La Autoridad del Canal de Suez reveló este sábado que el viento no fue la principal causa de que el buque portacontenedores Ever Given encallara el pasado martes y mantenga bloqueada desde entonces la vía marítima que conecta el mar Rojo y el Mediterráneo. Un "error técnico o humano" pudo contribuir a que se produjera el accidente. En el momento del accidente había un viento fuerte, de unos 60 km/h, lo que causó además una densa tormenta de arena. Pero el factor humano tendría su parte, según las autoridades del Canal.
Así lo indicó el presidente de esta entidad egipcia que gestiona el Canal, general Osama Rabie, durante una rueda de prensa en la que dio detalles de los trabajos para liberar al barco encallado, de 400 metros de eslora y 224.000 toneladas, que se retomaron este sábado. En ellos trabajan 14 remolcadores y hasta el viernes habían sido retiradas 20.000 toneladas de arena en torno a la proa y 9.000 toneladas de agua de lastre del casco del buque para tratar de ponerlo a flote.
Según Rabie, en la noche del viernes comenzó a moverse la popa del barco encallado, antes de que se detuvieran las operaciones para reflotarlo, que se están viendo dificultadas por los fuertes vientos y mareas. En la rueda de prensa, no quiso precisar cuándo podrá ser liberado el buque.
En un primer momento, tras conocerse el accidente, se apuntó a una tormenta de arena y a las fuertes rachas de viento como causa, sin que hasta este sábado nadie hubiera rectificado oficialmente esa versión. Es un hecho que los buques portacontenedores, por su enorme mole, son vulnerables al viento: le ofrecen una gran superficie para ejercer presión, lo que puede desviar el curso del buque. El Ever Given es de los más grandes portacontenedores del mundo.
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La mole del Ever Given surge en medio del desierto egipcio, como si se tratara de un enorme edificio.
Los datos acerca de lo sucedido deben estar registrados en el VDR (Voyage Data Recorder), una especie de ‘caja negra’ que, como los aviones, llevan este tipo de barcos y que registran tanto la información de los instrumentos de navegación como las conversaciones en el puente de mando. Un experto español, Juan Carlos Pery, señaló que aunque el viento pudo influir en el accidente, ese factor por sí solo no parece suficiente para desviarlo hasta encallar, teniendo en cuenta además la ausencia de oleaje y la reducida velocidad por la que se debe navegar por el canal. Recordaba que allí todos los barcos "van en fila. ¿El viento solo afectó a este?", se preguntó.
Mientras, un total de 321 barcos se encuentran a la espera de la reapertura del canal para poder transitar por él, según los datos de la autoridad egipcia. Osama Rabie espera que, pese a lo sucedido con el Ever Given, no sea necesario aligerar la carga de los buques que transitan por el canal.
Una de las empresas que participan en los trabajos para reflotar el barco, la holandesa Boskalis, confía en que el barco pueda ser liberado a comienzos de la semana que viene si todo sale bien con la combinación de remolcadores más potentes, dragado del fondo y la marea alta.
"Nuestro objetivo es conseguirlo después del fin de semana, pero para eso todo tendra que funcionar a la perfección", confió el director ejecutivo de la compañía, Peter Berdowski, en el programa de televisión ‘Nieuwsuur’, de los Países Bajos.
Esta previsión rebaja algo el optimismo de las autoridades egipcias y de la empresa japonesa propietaria del buque, Shoei Kisen, que esperaban que, tras los trabajos del viernes, este mismo sábado pudiera estar liberado.