En los últimos 10 años el robo de motocicletas a nivel nacional se duplicó mientras que en el mismo período la compra de motos se redujo a la mitad.
En los últimos 10 años el robo de motocicletas a nivel nacional se duplicó mientras que en el mismo período la compra de motos se redujo a la mitad.
En números, entre 2012 y 2021 las unidades de motos denunciadas como robadas pasó de 10.472 en 12 meses (2012) a 20.947 (2021), década durante la cual las inscripciones en los Registros del Automotor bajaron de 686 mil motocicletas (2012) a 395 mil (un descenso del 45%).
Los datos fueron procesados y mostrados por un informe de Infobae en base a números aportados por la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) que se sustentan en las entidades aseguradoras a los sistemas IRIS (Sistema de Control de Fraude) y PrismaNET (Plan Estadístico del Ramo Automotores). Las inscripciones de motos fueron oficializadas por el Registro Nacional de la Propiedad Automotor y publicadas por el Ministerio de Justicia de la Nación.
El crecimiento del 100% de los asaltos de motos en la última década no se repite con otro tipo de vehículos. El robo de autos bajó un 19%; el de camiones, 57%; el de transporte de pasajeros, un 33%, y el de taxis, un 10%, según el informe mencionado.
Los únicos otros dos tipos de vehículos que aumentaron, además de las motos, son las camionetas y los remises, pero en porcentajes mucho menores: 19% y 29% respectivamente.
Con el panorama caliente de Buenos Aires, donde el fin de semana pasado fue asesinado un empresario, Andrés Blaquier en la Panamericana para robarle su moto BMW, el informe Infobae señala que el robo de motos creció a la par de otro fenómeno.
Afirma en ese sentido que el asalto a motociclistas de rodados de altas cilindradas se comete a pesar de lo restringido que es el canal de reventa ilegal.
Esteban Grimalt, especialistas en motos, señala que “el mercado negro” contiene mucho más volumen de las motos comunes porque se venden las partes. Pero en el caso de las motos de alta gama, al ser más exclusivas, “no se venden en el mercado negro” y los asaltantes, “como mucho, pueden hacer un canje entre ellos”.
"Ningún usuario de una moto que vale 45 mil dólares va a ir a Marketplace (popular plataforma de venta de Facebook), donde se venden gran cantidad de cosas robadas”, razona. “A lo sumo, si no consigue algo por la falta de repuestos importados, se lo hace traer de afuera porque tiene recursos”.
Desde el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires coincidieron, ante la consulta de Infobae, en que “es raro que quien compra una moto de alta gama compre repuestos robados, y es muy difícil vender una moto de ese estilo. La mayor cantidad de motos robadas son de bajo valor”.
¿Cuál es el motivo entonces del aumento del robo de motos de alta gama, como la BMW de Blaquier, las Triumph o las Ducati, con un valor de mercado que va de los 20 mil a 60 mil dólares?
La respuesta: su exhibición como un “trofeo” en grupos vinculados al delito para “alardear” y “ganar jerarquía”. Para acceder a ellas, los delincuentes recurren a modalidades cada vez más violentas.
“Te tiran a las piernas; nos están cazando”, graficó Grimalt, quien en su canal de Youtube (EGvideos) recoge testimonios de víctimas.
Blaquier, por ejemplo, cayó al suelo el sábado sobre el final de la tarde en el kilómetro 50 de la Panamericana, por el impacto de un tiro en el pecho. Lo recibió cuando intentó acelerar y escapar de dos motochorros de 18 años que lo venían persiguiendo en una moto marca Benelli. El empresario falleció pocas horas después en un hospital de la localidad de Pilar.
El joven señalado como su asesino, Luciano Jesús González, fue filmado por las cámaras de seguridad y apresado al día siguiente. También fue detenida la joven que lo acompañaba y que habría conducido la moto para ejecutar el robo, Brisa Villarreal.
Grimalt apuntó a otro factor que explicaría el aumento de los asaltos a motociclistas para quedarse con el rodado: la “impunidad” que rodea a este tipo de delitos, especialmente cuando no hay una víctima que pierde la vida o queda malherida.
“Al darse cuenta, el que roba motos chicas, de que no le pasa nada y no tiene ninguna penalidad, va por motos de alta gama”, concluye.
En ese sentido, explicó que cuando la Policía detiene a alguien con una moto robada, la figura legal que le aplica la Justicia es la de encubrimiento de otro delito (el robo) cuyo autor se desconoce, o no se puede probar que sea el que la manejaba.
“Si lo agarran con moto sin documentación, o con pedido de captura, le hacen una causa por encubrimiento y a las dos horas está libre. Le sacan la moto, pero el chorro sale después a buscar otra, si ya sabe que no le va a pasar nada. Se está generando un círculo vicioso”, señala.
Sin embargo, desde el Ministerio de Seguridad bonaerense que conduce Sergio Berni aseguraron que los números “vienen bajando” desde 2019. Según los datos provistos por la propia cartera a Infobae, este delito pasó de 29.170 hechos en 2019, a 25.371 en 2021. A septiembre de este año, los robos de motos en la Provincia suman 18.983. No informaron datos del 2020 por haber sido “un año atípico” por la pandemia.
El ministro Berni quedó en el centro de la polémica por el episodio de Blaquier, y en conferencia de prensa apuntó sus dardos contra la Justicia por no haberlo detenido anteriormente al ladrón pese a sus antecedentes.
El youtuber Esteban Grimalt señala que el aumento de la violencia alrededor de los asaltos es cada vez mayor y que este delito se da principalmente en autopistas y accesos en el Gran Buenos Aires.
“Muchos conductores de motos están saliendo a la calle armados y los ladrones están cada vez más agresivos, quieren anticipar el tiro, antes de que se lo coman ellos. Se te ponen a la par y te tiran a las piernas para que pares o te caigas, y tener tiempo para agarrar la moto y escaparse. Es como si salieran a cazar, para después sacarse una foto con la presa y mostrarla en las redes sociales”.
Según el experto en el mundo de las motos, desde hace un año y medio, la situación empeoró. “Todos los accesos del conurbano hoy son tierra de nadie. No hay controles en ninguno, ni se ven policías, aún siendo lugares muy transitados. Hoy, después de lo que pasó con Blaquier, están las autopistas llenas de policías. Pero tuvo que haber un asesinato. Si no hay un plan de acción real de acá en más, en 10 días van a volver”.