El presidente Alberto Fernández dijo ayer que “pareciera ser que la tensión ha cedido” en el Area Metropolitana Buenos Aires (Amba) en relación a la evolución de la pandemia de coronavirus y “se ha alcanzado una meseta” en el ritmo de contagios en esa región del país.
“Todos estamos viendo cómo han aparecido nuevos picos. Pero pareciera ser como que la tensión que vivimos en la ciudad y el Gran Buenos Aires ha cedido, y pareciera ser que hemos alcanzado una meseta, que los casos crecen ordenadamente”, dijo el mandatario.
Así lo afirmó al encabezar un acto desde la residencia de Olivos, a través de una videoconferencia, en la que anunció obras públicas para las provincias de Santiago del Estero, Catamarca, Mendoza, La Rioja y San Luis.
No obstante, el mandatario expresó que “de repente aparecen problemas en el interior del país” y agregó: “Todos estamos muy atentos a lo que pasa en cada provincia argentina”.
Asimismo, el jefe de Estado sostuvo que “el gobierno sigue preocupado por que el sistema sanitario responda para evitar que la gente se contagie” y agregó que “nada nos ha impedido pensar en cómo poner de pie la economía argentina”.
Las declaraciones del presidente se conocen en el marco de una semana en la que el Poder Ejecutivo debe retomar el diálogo con el comité de infectólogos que lo asesora, así como con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para decidir cómo continua el aislamiento a partir del lunes, luego de que venza la actual fase de la cuarentena.
Por su parte, con la entrega de más de 100 millones de pesos en equipamientos para hospitales públicos y privados de la provincia de Buenos Aires, los ministerios de Salud de la Nación y la provincia anunciaron que ambos sectores funcionarán en “una sola red” en la que los bonaerenses sin cobertura podrán atenderse también en el sector privado.
“Hemos convertido a la salud pública y privada en un sola red de objetivos públicos. Cualquier argentino se puede atender en cualquier lugar, sea propiedad del Estado o propiedad privada”, aseguró el ministro de Salud, Ginés González García, al participar junto a su par bonaerense, Daniel Gollán, en la entrega de 300 monitores, 50 bombas de infusión y 40 respiradores, que serán distribuidos en las zonas de la provincia más afectadas por el coronavirus, tanto en hospitales públicos como en clínicas privadas.
Ambos ministros destacaron la estabilización del número de casos de coronavirus y la desaceleración en el uso de las camas de terapia intensiva en el Area Metropolitana de Buenos Aires (Amba).
“Vemos una mejora, se descomprimió un poco el sector público y está hoy con más capacidad operativa. Hay una débil señal de que en el Amba estamos con menos tensión, estamos menos peor que la semana pasada, pero la situación no pasó y no podemos cambiar las conductas de cuidado”, expresó González García.
“Vamos siguiendo la evolución de la cantidad de casos, pero también vamos siguiendo cómo impactan en el sistema de salud. Observamos una desaceleración en la utilización de las camas de terapia intensiva en el conurbano bonaerense”, afirmó Gollán y precisó que “hace tres semanas veníamos subiendo de a 22 camas, es decir, la diferencia entre ingresos y egresos, mientras que hoy estamos en una cama”.