Disneyland, el parque temático creado por Walt Disney que funciona en Anahein, California, reabrió el fin de semana pasado, después de largo periodo que pasó cerrado debido a la pandemia de Covid-19. Y, en su regreso a la actividad, trajo una inesperada polémica, por una de sus atracciones más populares: la montaña rusa por la mina de los Siete Enanitos de Blancanieves.
Se trata de "Snow White's Scary Adventure" (La escalofriante aventura de Blancanieves) que, en esta nueva etapa del parque, se rebautizó como "Snow White's Enchanted Wish" (El deseo encantado de Blancanieves). Las novedades incluidas a la atracción recibieron elogios y críticas de parte de los asistentes al parque, la polémica estuvo centrada en el nuevo final del paseo.
Muchos elogiaron la actualización, aunque otros expresaron su descontento. Ahora los visitantes pueden caminar por las escenografías de la película, con un cambio clave: el recorrido, que antes terminaba con la muerte de la Reina Malvada, concluye ahora con el beso del príncipe que le devuelve la vida a Blancanieves (Snowwhite) dormida tras hacer mordido la manzana envenenada.
En la nueva versión, se tomó el final de la clásica película animada de 1937, ganadora del Oscar. Se incluyó el "beso del amor eterno" con el que príncipe logra liberar a Blancanieves del hechizo. Sin embargo, haber incluido esta situación despertó fuertes críticas de los movimientos que defienden los derechos de las mujeres que apuntaron que el no es "consensuado".
Pese a las mejoras en audio, animación y tecnología visual (incluye proyecciones láser y luces LED), algunos han mostrado su indignación por la inclusión del final de la película en la atracción. Según el largometraje, la historia concluye con el beso del Príncipe Azul a Blancanieves con la esperanza de que despierte. Este gesto catalogado de 'beso de amor verdadero' es lo que algunos llaman un acto no consentido.
"Blancanieves está dormida y, por lo tanto, el beso no fue consensuado", fue la polémica lanzada online por dos periodistas de SFGate que revisaron una de las atracciones más antiguas del parque que inauguró el propio Walt Disney en 1955. "No puede ser un beso de amor verdadero si solo una persona, en este caso el príncipe, sabe lo que está pasando", publicó la edición digital del San Francisco Chronicle.
El jugador de los New York Rangers Matt Traynor se sumó a la controversia, y escribió en Twitter: “Blancanieves es un personaje ficticio que vuelve a la vida gracias a un beso de su futuro esposo. Están llevando demasiado lejos esto, y conseguís que los incrédulos piensen que se trata de un problema real”. Los responsables de Disneyland no se pronunciaron sobre las críticas.
El 30 de abril, después de poco más de 13 meses de cierre, Disneyland celebró su segunda gran inauguración desde julio de 1955, habiendo cerrado solo en raras ocasiones y esporádicamente, y nunca durante un período prolongado, en los 65 años anteriores.
Disneyland fue el proyecto más ambicioso de Walt Disney. Se trata de un parque de diversiones gigante inspirado en la obra animada de 1940 “Fantasía”. Tomó los clichés de los parques de diversiones y los convirtió en obras vivas, que están llenas de guiños a la vida cotidiana: la obsesión por el trabajo en un viaje inspirado en “Blancanieves”, o el espíritu de muerte que impregna "Piratas del Caribe" y "La mansión embrujada".