Una serie de muertes de pacientes geriátricos en un hospital de Shangai subraya las peligrosas consecuencias de la obstinada estrategia de China de cero Covid-19 en medio de un brote creciente en la ciudad de 26 millones de habitantes.
Una serie de muertes de pacientes geriátricos en un hospital de Shangai subraya las peligrosas consecuencias de la obstinada estrategia de China de cero Covid-19 en medio de un brote creciente en la ciudad de 26 millones de habitantes.
Varios pacientes han fallecido en el Hospital Geriátrico Donghai de Shangai, dijeron parientes de los enfermos a The Associated Press. Dicen que sus seres queridos no fueron atendidos de manera adecuada luego de que los cuidadores que entraron en contacto con el virus fueron retirados y puestos en cuarentena, de acuerdo con las estrictas normativas sobre la pandemia, con lo que el hospital se fue quedando sin personal.
Los familiares han recurrido a redes sociales para pedir ayuda y respuestas, y exigen ver las imágenes de las cámaras de la instalación después de que el hospital les diera poca o ninguna información.
Las condiciones y muertes en el hospital suponen un fuerte revés para la estrategia de China de adherirse a la política de cero Covid a fin de enfrentar el brote en Shangai, donde la mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas.
Con un enfoque de obligar a los casos positivos y a sus contactos cercanos a permanecer en instalaciones designadas para cuarentena colectiva, los costos de mantener una política de cero Covid podrían estar superando los riesgos de enfermarse.
Muertes
Shen Peiming, de 71 años, fue una de las fallecidas. Murió en el hospital el domingo pasado a la mañana sin ningún pariente a su lado. Un familiar dijo que han estado hablando al hospital a fin de averiguar las circunstancias del fallecimiento de Shen, pero no han recibido una respuesta clara.
“¿Cuántas veces ha habido confinamientos desde 2020? ¿Aún no tienen experiencia para manejar esto?’’, dijo el familiar.
Todo lo que saben es que su médico y el personal de enfermería no estuvieron ahí para cuidar a Shen, que sufría parálisis parcial debido a una embolia. La última asistente de enfermería que la atendía fue puesta en cuarentena por haber tenido contacto cercano con un caso positivo, dijo el pariente, que solicitó el anonimato por temor a represalias. Un empleado que no conocían les llamó para informarles que había fallecido. Posteriormente, el hospital dijo que murió debido a una infección respiratoria.
El hospital tuvo un brote de Covid, dijeron enfermeros a la familia, pero Shen había dado negativo hasta la semana pasada en una prueba diagnóstica.
Las autoridades de Shangai no han informado sobre muertes a causa de este brote, pero ha habido cuestionamientos sobre la confiabilidad de las cifras.
Un funcionario medico municipal, que solicitó el anonimato para hacer declaraciones debido a lo delicado del asunto, dijo que los criterios para confirmar casos y fallecimientos son muy estrictos y susceptibles a la injerencia política.
Se desconoce cuántos pacientes han muerto en el hospital y si alguno falleció de Covid. Las familias dicen que han conversado con otras cuyos parientes también fallecieron.
Un artículo del medio noticioso chino Caixin en el que se describían las muertes y las infecciones fue eliminado poco después de su publicación, al parecer blanco de censura. Las llamadas telefónicas a la oficina principal del Hospital Geriátrico Donghai no fueron respondidas. El gobierno de Shanghái no respondió a una solicitud de comentarios.
La mayoría de los expertos coinciden en que el enfoque chino de “cero Covid’’ tuvo un gran éxito para mantener los decesos al mínimo cuando los medicamentos o las vacunas eran limitados. Pero ahora que las vacunas están ampliamente disponibles en China, y con la aparición de la variante Ómicron, muchos dicen que las autoridades deberían abandonarlo y centrar los recursos médicos en los mayores y más vulnerables.
En su lugar, Shangai ha confinado a sus 26 millones de habitantes y realizó varias rondas de cribados masivos para enfrentar un brote de la Ómicron. La ciudad reportó más de 23.000 nuevos casos, de los cuales 1.015 presentaban síntomas.
“Si es asintomático, ¿qué te va a hacer daño?”, dijo Ray Yip, director fundador de la oficina de los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos en China. “Protejan a las únicas personas que enferman, aquellas con diabetes, obesidad, enfermedades crónicas, mayores”, aconsejó.
La baja tasa de vacunación entre los ancianos sigue siendo preocupante. Solo el 62% de los residentes de Shangai con más de 60 años tienen la pauta completa, según los últimos datos disponibles. Algunos expertos respaldan el enfoque estricto alegando que China necesita elevar esa cifra antes de poder convivir con el virus de forma segura.
Las recomendaciones estadounidenses para los casos asintomáticos, como ocurre en Gran Bretaña, es que se aíslen en sus casas por cinco días. En Shanghái, los trabajadores se afanan en preparar instalaciones temporales en centros de exposiciones y otros lugares para tratar de albergar a todos los que arrojen positivo.
El confinamiento ha perturbado la vida cotidiana y la economía. Muchos residentes, atrapados en sus edificios, tratan de comprar comida a través de apps y hacen pedidos al por mayor con sus vecinos. Algunos de los que están en cuarentena han publicado videos que muestran escenas caóticas de gente corriendo para conseguir comida y de aseos sucios. Otros pidieron medicamentos urgentes para familiares.
Debido a la situación, Estados Unidos dijo el viernes que está permitiendo la salida voluntaria del personal no esencial y de sus familiares de su consulado en Shangai.