El chofer de un camión blindado del que el jueves varios delincuentes robaron 13 sacas con más 15 millones de pesos en la localidad bonaerense de Boulogne, quedó detenido como presunto entregador y coautor del hecho, informaron ayer fuentes policiales y judiciales.
La detención de Diego Ramón Almirón (37) fue ordenada por la Justicia luego de que los investigadores comprobaran que nadie entró al blindado para asaltarlo y que el propio imputado arrancó el vehículo cuando sus compañeros bajaron a realizar una entrega de dinero en un banco.
Además, la policía busca a por lo menos dos cómplices con los que se cree que el chofer planeó el robo y que tendrían en su poder el dinero sustraído.
“Su relato estaba plagado de incongruencias y demostramos con los videos que nadie entró al blindado para amenazarlo, sino que él solo arrancó el camión aprovechando que sus compañeros habían bajado”, dijo a Télam uno de los jefes policiales que trabaja en la pesquisa.
Efectivos policiales de San Isidro allanaron anteanoche el domicilio de Almirón, en la localidad bonaerense de Hurlingham, pero el procedimiento no dio resultados.
La fiscal que dirige la investigación, Laura Capra, le imputa a Almirón un “robo agravado por ser de mercadería en tránsito”, delito penado con gasta diez años de prisión.
El imputado fue trasladado ayer a la fiscalía de Boulogne, para ser indagado, tras pasar la noche en los calabozos de la CDI de San Isidro.
La fiscal y los detectives de la CDI comenzaron a sospechar del chofer cuando notaron varias contradicciones entre el relato que él había dado y el de sus tres compañeros que habían bajado del camión de caudales.
En una primera instancia, Almirón dijo que él, alrededor de las 8.45 del jueves él estacionó el camión de caudales, interno 023, patente TQM 680 de la empresa Loomis, frente al banco Piano de calle Antonio Sáenz 2170.
Sus tres compañeros bajaron de la unidad: dos portavalores, que ingresaron al banco con sacas para entregar seis millones de pesos y un escopetero, que se quedó parado de la vereda de enfrente al blindado, en la puerta del banco.
Almirón dijo que cuando estaba solo en el camión aparecieron dos delincuentes armados que por lo que él cree entraron al camión con una copia de la llave de la puerta, lo amenazaron y le indicaron que arrancara.
Las fuentes explicaron que ese relato no es consistente porque los investigadores determinaron que, por una cuestión de reglamentación de seguridad bancaria, no hay forma de hacer una copia de la llave de la unidad porque son codificadas y, además, la única posibilidad de que alguien ingrese desde el exterior al camión es por una acción del chofer.
Por otra parte, una fuente judicial precisó que “la cámara de la puerta del banco y la de un cajero automático enfocan de frente al blindado. Las imágenes son muy claras, nadie se subió a ese camión”.
Los mismos compañeros de Almirón declararon que cuando ya estaban volviendo del servicio y salían del banco para regresar al blindado, no notaron la presencia de ningún delincuente, vieron que el chofer arrancó el camión y, desconcertados, le gritaron a dónde iba.
Con todos estos elementos, la fiscal Capra ordenó la aprehensión de Almirón ante la sospecha de que participó del robo y condujo el blindado hasta el cruce de las calles Bulnes y Malabia, ubicado a unos 600 metros del banco.
La hipótesis principal es que, tras detener el camión, Almirón se encontró con cómplices que barretearon el tesoro, se llevaron 13 sacas con 15.800.000 pesos y lo dejaron a él amordazado y maniatado con precintos en un asiento del vehículo para simular que había sido víctima de un asalto.
A través del GPS del blindado, se pudo determinar que antes de ir a la esquina mencionada, el camión dio un par de vueltas por un circuito donde no hay cámaras municipales, por lo que, por ahora, los investigadores no tienen ninguna imagen de los cómplices que llegaron para llevarse el botín.