Des Moines.- El Partido Republicano sigue sin tener un candidato presidencial consistente. El ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney sólo pudo ganar por una estrechísima ventaja el caucus de Iowa, la primera cita de las internas del partido para elegir al candidato que se enfrentará a Barack Obama en las elecciones de noviembre.
Romney se impuso a su principal competidor, el ex senador de Pennsylvania Rick Santorum, por sólo ocho votos. Con el total de 122.255 votos recontados, Romney obtuvo 30.015, sólo ocho más que Santorum, por lo que momentos antes se había hablado de un empate técnico con el 25 por ciento de los apoyos.
Romney, de 64 años y presidente de una empresa financiera, se considera el candidato favorito en todo el país, precisamente por sus competencias económicas en estos momentos difíciles para la coyuntura estadounidense. Se espera que la economía y el desempleo se conviertan en temas clave de campaña.
"Presidencia fracasada". En un discurso ante sus seguidores en la madrugada de ayer, Romney arremetió con fuerza contra el presidente Obama en ese tema. "Es una presidencia fracasada. La distancia entre sus promesas de hace cuatro años y los resultados es lo más grande que he visto en mi vida", afirmó.
Romney aprovechó también para felicitar a Santorum -la sorpresa de la noche- y a Ron Paul por los resultados obtenidos.
Santorum, que visitó los 99 condados de Iowa en 2011, con una persistente llamada a los votantes cristianos evangélicos, agradeció a los habitantes del estado por impulsar su campaña. Sin embargo, reconoció que los analistas políticos ven a Romney como un candidato con más opciones de ganar a Obama en noviembre. Santorum "será visto como el nuevo líder de los conservadores sociales en el partido, y esto le dará fuerza por algún tiempo", señaló el analista David Yepsen.
El congresista Ron Paul, otro de los favoritos -defensor del mercado libre, liberal socialmente y contrario a la inversión extranjera en el país-, quedó en tercer lugar con el 21,5 por ciento de los votos. Se cree que Paul atrae sobre todo a los votantes jóvenes y sus seguidores fueron unos de los más entusiastas en el caucus.
En cuarto lugar quedó el ex presidente del Congreso Newt Gingrich, con en torno al 13 por ciento, seguido del gobernador de Texas Rick Perry, con el 10 por ciento. A pesar de los resultados decepcionantes, Perry indicó que seguirá en carrera, y que estará en las próximas primarias en New Hampshire y Carolina del Sur para dar a los estadounidenses "una opción en esta elección".
Apoyo de McCain. Como para reforzar su posición, Romney recibió ayer el apoyo del senador John McCain, el candidato republicano que perdió las elecciones presidenciales de 2008 frente Obama. McCain se presentó junto a Romney en New Hampshire, donde ya comenzó la campaña. "Estoy aquí para asegurarme de que haremos de Mitt Romney el próximo presidente de Estados Unidos, y New Hampshire es el estado que lo catapultará a la victoria", afirmó el veterano senador, que venció a Romney en la carrera de 2008.
Con los resultados de Iowa, la búsqueda de un candidato republicano a la presidencia queda todavía abierta. Las elecciones internas en el pequeño estado agrícola situado en el medio oeste no tiene mucho peso en el año electoral que comienza, pero el resultado de esta curiosa primera cita electoral -en la que se vota en más de 1.700 reuniones del partido que se celebran en viviendas, escuelas u otro tipo de locales- tiene una importante carga simbólica.
Punto de partida. Una norma no escrita dice que quien gana el caucus de Iowa no tiene asegurada la candidatura, pero quien obtiene malos resultados ve reducir considerablemente sus posibilidades, porque a partir de allí se le hará cada vez más difícil conseguir financiación. En total se votará en 49 estados. Los republicanos elegirán a su candidato definitivo en el congreso del partido que celebrará a fines de agosto.
Antes de los comicios de Iowa, los sondeos mostraban que ninguno de los aspirantes se ganó realmente el corazón de los republicanos: Romney es valorado por sus conocimientos económicos, pero no logra convencer a la base conservadora ni a los que miran con recelo su religión mormona. Paul, que aboga por recortar al máximo el poder del Estado central, con medidas como la desaparición de la Reserva Federal, es considerado demasiado liberal por algunos y apenas se le atribuyen opciones. Santorum, en el otro extremo, se perfila como un conservador radical y quiere prohibir el aborto incluso en casos de violación o incesto.
Un impulso en la campaña de reelección del presidente
Des Moines.— Tras una dramática y confusa noche de suspenso en el caucus del Partido Republicano en Iowa, el gran vencedor podría ser un demócrata: Barack Obama.
La campaña por la reelección del presidente tenía motivos para sonreír ayer, cuando Mitt Romney y Rick Santorum lograron prácticamente un empate en las asambleas populares que dieron inicio a la campaña por la candidatura presidencial republicana.
Romney, ex gobernador de Massachusetts, sale de Iowa con su condición de favorito intacta y con su financiada campaña preparada para una pugna que puede durar meses.
Pero su estrecho margen frente a Santorum —un conservador que dirigió una campaña de bajo presupuesto con poca publicidad— refuerza las dudas sobre la capacidad de Romney para ganarse a las bases más conservadoras del partido.
También refuerza la idea de que el camino de Romney para consolidarse como el candidato republicano en las elecciones presidenciales de noviembre no está tan despejado, según dijeron ayer analistas.
Una buena noticia. Para la campaña de Obama —que da por hecho que se enfrentará a Romney en las elecciones del 6 de noviembre— es una buena noticia.
“Los pesos pesados demócratas están celebrando tranquilamente lo que pasó en Iowa”, dijo David Gergen, ex asesor de dos presidentes demócratas y dos republicanos. “Ellos ven a Romney como alguien incapaz de cerrar el tema y a un electorado republicano no sólo dudoso, sino carente de un gran entusiasmo”, agregó.
Mientras Romney continúa peleando con los rivales de su partido en las próximas primarias, Gergen dice que la campaña de Obama, “que en otras circunstancias podría tener problemas en medio de las preocupaciones por la economía y el gasto gubernamental, tiene tiempo para recaudar dinero y afilar su mensaje”. l (Reuters)
La única mujer abandona la carrera
La congresista de Minnesota Michele Bachmann, ícono del ultraconservador Tea Party, se retiró ayer de las primarias del Partido Republicano, tras quedar sexta en el caucus de Iowa con un cinco por ciento de los votos. “La noche pasada el pueblo habló muy claro, así que decidí retirarme”, dijo Bachmann durante una rueda de prensa en Iowa, su Estado natal y donde invirtió gran parte de sus fondos para la campaña. La congresista, que llamó a apoyar al candidato que finalmente resulte elegido, se mostró dispuesta a continuar luchando contra lo que llamó las “políticas socialistas” del presidente Barack Obama, sobre todo contra su reforma sanitaria.