En las calles de Teherán la conversación siempre parece volver a cómo las cosas pueden empeorar. Los 80 millones de iraníes luchan por comprar carne, medicamentos y otros alimentos básicos.
En las calles de Teherán la conversación siempre parece volver a cómo las cosas pueden empeorar. Los 80 millones de iraníes luchan por comprar carne, medicamentos y otros alimentos básicos.
La AP habló con varios en Teherán. La mayoría cree que no habrá una guerra. Piensan que Irán debería dialogar con Estados Unidos, incluso cuando ven a Trump como un adversario errático e indigno de confianza. "Trump no es predecible en absoluto y uno no sabe cómo reaccionará y qué es lo correcto de hacer ante él", dijo Afra Hamedzadeh, un funcionario público de 20 años. "Dado que él controla la economía global, de alguna manera nos quedan pocas opciones".
Las opiniones varían en Teherán, dependiendo de si se habla con alguien que sale de las oraciones islámicas del viernes o afuera de las cafeterías populares entre los jóvenes. "Si Estados Unidos pudiera hacer algo, ya habría hecho muchas cosas", dice Zoherh Sadeghi, una mujer de 51 años que sale de las oraciones y lleva chador. "No puede hacer nada". Claro que en un régimen de control policial de la opinión pública como el de Irán es difícil que las opiniones disidentes se viertan ante un periodista extranjero.
Las tensiones entre Irán y Estados Unidos se desencadenaron hace un año, cuando Donald Trump decidió retirar a su país del acuerdo de 2015 entre Irán y las grandes potencias internacionales para controlar su programa nuclear. Luego impuso fuertes sanciones que afectan a las exportaciones iraníes de crudo, al punto que estas cayeron hasta 50 por ciento. Recientemente, Washington apretó aún más el torniquete al dar por terminado un permiso a cinco grandes naciones para que compraran petróleo de Irán.
En respuesta, Irán se retractó hace una semana del acuerdo nuclear y reanudará el enriquecimiento de uranio de alta concentración, aunque dio tiempo hasta el 7 de julio para tomar esa determinación. Irán también retomaría la fabricación de centríguras para enriquecer mineral de uranio.