Hannen Nasser, la primera siria refugiada en la provincia de La Pampa, a horas de su llegada a la Argentina, aseguró ayer a la tarde que en su país "trataba de hacer una vida normal, sin pensar que había una guerra" hasta que ya no se sintió a salvo y explicó que en Argentina pretende "aprender más de la fotografía profesional".
"En mi país, trataba de hacer una vida normal, de focalizarme en la fotografía, de visitar amigos que estaban en Turquía, sin pensar que había una guerra. Trataba de sentirme a salvo, pero hubo un momento en el que ya no me sentía a salvo", afirmó a Télam la joven de 24 años, que es fotógrafa y traductora y vivía en Latakia, una provincia costera que da al mar Mediterráneo.
Hannen, que tiene una visa humanitaria, llegó la noche del viernes al aeropuerto de Ezeiza para instalarse en Argentina, donde fue recibida por sus familiares y ayer pasó su primer día en la localidad de Parera, en una casa donde vivirá junto a María Belén Nazer, la prima con la que se contactó a través de Facebook en 2012 y quien le permitió su llegada al país tras ofrecerse como "familia llamante".
La joven recordó que en Siria dejó a sus padres y dos hermanos y "no demasiados amigos porque la mayoría ya se fueron", y además contó que allí se dedicaba "a hacer fotografía y atendía un bar, y hacía una especie de ayudantía en un jardín de infantes donde contaba cuentos a los chicos que asistían al lugar".
Con respecto a las expectativas de su futuro en el país, dijo: "Quiero aprender más de la fotografía profesional y establecerme en un lugar seguro. No puedo decir hoy si me voy a quedar en Parera porque recién llego, pero me encanta el lugar. Quizás me quedaré unos dos años y después tendría que mudarme a una ciudad. Me gusta estar aquí".
Hannen, quien comentó que cuando tenía 10 años su madre le leía libros de Borges, vivirá en una casa humilde, con calle de tierra de Parera, una localidad de 2.500 habitantes, en el norte de la provincia de La Pampa, a unos 250 kilómetros de distancia de la capital, Santa Rosa.
Al referirse a los primeros contactos con María Belén, Hannen recordó, entre risas, las primeras charlas por Skype donde la mujer pampeana le dijo que "era muy simpática, espontánea y linda y que Internet se cortaba todo el tiempo", mientras que sobre Argentina agregó: "Sé varias cosas, las personas me hicieron sentir casi como en mi país. También leí mucho sobre el tango, la ópera, la carne, que es muy buena".
A su vez, María Belén dijo que el arribo de Hannen "fue muy emotiva, pero se nos volvió difícil con la llegada de los medios porque queríamos algo más intimo, entre nosotras, que somos las que vamos a vivir en este pequeño hogar y en esta comunidad. Estamos muy emocionadas, cuando llegó me decía que no llore y sonrió todo el tiempo, ella está feliz".
Por último, la mujer, que comenzó con los pedidos formales para la llegada de la joven a la provincia de La Pampa indicó que "nos cuesta encontrar momentos para estar en familia, hoy tuvimos un almuerzo donde Hannen estuvo normal, como si siempre hubiese estado en casa y eso nos alegra, porque es lo que buscábamos".