En una pequeña isla frente a la costa caribeña de Panamá, unas 300 familias están empacando sus pertenencias para hacerle frente a un cambio dramático. Generaciones de gunas que crecieron en Gardi Sugdub con una vida dedicada al mar y al turismo cambiarán eso la próxima semana por la tierra firme del continente.
Se van voluntariamente. O empujados por la fuerza de la naturaleza.
Los Gunas de Gardi Sugdub es la primera de 63 comunidades a lo largo de las costas del Caribe y el Pacífico de Panamá que funcionarios gubernamentales y científicos deberían reubicar debido al aumento del nivel del mar en las próximas décadas.
Hace poco, los residentes indígenas de la isla remaban o salían con motores fuera de borda para pescar. Los niños, algunos con uniformes y otros con coloridos textiles locales llamados “molas”, charlaban mientras caminaban a toda prisa por el laberinto de estrechas calles de tierra de camino a la escuela.
“Estamos un poco tristes, porque vamos a dejar atrás las casas que conocemos de toda la vida, la relación con el mar, donde pescamos, donde nos bañamos y donde vienen los turistas, pero el mar está hundiendo la isla poco a poco”, dijo Nadín Morales, de 24 años, quien se preparaba para mudarse con su madre, su tío y su novio.
Un funcionario del Ministerio de Vivienda de Panamá dijo que algunas personas han decidido quedarse en la isla hasta que ya no sea segura. Las autoridades no los obligarán a irse, dijo el funcionario bajo condición de anonimato para discutir el tema.
Gardi Sugdub es una de las 50 islas pobladas del archipiélago del territorio Guna Yala. Tiene sólo unos 366 metros de largo y 137 metros de ancho. Desde arriba es aproximadamente un óvalo espinoso rodeado por docenas de muelles cortos donde los residentes amarran sus botes.
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Cada año, sobre todo cuando los fuertes vientos azotan el mar en noviembre y diciembre, el agua llena las calles y entra en las casas. El cambio climático no sólo está provocando un aumento del nivel del mar, sino que también está calentando los océanos y, por tanto, provocando tormentas más fuertes.
Los Gunas han intentado reforzar el borde de la isla con rocas, pilotes y corales, pero el agua del mar sigue llegando. “Últimamente he visto que el cambio climático ha tenido un impacto importante”, dijo Morales. "Ahora la marea llega a un nivel que no tenía antes y el calor es insoportable".
El gobierno autónomo de los Guna decidió hace dos décadas que debían pensar en abandonar la isla, pero en ese momento fue porque la isla se estaba poblando demasiado. Los efectos del cambio climático aceleraron ese pensamiento, dijo Evelio López, un maestro de 61 años de la isla.
Planea mudarse con familiares al nuevo sitio en el continente que el gobierno desarrolló a un costo de 12 millones de dólares. Las casas de concreto se encuentran en una cuadrícula de calles pavimentadas excavadas en la exuberante selva tropical a poco más de dos kilómetros del puerto, donde un viaje en bote de ocho minutos las lleva a Gardi Sugdub.
Salir de la isla es “un gran desafío, porque más de 200 años de nuestra cultura es del mar, entonces salir de esta isla significa muchas cosas”, dijo López. “Dejando el mar, las actividades económicas que tenemos ahí en la isla, y ahora vamos a estar en tierra firme, en el bosque. Vamos a ver cuál es el resultado a largo plazo”.
El director del programa de monitoreo físico del Instituto Smithsonian en Panamá, Steven Paton, dijo que la próxima medida “es una consecuencia directa del cambio climático a través del aumento del nivel del mar”.
“En promedio, las islas están sólo a medio metro sobre el nivel del mar, y a medida que ese nivel suba, tarde o temprano los gunas tendrán que abandonar todas las islas casi seguramente hacia finales de siglo o antes”.
"Todas las costas del mundo se están viendo afectadas por esto a diferentes velocidades", dijo Paton.
Un estudio reciente de la Dirección de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente de Panamá, con el apoyo de universidades de Panamá y España, estimó que para 2050, Panamá perdería aproximadamente el 2% de su territorio costero debido al aumento del nivel del mar.