El Tribunal de Audiencia de La Pampa dará a conocer este jueves el veredicto del juicio por el crimen del niño Lucio Dupuy, de cinco años, cometido el 26 de noviembre de 2021, en el que los jueces determinarán la autoría y responsabilidad penal de la madre del niño, Magdalena Espósito Valenti; y de su pareja, Abigail Páez; ambas acusadas y detenidas por el asesinato.
Las autoridades en seguridad de la provincia pampeana diagramaron un operativo en los alrededores de los tribunales de Santa Rosa, capital provincial, para evitar los desbordes ya que para la mañana está convocada una marcha en reclamo de justicia.
En la audiencia de cesura que comenzará a las 12 y que se podrá seguir en vivo no estarán presentes las acusadas. Los jueces Alejandra Ongaro, Andrés Olié y Daniel Sáez Zamora resolverán si ambas son “culpables” o “no culpables” del delito de “homicidio calificado y abuso sexual ultrajante”.
La pena tampoco se dará a conocer hoy mismo, sino en una audiencia posterior. Si el tribunal acepta los argumentos del Ministerio Público Fiscal (MPF), la única condena que les corresponderá a las acusadas es la de prisión perpetua, lo que hará irrelevante la segunda parte del juicio de cesura.
En caso de que el Tribunal valorara las pruebas de otra manera, tiene 15 días para dar a conocer la sentencia.
También deberá definir si aceptan la calificación de “crimen de odio” por razones de género, planteado por el abogado querellante, José Mario Aguerrido.
Las acusadas permanecerán alojadas en el Centro de Detención de la provincia de San Luis a la espera de la resolución.
Lucio fue asesinado a golpes en la vivienda de la calle Allan Kardec al 2300 de la ciudad de Santa Rosa, donde residía con su madre y la pareja de ella.
Su mamá, Espósito Valente, fue acusada por los fiscales de los delitos de “abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal, agravado”, “con el concurso de dos personas y aprovechando la convivencia con la víctima menor de 18 años, todo como delito continuado, con ensañamiento y alevosía”.
A Páez, en tanto, el MPF le imputa el “abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal, agravado, en concurso real con homicidio calificado por ensañamiento y alevosía”.
La defensora oficial de Páez, Silvina Blanco Gómez, consideró por su parte que no existió un homicidio agravado sino un homicidio preterintencional, es decir que no tuvo intencionalidad, ya que la imputada -que admitió haberle pegado a Lucio- no buscó asesinarlo.
Por ese motivo, en su alegato, enumeró siete conductas que la imputada ejecutó para evitar la muerte del niño: la práctica de RCP para reanimarlo, su traslado a la posta sanitaria del barrio Atuel, la búsqueda de ayuda en la policía y haberlo llevado al hospital Evita, entre otras.
Declaración
Las dos acusadas declararon durante el juicio, y en ambos casos intentaron minimizar la participación en el hecho.
La madre de Lucio, Magdalena Espósito Valenti, apuntó contra el padre de su hijo, Christian Dupuy, y dijo al declarar en la última jornada del juicio: “Se me critica a mí, pero no al progenitor, porque decirle padre le queda grande. A él se lo justifica cuando la responsabilidad era de los dos. Sin embargo, en todo momento se desentendió de la criatura”.
Durante su declaración, en la que no aceptó preguntas, la mujer de 25 años y quien vivía en Santa Rosa, recordó que esa mañana dejó a su hijo “con vida” al cuidado de su novia para irse a trabajar al Hotel Mercure, del Casino Club de Santa Rosa, y que “al día de hoy” sigue “sin poder creer” lo que le ocurrió.
Afirmó que a su hijo lo “llora en privado” porque es “más humano que hacerlo delante de personas que no lo conocieron” y que dijeron “un montón de cosas” sobre su “supuesto rechazo a la maternidad”.
Antes, el 7 de diciembre último, Abigail Páez, de 28 años, reconoció ante los jueces que golpeó a Lucio y dio detalles de la agresión: “Cuando llegué a la casa, lo vi a Lucio que se estaba mandando un moco. No importa qué, porque no viene al caso. Entonces lo tomé del brazo y le pegué varias pataditas en la cola. Fue todo muy rápido, no sé. Le pegué y no medí donde, la verdad, ni sé por qué tampoco”, contó, al tiempo que comenzó a llorar.
“No le encuentro una explicación todavía. Sé que lo lastimé, me di cuenta en el momento e intenté remediarlo. Luego, lo alcé y lo llevé a la ducha porque pensé que iba a reaccionar. l intentaba hablar, estaba consciente todavía”, agregó.
Luego dijo que vio que el niño “se estaba debilitando o desvaneciendo” por lo que lo tapó con su toallón y lo llevó a su pieza: “Lo senté en la cama y me fui a buscar ropa a su pieza para cambiarlo, lo más rápido posible porque era una situación muy desesperante en la que no sabía cómo reaccionar, ni que hacer para que él se recomponga”, continuó.
Páez contó cómo Lucio perdió el conocimiento: “Cuando voy a buscar ropa para cambiarlo escucho un golpe y cuando vuelvo lo veo que él estaba tirado en el piso, sin reacción. De cara al piso. Ni siquiera había apoyado las manos. Como si estuviese desmayado, no sé. Entonces yo por el mismo temor lo toqué con el pie para ver si reaccionaba y vi que no tenía respuesta de él, entonces me acerqué y lo di vuelta, lo puse boca arriba”, resaltó.
Páez dijo que intentó hacerle RCP, aunque no sabe si lo hizo bien o si pudo haberlo lastimado, tras lo cual lo llevó a la salita médica.