Final feliz: su mamá lo abandonó al nacer y logra reencontrarla en Facebook
"Hijo mío, soy yo, tu mamá. No me odies. Perdoname. Te recordé siempre, nunca me olvidé de vos",
dijo la voz a través del teléfono y lo paralizó a Mauricio, de 23 años, quien a los 7 días de vida
había sido abandonado por su madre, la mujer que ahora lo llamaba.
19 de abril 2010 · 11:16hs
"Hijo mío, soy yo, tu mamá. No me odies. Perdoname. Te recordé siempre, nunca me olvidé de vos",
dijo la voz a través del teléfono y lo paralizó a Mauricio, de 23 años, quien a los 7 días de vida
había sido abandonado por su madre, la mujer que ahora lo llamaba.
El diálogo telefónico tuvo lugar este sábado a la tarde y, minutos después, Mauricio, oriundo de
Córdoba, quien había hechopública su búsqueda a través de Facebook, contó en la red social: "Me
sentí pleno, nunca había experimentado la serenidad del alma. Por fin pude cerrar mi historia",
señala Clarín.
"Lo único que atiné a decirle fue que estaba todo bien y que la perdonaba", sintetizó el joven.
Pasaron 24 horas hasta que, este domigo al mediodía, Mauricio pudo ver a su mamá por primera
vez.
El encuentro tuvo lugar en una plaza del norte de Córdoba. Mauricio fue con su primo, y ella,
con su hermana. Quedaron cara a cara unos segundos, y fue Mauricio quien rompió el silencio: "Puedo
verme en tus ojos".
Entre lágrimas su madre le dio ese abrazo que él había esperado durante años. El encuentro duró
media hora y no sobraron las palabras. "Fue silencio y abrazos", resume Mauricio. Ella le contó que
no había tenido otros hijos, que su padre fue "un accidente" en su vida y que había reconstruido su
vida con otra pareja, agrega Clarín.
Antes del esperado reencuentro, hubo años de búsqueda y millones de preguntas. Tras su perfil
creado en Facebook "Busco a mi mamá", su historia recorrió el país y el mundo.
"Hace una semana pude dar con la señora amiga de mi mamá que la ayudó, se llama Iris. Viajé con
mi tío hacia Villa del Totoral a encontrarme con ella la semana pasada y ahí, empecé a comprender
de dónde vengo", y agrega: "Iris me contactó con una señora que me cuidaba en la clínica. Se llama
Stella Maris y me compraba ropa y medicamentos mientras estuve internado. Es más, quería adoptarme,
pero finalmente no fue así", detalla.
Fue esta señora quien lo mandó hacia un pueblo llamado San Pedro Norte, ubicado a unos 80
kilómetros de Córdoba capital. Mauricio viajó con sus papás y su tío del corazón. "Llegamos al
pueblo y de repente vi una señora mayor caminando con un andador. Te juro que era mi cara; no me
aguanté más y empecé a llorar", expresa Mauricio.
Un rato después, estaba sentado en la mesa con sus abuelos, tíos y primos. "Me contaron que mi
mamá estaba viviendo en Córdoba capital. Les dije que no quería problemas, sólo necesitaba
agradecerle que me dejó nacer".