Gordon Moore, el cofundador de Intel, el mayor fabricante de microprocesadores, falleció a los 94 años.
Gordon Moore en la época en que comandaba Intel.
Gordon Moore, el cofundador de Intel, el mayor fabricante de microprocesadores, falleció a los 94 años.
Marcó el ritmo vertiginoso del progreso digital con una famosa predicción en 1965 sobre la rapidez con la que aumentarían la capacidad de los microcircuitos o “chips” de las computadoras.
Moore hizo su famosa observación, conocida como “ley de Moore”, tres años antes de que ayudara a fundar Intel en 1968. Apareció entre una serie de artículos sobre el futuro en la revista Electronics. La predicción, que Moore dijo que trazó en papel cuadriculado basándose en lo que había estado sucediendo con los “chips”, decía que la capacidad y complejidad de los circuitos integrados se duplicarían cada año.
La observación de Moore se refería a la duplicación del número de transistores en un semiconductor. Pero a lo largo de los años, se ha aplicado a discos duros, monitores de computadora y otros dispositivos electrónicos, sosteniendo que aproximadamente cada 18 meses una nueva generación de productos deja obsoletos a sus predecesores. Se convirtió en un estándar para el progreso y la innovación de la industria tecnológica. “Es el espíritu humano. Es lo que hizo a Silicon Valley”, dijo en 2005 Carver Mead, un informático del Instituto de Tecnología de California que acuñó el término “ley de Moore” a principios de la década de 1970. Más tarde, Moore se hizo conocido por su filantropía cuando él y su esposa establecieron la Fundación Gordon y Betty Moore, que se enfoca en la conservación ambiental, la ciencia, la atención al paciente y proyectos en el área de San Francisco. Ha donado más de 5 mil millones de dólares a causas benéficas desde su fundación en 2000. “Aquellos de nosotros que hemos conocido y trabajado con Gordon siempre estaremos inspirados por su sabiduría, humildad y generosidad”, dijo el presidente de la fundación, Harvey Fineberg.
El presidente de Intel, Frank Yeary, dijo que “es imposible imaginar el mundo en el que vivimos hoy, con la informática tan esencial para nuestras vidas, sin las contribuciones de Gordon Moore”. Su biógrafo David Brock lo llamó “el pensador y hacedor más importante en la historia de la electrónica de silicio”.
Moore nació en San Francisco el 3 de enero de 1929. Su incursión en los microcircuitos comenzó cuando entró a trabajar para William Shockley, quien en 1956 ganó el Nobel de física por inventar el transistor. Dos años después, Moore y siete colegas abandonaron a Shockley. El grupo plantó la semilla de la cultura disidente de Silicon Valley, en las antípodas de la cultura empresaria de la época. En 1957 crearon Fairchild Semiconductor, una de las primeras empresas en fabricar el circuito integrado, un refinamiento del transistor. Fairchild suministró los chips que se usaron en las primeras computadoras que los astronautas usaron a bordo de las naves espaciales.
En 1968, Moore y Robert Noyce, otro de los ocho ingenieros que abandonaron Shockley, con 500 mil dólares de su bolsillo y el respaldo del capitalista de riesgo Arthur Rock, fundaron Intel, un nombre basado en unir las palabras “integrado” y “electrónica”. El éxito de la empresa es parte de la historia. Pese a la riqueza y el reconocimiento, Moore siguió siendo modesto. En 2005, se refirió a la ley de Moore como “una conjetura afortunada que recibió mucha más publicidad de la que merecía”.
Por Nachi Saieg