Internet sirve para informarse, entretenerse y estudiar, pero eso no quita que el 62% de los
chicos con acceso a la red hayan sufrido malas experiencias navegando.
Según un estudio realizado mediante entrevistas a 2.800 chicos de entre
8 y 17 años y a 7.000 adultos de 14 países por la organización Norton Online Family Report, los
niños que enfrentaron situaciones negativas se sintieron “violados”,
“contrariados”, “asustados”, “molestos”,
“indignados” o “estúpidos”, entre otros calificativos usados por ellos
mismos.
Uno de cada cinco chicos se siente avergonzado, culpable o arrepentido
de alguna de las actividades realizadas cuando navega por internet, según las conclusiones del
informe.
El director de marketing de Norton Ibérica, Javier Ildefonso, explicó
que “el problema de que un niño sienta culpa es que no se lo va a contar a sus padres porque
piensa que lo van a retar”.
Si bien más de la mitad de los menores fueron víctimas de una
experiencia desagradable en la red, sólo el 45% de los padres está enterado del problema sufrido
por su hijo.
El estudio incluye también algunas de las experiencias vividas por los
menores y destaca que el 10% de los entrevistados reconoció que al menos un desconocido había
intentado concretar una cita con ellos a través de la red.
Otro 41% declaró que un desconocido intentó añadirlo como amigo en
alguna red social, un 25% vio imágenes violentas o con desnudos y un 33% que descargó un virus.
Respecto a esta última experiencia, el 77% se siente total o
parcialmente responsable del incidente.
Las otras actividades que los hacen sentirse culpables, según el
informe, son recibir imágenes con contenido sexual (47%), ver imágenes violentas o desnudos (51%) o
responder a una estafa (63%).
“Una de las cosas que más me sorprendió es que los niños realmente
están tomando la responsabilidad y se molestan si le pasa algo en línea”, dijo Lynn Hargrove,
director de soluciones de consumo de Symantec, que vende productos como el software de Norton
antivirus.
Para el caso, puso de ejemplo a un niño de ocho años, quien dijo a los
investigadores que estaba “claramente molesto” con él mismo después de que
accidentalmente viera imágenes sexualmente explícitas. Otro joven se quejó de la naturaleza
sugestiva de gran parte del contenido.
“Me aparecen cinco o seis ventanas emergentes cada pocos segundos,
en algunas de las cuales se me invitaba a chatear sugiriendo que comenzase a quitarme la ropa.
Totalmente repugnante”, dijo Ronak, uno de los entrevistados que se mencionó en el informe.
Muchos de los niños consultados señalaron que desean realmente que sus
padres estén más involucrados en las actividades que realizan a través de la red. Según el estudio,
el 83 por ciento dijo que sigue las reglas familiares para el uso de internet. Y otro 40 por ciento
piensa que es más cuidadoso que sus padres en esa cuestión.
“Esta es la primera generación de niños en línea. Ellos ponen a
prueba a sus padres porque no han tenido experiencias similares en su niñez. De modo que los
adultos deben apoyarse en un diálogo abierto y sincero para poder guiar a sus hijos”, dijo
Hargrove.
Según el estudio internacional, la mayoría de los padres identifica
correctamente las prioridades que tienen sus hijos para las actividades en línea (jugar juegos,
navegar por Internet, hacer los deberes y hablar con sus amigos), pero menos de la mitad de ellos
conoce las posibilidades negativas de la web y del tiempo real que sus hijos pasan navegando en
ella. l (Télam)