Una vacuna contra el virus del zika podría estar disponible para uso de emergencia antes del fin de 2016, una fecha muy anterior a lo vaticinado por funcionarios de la salud de Estados Unidos. La afirmación la hizo un científico canadiense que ayudó al desarrollo de un prototipo de vacuna que tuvo éxito en el combate contra el ébola, la epidemia que afectó el occidente de Africa y que tuvo en vilo al mundo el año pasado.
Gary Kobinger, que trabaja con un consorcio que desarrolla la vacuna, dijo que la primera etapa de pruebas en humanos podría empezar en agosto. Si la prueba da resultados positivos, la vacuna podría ser aplicada durante una emergencia de salud pública en octubre o noviembre del presente año.
“Lo primero que hay que hacer es estar preparado para lo peor”, manifestó Kobinger. “Esta vacuna es fácil de producir. Se podrían redoblar los esfuerzos para alcanzar niveles muy altos en corto tiempo”.
Según Kobinger, que trabaja en el proyecto de la Universidad Laval en Quebec City, la posible vacuna funciona imitando el virus para desencadenar la acción del sistema inmunológico. “Cuando la enfermedad verdadera penetre, los anticuerpos ya estarán ahí, con el sistema inmunológico preparado, listo para atacar inmediatamente”, explicó. Sin embargo, el científico no especificó cuándo estaría lista para uso general.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró en Ginebra, el jueves, que la propagación del zika es “explosiva” y podría afectar hasta cuatro millones de personas en el continente americano.
Joseph Kim, director ejecutivo de Inovio, una de las farmacéuticas que colabora con el proyecto, expresó que el cronograma para desarrollar la vacuna para fines de año es agresivo pero posible. “Creo que será la primera en ser probada con humanos. Nos parece que somos los punteros en la carrera para desarrollar la vacuna contra el zika”, aseguró en una entrevista.
Varios otros esfuerzos se están llevando a cabo en el desarrollo de una vacuna, pero no vaticinan resultados tan anticipados. En EEUU hay dos perspectivas potenciales para vacunas que podrían iniciar pruebas clínicas en humanos a fin de año, pero no estarían disponibles para uso general en varios años, según los investigadores.
El instituto Butantan, en San Pablo, informó la semana pasada que planea desarrollar una vacuna en tiempo récord, pero su director advirtió que demoraría entre tres y cinco y años.
El zika en Argentina. El ministro de Salud, Jorge Lemus, advirtió ayer que Argentina será receptor de casos importados del virus. El alerta fue manifestado cuando el miércoles se confirmó el primer caso en la ciudad de Buenos Aires, que afecta a una mujer que había viajado a Colombia.
“Tenemos que tener cuidado porque los casos que nos van a venir son importados, porque no tenemos zika autóctono”, afirmó Lemus.
En ese sentido, explicó que “van a venir casos de la gente que está viajando y la desgracia nuestra es que el mosquito está en el país”.
“El año pasado este virus empezó a extenderse e hizo una epidemia explosiva, especialmente en algunas zonas del norte de Brasil y Colombia”, afirmó.
Lemus dijo que en comparación con el dengue el zika tiene una “capacidad expansiva realmente sorprendente” y manifestó que “desde la primera infección puede causar síndromes neurológicos o producir microcefalias, que tienen un daño en la población muy importante”.
Asimismo, destacó que el gobierno nacional implementó una campaña “a nivel nacional, no solamente a nivel local”, pero aclaró que “la única posibilidad que tenemos de prevención es que la gente pase a la acción”.
El ministerio de Salud, en tanto, pidió a las personas que hayan viajado a zonas donde circula el zika, dengue y chikungunya, y presenten algunos de los síntomas asociados a estas enfermedades “hasta dos semanas después de volver, que concurran al médico para tener un diagnóstico”.
En ese sentido, aconsejó no automedicarse ni tomar aspirinas o ibuprofeno.
Los síntomas pueden ser fiebre, dolor de cabeza, muscular y articular, náuseas y erupciones en la piel.
En el caso de chikungunya, el dolor de las articulaciones se manifiesta con mayor intensidad y en la fiebre de zika también puede registrarse conjuntivitis.
La cartera sanitaria destacó la importancia de la detección temprana y afirmó que permite “un tratamiento sin complicaciones e impide la proliferación del virus”.
La persona portadora del virus, informó el ministerio, debe hidratarse, guardar reposo y usar repelente, para que los mosquitos Aedes aegypti no lo piquen y propaguen la enfermedad.