Ciudad Juárez, México. — Después de una lucha de casi dos años que ha dejado
más de 5.000 muertos, el cabecilla más poderoso del narcotráfico controla ahora las codiciadas
rutas para trasladar estupefacientes a través de Ciudad Juárez, fronteriza con Estados Unidos. Esa
conclusión de funcionarios de inteligencia estadounidense se suma a las evidencias de que el cartel
de Sinaloa, de Joaquín "El Chapo" Guzmán, está ganando la guerra entre los carteles del
narcotráfico en México. El análisis se basa en datos proporcionados por confidentes vinculados
directamente con las bandas narcos mexicanas, así como en información de inteligencia, dijo un
agente estadounidense, que trabaja encubierto y que insistió en el anonimato porque participa en
investigaciones sobre el tráfico de enervantes.
Esas fuentes han llevado a las autoridades estadounidenses a creer que el cartel
de Sinaloa (Estado del noroeste de México) ha superado al rival cartel de Juárez en el control de
las rutas de narcotráfico que pasan por esa urbe, el punto neurálgico en la guerra de las drogas.
Andrea Simmons, vocera del FBI en El Paso, confirmó que la mayoría de los cargamentos de drogas
procedentes de Ciudad Juárez pertenece en la actualidad a Guzmán. Y el comisionado de la policía
federal mexicana, Facundo Rosas, dijo que, si bien las autoridades tratan de confirmar la
evaluación hecha por Estados Unidos, esas teorías son válidas. "Si alguien controla Ciudad Juárez,
controla las drogas", dijo el agente estadounidense. "Y ese alguien parece ser «El Chapo»".
Las ciudades fronterizas de Ciudad Juárez y El Paso, Texas, constituyen uno de
los cruces principales de las drogas hacia Estados Unidos. El control de las rutas en Chihuahua,
Estado donde se ubica Ciudad Juárez, es vital para los esfuerzos de Guzmán por expandir sus
operaciones ilícitas. Chihuahua tiene frontera con Nuevo México y con el oeste de Texas.
Actualmente, el cartel de Sinaloa es considerado el más grande del mundo. El año
pasado, la revista Forbes incluyó a Guzmán en su lista de los hombres más ricos del mundo.
La organización de Guzmán llegó a Ciudad Juárez en 2008 en un intento por
quitarle el control del narcotráfico al cartel encabezado por Vicente Carrillo Fuentes. La guerra
que se desató forzó al presidente de México, Felipe Calderón, a enviar miles de efectivos del
ejército a la zona, pero la lucha ha dejado más de 5.000 muertos, con lo que Ciudad Juárez es una
de las más violentas del mundo. Una victoria de Guzmán no pondría fin de inmediato a los
enfrentamientos entre bandas en las calles de Ciudad Juárez.
Esas organizaciones pelean por las “migajas”, dijo el alcalde de
Ciudad Juárez, José Reyes Ferriz, en referencia a que se disputan las ventas al menudeo. Y el
agente estadounidense advirtió que Carrillo Fuentes difícilmente dejará de pelear mientras esté
vivo y libre.
El cartel de Sinaloa ha ganado poder constantemente desde hace una década,
cuando Guzmán escapó de una prisión mexicana, oculto en un camión de lavandería. Desde esa fuga,
los gobiernos mexicanos a la fecha —incluido el de Calderón— han sido acusados de no
perseguir al cartel de Sinaloa con tanta determinación como a otras organizaciones criminales.
Varios capos rivales de Guzmán han sido detenidos o muertos por la ofensiva militar lanzada por
Calderón contra los narcos. El cartel de Sinaloa se ha ido apoderando constantemente de las
lucrativas rutas del narcotráfico hacia Estados Unidos, el principal consumidor de drogas en el
mundo.
Zona vulnerable. El cartel trata de tomar el control de pequeños poblados
agrícolas al oriente de Ciudad Juárez. Esos pueblos, ubicados en las márgenes del río Bravo que los
divide de las poblaciones agrícolas texanas de Fabens y Fort Hancock, habían estado mucho tiempo
bajo el control del cartel de Juárez, y eran usados históricamente como centros de operaciones de
los narcotraficantes. Pero la detención o muerte de los traficantes locales han dejado esos
poblados vulnerables ante los ataques de los cabecillas de Sinaloa. En la propia Ciudad Juárez, la
mayoría de los presuntos narcotraficantes en prisión pertenece a bandas aliadas del cartel de
Juárez. Desde agosto, más de 50 aliados de esa red delictiva han sido detenidos en la ciudad, en
comparación con sólo 18 sospechosos vinculados con la organización de Guzmán.
Las bandas Azteca y La Línea, vinculados con el cartel de Juárez, luchan por
mantener su dominio tradicional sobre la ciudad, mientras resisten los ataques constantes de
pandillas aliadas con el cartel de Sinaloa, como los Killer Artists y los Mexicles, y de las
autoridades mexicanas. “La ofensiva contra el cartel de Juárez ha sido brutal, no sólo por
parte del «Chapo», sino también por los militares”, dijo Tony Payán, experto en la situación
de Ciudad Juárez. “No creo que el cartel de Juárez esté acabado, pero ahora es sólo una
sombra de lo que fue”. Buena parte de la violencia en Ciudad Juárez puede atribuirse a los
ataques perpetrados por los hombres de Guzmán contra quienes siguen leales a Carrillo, incluidos
maleantes callejeros que venden drogas al menudeo en la ciudad.