La empresa Nike este miércoles anunció la suspensión de ventas en tiendas asociadas de la marca y la interrupción de todas sus sociedades con vendedores minoristas de ese país, dos meses después de haber cerrado temporalmente sus propios comercios debido a la invasión a Ucrania.
La multinacional líder en fabricación de indumentaria y productos deportivos, con sede en Beaverton (Oregon) justificó la decisión por las “dificultades operacionales” en Rusia, aunque la política de la firma es adherir a las sanciones al país tras la determinación de Putin en invadir Ucrania.
La noticia causó impacto en Rusia porque Nike es una de las marcas que predomina en el mercado deportivo a nivel mundial, generando así un nuevo problema para el gobierno de Putin ya que acrecienta el malestar de la sociedad, fundamentalmente en el sector más joven.
Los acuerdos de distribución que tenía la multinacional con sus dos socios comerciales rusos concluirán este jueves, según el diario ruso Vedomosti, lo que llevará a que el grupo Inventive Retail Group (IRG), que gerencia 37 tiendas rusas Up & Run, no disponga de productos Nike, con todo lo que ello implica para su mercado interno.
"Se tomó la decisión de no renovar los acuerdos comerciales o de firmar nuevos acuerdos, incluso con nuestra franquicia Up & Run”, reza el mensaje que la propia Nike le transmitió a la agencia de noticias AFP.
Otras empresas que se fueron de Rusia
Nike se suma así a la cadena estadounidense de cafeterías Starbucks, la que esta semana decidió dejar de operar definitivamente en Rusia, siguiendo a otras multinacionales como la de comida rápida McDonald ‘s, que llegó a un acuerdo para vender su negocio a un empresario local.
Otras empresas extranjeras como la tienda H&M, la automotriz francesa Renault y la cadena sueca de artículos para el hogar Ikea también han abandonado sus actividades en Rusia tras la invasión de Ucrania lanzada el 24 de febrero y las sanciones económicas de potencias occidentales contra Moscú.