Este miércoles, un proyecto de ley para modificar el huso horario en Argentina obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados. Se trata de una propuesta del exvicepresidente y actual diputado nacional Julio Cobos. Se busca atrasar una hora los relojes.
Actualmente, la Argentina está ubicada en el huso horario -03 GMT, pero, por la incidencia solar, el país debería estar a cuatro horas al oeste del Meridiano de Greenwich. De esta manera, la iniciativa propone que el país adopte el huso horario -04 GMT. Según señaló Cobos, el promotor de la ley, en las provincias vecinas a las cordilleras, como Mendoza, el uso horario podría ser hasta -05 GMT.
El principal argumento de sus promotores es que esta medida haría un uso más eficiente de la luz solar, lo que se traduciría en un significativo ahorro de energía, en medio de un contexto de clara crisis energética.
En otras palabras, la medida permitiría que amanezca una hora más temprano, lo que permitiría que quienes entran a trabajar muy temprano lo hagan cuando ya sea de día. También sería positivo para los niños y adolescentes en etapa escolar, ya que no ingresarían a los establecimientos educativos cuando sea de noche. No obstante, reduciría las horas de luz durante la tarde, cuando la gran mayoría de las personas tienen su rato de ocio. Por este motivo, el proyecto sumó detractores.
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La iniciativa que busca retrasar una hora los relojes, obtuvo media sanción en Diputados. Tuvo sus elogios, pero también sus detractores: ¿De qué trata esta propuesta? ¿Cuáles serían los efectos en la vida cotidiana? ¿Cuáles son sus beneficios y desventajas?
En qué consiste la propuesta del cambio del huso horario
Para empezar, la propuesta sostiene que "la Argentina (actualmente regida bajo el huso horario (-3) se encuentra casi en su totalidad dentro del huso horario -4", y el desfasaje actual con la hora oficial provoca que muchas actividades, como el inicio de clases o la apertura de comercios, se realicen en plena oscuridad.
En ese sentido, el proyecto sostiene que la Argentina, en 1920, se adhirió al sistema internacional de husos horarios con el -4. Sin embargo, en 1969, el país fijó el huso horario en -3, y desde entonces hubo idas y vueltas, con cambios a -2 en verano y la derogación de leyes que intentaron revertir la situación.
Los defensores de la medida se basan en un informe de la doctora Andrea Pattini, directora del Conicet en Mendoza. Sostienen que el desfasaje entre la hora solar y la oficial afecta no solo el consumo eléctrico, sino también el rendimiento escolar de los estudiantes, quienes inician su jornada en plena oscuridad. En esa línea, sostienen que el actual desfasaje puede traer trastornos en el sueño.
Explicado en palabras simples, el cambio del huso horario funcionaría de la siguiente manera: si hoy amaneció a las 7:30 am, y se pone en vigencia la ley, mañana amanecería a las 6:30. Es decir, una hora antes.
Este miércoles, el proyecto de ley de Julio Cobos obtuvo media sanción en la Cámara baja con 151 votos afirmativos, 66 negativos y 8 abstenciones.
Las críticas al cambio del huso horario
Si bien el cambio en el huso horario podría generar un ahorro energético significativo, también recibió diversas críticas. En general, las consideraciones negativas tienen que ver con el hecho de que amanezca más temprano, automáticamente genera que oscurezca más temprano.
Entonces, quedarían menos horas de sol por la tarde, cuando la mayoría de las personas terminó su jornada laboral, sobre todo en invierno.
En otras palabras, el cambio del huso horario "agregaría" horas de luz en un momento donde la mayoría de la sociedad está trabajando o estudiando, y "quitaría" horas de sol durante la tarde, cuando la gente está llevando a cabo sus actividades de ocio.
Además, los detractores del proyecto de ley señalaron que este cambio de uso no es compatible con el "estilo de vida argentino", donde es usual cenar muy tarde. La situación empeoraría durante la estación invernal, ya que oscurecería todavía más temprano.
La necesidad de reglas claras
Por otro lado, otra crítica que se le realizó al proyecto es que propone un horario para invierno y otro para verano, y esto no sería lo más adecuado según la ciencia. "El proyecto plantea modificar el horario en verano e invierno, alternando entre -3 y -4. Esto está mal. El argumento de ahorro energético es incorrecto. Los cambios de horario siempre producen trastornos en el cuerpo y generan más accidentes", expresó el biólogo Diego Golombek, quien es investigador del Conicet e integrante del grupo de investigación el Laboratorio del Tiempo.
"Muchos países que siguen alternando entre horarios de verano e invierno están rediscutiendo el tema para quedarse todo el año en horario estándar, el que les corresponde geográficamente. Nosotros parecemos querer ir en la dirección contraria", siguió el científico, y agregó, en referencia a lo establecido en el proyecto de ley: "Hace tiempo, cuando vimos el proyecto lo advertimos y proveímos evidencia científica de que debíamos estar en el huso horario -4 todo el año. Ahora vemos que no nos prestaron atención, y que nuevamente primó la opinión sobre la ciencia".