destino inicial el estado central Puebla y que luego continuarían su ruta hacia el norte.
“Estoy algo inconsciente”, afirmó el guatemalteco Celso Pacheco, intentando recuperarse del shock y mientras a su alrededor cruzaba gente corriendo con heridos en camillas. “Nos agarró la curva y por el peso de las personas nos fuimos todos”, agregó. Pacheco dijo que en el camión había también como una decena de niños.
Varios cuerpos de migrantes quedaron desperdigados por el asfalto mientras otros estaban en el interior de la caja del tráiler, donde algunos supervivientes se desesperaban entre los cadáveres, como un joven atrapado entre los fierros y que esperaba que los rescatistas pudieran sacarlo. De fondo, alguien gritaba “ya no aguanto el dolor”.
Quienes estaban más graves fueron trasladados en ambulancias, patrullas o incluso en camionetas en medio de la desesperación de quienes ayudaban y de los clamaban ayuda.
Uno de los primeros paramédicos que atendieron a las víctimas y que, como otros rescatistas pidió no ser identificado por no estar autorizado a hacer declaraciones públicas, indicó que varios migrantes buscaron refugio en los vecindarios circundantes, ensangrentados o magullados, por miedo a ser detenidos por Migración si se quedaban en el lugar del accidente.
El director de Protección Civil señaló que, según los testimonios de los supervivientes, el vehículo procedía de Comitán de Domínguez, un municipio fronterizo con Guatemala. Es una ruta habitual del tráfico ilegal de migrantes, que son colocados hacinados en las cajas de los camiones y que cruzan así gran parte de México.
Algunos de los supervivientes dijeron que habían pagado entre 2.500 y 3.500 dólares para ser transportados a Puebla desde donde contratarían a nuevos traficantes.