Otra característica especial de la "sesión teta" es el volumen de la sala reducido a los decibeles que los bebés pueden escuchar para que no les perjudique. "No solo se ha adaptado el sonido y la temperatura, sino que lo importante además es que durante la película los niños pueden llorar o emitir sonidos, y asimismo las madres pueden levantarse, pasear o entrar y salir las veces que consideren necesario para calmarles", añade Sebastián Herrero.
Las madres y los padres que quieran ir con sus bebés pueden consultar la programación de las películas en la página que se ha creado para informar de la iniciativa en
Facebook y disfrutar de la sesión a un precio reducido de 6 euros frente a los 8,5 euros habituales.