El padre de Alex, Derek Nash, ha explicado a la BBC que no pudieron avisar porque no disponían del contacto y ha recriminado los malos modos de la otra familia, que ha amenazado con llevar esta disputa a los tribunales si no se efectúa el pago. "No es por el dinero, es por la forma en que intenta conseguirlo. No me ha tratado como un ser humano, sino como un niño que tiene que hacer lo que diga", ha lamentado.
Lawrence, por su parte, ha difundido un escueto comunicado en el que ha asegurado que "todos los detalles" necesarios para ponerse en contacto con ella estaban en la invitación. La repercusión de este caso ha llevado al lugar de la fiesta -Plymouth Ski and Snowboard Centre- a desmarcarse de la emisión de la factura y ha subrayado que se trata de "un desencuentro entre padres". La empresa ha reconocido que pide un depósito previo a la fiesta y que, "en el caso extremadamente raro" de que alguien no asista, los padres pueden acceder a otras actividades como "compensación".