Una familia estadounidense dijo que había rechazado a un menor por ser violento y mentalmente instable, pero el gobierno de Moscú está considerando congelar los procesos de adopción de niños rusos por parte de familias estadounidenses.

Una familia estadounidense dijo que había rechazado a un menor por ser violento y mentalmente instable, pero el gobierno de Moscú está considerando congelar los procesos de adopción de niños rusos por parte de familias estadounidenses.
La drástica reacción de Moscú se produjo luego de que un niño de siete años fuera puesto solo en un vuelo de regreso a Rusia por su madre adoptiva en Tennessee, Estados Unidos.
Artyom Savelyev, arribó el jueves a Moscú en un vuelo que había partido de Tennessee, con una carta en la que se describía la razón por la que la familia lo había rechazado.
Supuestamente la madre adoptiva escribió en esa misiva que el niño se había vuelto muy violento y mentalmente instable.
El corresponsal de la BBC en Washington, Steve Kingstone, dijo que el Departamento de Estado de EE.UU. se mostró "muy preocupado" por el caso de Artyom. Según Kingstone, mientras el gobierno ruso está ahora a cargo del niño, la madre adoptiva, Torry Hansen, será interrogada por agentes de la oficina del alguacil de la localidad de Shelbyville, donde reside.
En Moscú, el ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, dijo que el gobierno está considerando congelar temporalmente los procesos de adopción de niños rusos para las familias estadounidenses. A la agencia que realizó los trámites pertinentes se le suspendió la licencia para operar.
La mujer tomó la custodia de Artyom en septiembre pasado, y le dio el nombre adoptivo de Justin Hansen.
La abuela adoptiva del niño, Nancy Hansen, dijo que éste se comportó de forma violenta y con rabia hacia su hija. Agregó que la mujer viajó con él hasta Washington y luego lo montó en un avión con destino a Moscú.
"Pintó un dibujo de nuestra casa en llamas, y le decía a todo el mundo que iba a quemar la casa con nosotros adentro", le dijo la mujer. "Llegó un punto en el que temíamos por nuestra seguridad. Fue horrible", aseguró. l (AP)