Los europeos pierden la fe en la integración pero no en el euro
Bruselas. — El apoyo a la integración europea ha caído drásticamente en toda la Unión Europea desde el estallido de la crisis de la deuda pública, pero pocos europeos quieren abandonar el euro y en particular los griegos son los más interesados en mantener la moneda común, según un estudio difundido ayer.
30 de mayo 2012 · 01:00hs
Bruselas. — El apoyo a la integración europea ha caído drásticamente en toda la Unión Europea desde el estallido de la crisis de la deuda pública, pero pocos europeos quieren abandonar el euro y en particular los griegos son los más interesados en mantener la moneda común, según un estudio difundido ayer. Un número creciente de personas en Gran Bretaña, Francia, España, Italia, República Checa, Polonia y Grecia dijeron que la integración debilitó sus economías y se cuestionan si la membresía de la UE les trae beneficios, según un informe del centro de investigación estadounidense Pew.
Entusiasmo. Alemania, la mayor economía de Europa y principal financista de los programas de rescate de Irlanda, Grecia y Portugal, es el único país donde el entusiasmo por la integración ha crecido desde 2009. Un 65 por ciento de los germanos considera la pertenencia a la UE como positiva, un 2 por ciento más que lo visto en un sondeo realizado por Pew en 2009. Sin embargo, aunque el apoyo de los españoles a la membresía europea ha caído a un 54 por ciento, esta baja no se traduce en llamados a abandonar el euro. A pesar de atravesar la segunda recesión económica en tan sólo tres años, el 60 por ciento de los españoles sigue apoyando a la moneda común.
En Grecia, donde el rechazo a los programas de austeridad exigidos por la UE y el FMI intensificó el temor a que el país pueda abandonar el euro, solamente un 23 por ciento de la población quiere volver al dracma. "La ironía aquí es que las personas que tienen el euro todavía quieren mantenerlo", dijo Bruce Stokes, director del proyecto mundial de Pew sobre actitudes económicas. "La gente se da cuenta de que sería un salto en la oscuridad volver a sus antiguas monedas", dijo. El deseo de abandonar el euro parece ser más fuerte en Italia, donde un 40 por ciento de los encuestados dijo que quería volver a la lira. En Gran Bretaña, donde el debate sobre la integración europea divide al país y ha derrocado a primeros ministros durante más de medio siglo, el 73 por ciento de las personas encuestadas dijo que estar fuera del euro era algo bueno.
Falla de origen. Muchos economistas y académicos dicen que el euro, que está en circulación desde el 1º de enero de 2002, tiene una falla de origen porque carece de bases estructurales que lo hagan funcionar correctamente como una moneda común a lo largo de 17 países. Dada la falta de una alternativa obvia al euro, los líderes de la UE acordaron en una cumbre celebrada este mes en Bruselas analizar maneras de profundizar la integración a través de la zona euro y, posiblemente, avanzar hacia una unión fiscal para complementar la unión monetaria.
Para su estudio, Pew encuestó a cerca de 1.000 personas en Alemania, Francia, Italia, España, Grecia, Gran Bretaña, Polonia y la República Checa. Los primeros cinco países usan el euro como moneda, mientras que los tres restantes son miembros de la UE pero conservan sus monedas nacionales.
Advertencia
Salir de la eurozona haría que los griegos pierdan más de la mitad de sus ingresos anuales y causaría una suba del desempleo y la inflación, advirtió ayer el mayor banco del país. "Salir del euro desplomaría el nivel de vida de los griegos, con una baja de al menos el 55 por ciento del ingreso per cápita", dijo el Banco Nacional de Grecia. "Esto afectaría más a las personas con menos ingresos, con una devaluación de la nueva moneda de un 65 por ciento", agregó.