Cómo innovar en materia educativa, cómo lograr que esas transformaciones se hagan reales o efectivas en las aulas, cómo se reconfigura la tarea docente con la inteligencia artificial. Y en todo caso, qué tipo de educación se ofrece a quienes son llamados a ser líderes de los próximos años. Los interrogantes quedaron flotando a lo largo de las dos jornadas en las que se desarrolló el 6° Congreso Internacional Innova Educa 21, un encuentro realizado el 3 y 4 de agosto en el Campus de la Universidad Siglo 21, en las afueras de la ciudad de Córdoba. Allí, destacados referentes de la Argentina y de Latinoamérica reflexionaron sobre los desafíos más urgentes de la educación en un mundo vertiginoso y demandante. Con las incertidumbres del tiempo presente, pero también con la pregunta de qué hacer con los procesos y los vínculos de enseñanza y aprendizaje. En uno de los paneles, Manuel Álvarez Trongé, presidente del Proyecto Educar 2050, advirtió: “Que más del 50 por ciento de los chicos de Latinoamérica no comprende lo que lee debería levantarnos de la silla”.
“La educación real” fue el tema que convocó en esta edición a los más de 2500 asistentes que se dieron cita en el Campus de la Universidad Siglo 21, en más de diez paneles a cargo de conferencistas de prestigio y más de 25 diálogos simultáneos con referentes educativos. El Congreso abordó cuatro ejes temáticos: modelo y agenda educativa, innovación e impacto; neurociencia y contexto en educación; y educación como prioridad: casos de impacto.
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Laura Rosso, rectora de la universidad, reflexionó sobre la agenda educativa.
“Los futuros escenarios educativos y de aprendizaje estarán cada vez más influenciados por el uso de tecnologías innovadoras como la inteligencia artificial, las didácticas ágiles, la realidad virtual, realidad aumentada y la transformación de los entornos educativos. Frente a este contexto, se vuelve imperioso pensar en trayectos más flexibles, inclusivos y personalizados, con especial atención en la diversidad de condiciones y realidades, generando propuestas formativas con micro credenciales, tramos flexibles y evaluaciones significativas capitalizando el impacto de la inteligencia artificial”, dijo Laura Rosso, rectora de Universidad Siglo 21.
El contexto argentino no escapa a lo que se vive en la región, y los indicadores encienden las alarmas. Como muestra, en el encuentro de Córdoba señalaron que más del 54 por ciento de la población escolar es pobre, y el 17 por ciento son indigentes. Sobre esta cruda realidad que cachetea a familias y docentes, la pregunta es cómo construir escuela, cómo construir universidad o proyectos de vida.
Fue en este marco que Álvarez Trongé propuso “combatir la pobreza con más educación”, priorizando sobre todo la franja etaria de 0 a los 14 años y cumpliendo las leyes, como la de los 180 días de clase. Jerarquizar la formación docente es para el especialista otra de las claves, pero también tener en cuenta que “decimos que la llave de la educación son los docentes, pero sus salarios son de los más bajos”. En la previa de las elecciones, propuso votar pensando en las deudas pendientes en materia educativa: “La educación no cambiará si no tenemos un ejemplo de abajo hacia arriba”, dijo. Y sobre el final, dejo caer una invitación: escuchar a alumnos y docentes. Allí también hay información de futuro.
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Manuel Alvarez Trongé, presidente del Proyecto Educar 50.
Los protagonistas
Las familias también fueron parte de los debates y Paula Insani, referente de la Red Federal de Padres Organizados, destacó que los alumnos son los verdaderos protagonistas, ya que entiende que “hoy la escuela es un campo de batalla de los adultos” y afirmó que “el maestro no puede ser el techo del estudiante”. Por eso, pidió que se declare a la educación como esencial, profesionalizar la carrera docente “para que los mejores maestros se queden en el aula” y “reducir el efecto cuna”. Esto es, mitigar las condiciones socioeconómicas de origen que traen los chicos y las chicas, para que ello no determine su posterior desempeño educativo. Para ello, pidió universalizar la sala de 3 y 4 años, repensar la gestión educativa y “recuperar a la escuela como constructora de comunidad”. Y sobre el final, afirmó: “En estas aulas, donde el 60 por ciento no comprende lo que lee está sentado nuestro futuro presidente de la Argentina”.
La docente y escritora Mariana Maggio, Esteban Torre (director de Educación de Cippec), Cecilia Frontera (experta en inteligencia artificial y nuevas tecnologías), Fátima González Palau (psicoterapeuta y doctora en neuropsicolodía), Eduardo Kastika (especialista en innovación y liderazgo) y Nicolás Fernández Miranda (experto en neurociencia aplicada al aprendizaje), también formaron parte de las reflexiones y debates que tuvieron cita en el Campus de La Siglo, tal como se conoce a esta universidad privada creada en 1995 por la familia Rabbat, con sede en Córdoba y presencia en las 23 provincias argentinas. “La pandemia dejó un montón de aprendizajes, cambió la concepción del tiempo y el espacio para aprender. Y también dejó la necesidad de entender a la educación como un proceso muy humano”, apuntó Laura Rosso a La Capital. Propuso pensar a la innovación en un sentido amplio, no solo limitado a la utilización de la tecnología. “Innovar —dijo— es pensar en algo que es diferente, que tenga sentido para uno y para el otro, y retomar la pregunta del para qué hacemos las cosas”.
Vicerrector de Asuntos Académicos de Universidad Siglo 21, Pablo Rivarola, introdujo en el foro educativo el concepto de neuroplasticidad y habló de la relevancia de abordar una agenda centrada en la educación real, la innovación y las neurociencias aplicadas a la educación, con el objetivo de construir un proyecto educativo nacional que aborde las necesidades actuales.
La IA en debate
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El especialista Fernando Valenzuela.
Desde México llegó también al encuentro de Córdoba el educador Fernando Valenzuela Migoya, líder en procesos de transformación digital. Los desafíos e interrogantes que abre la inteligencia artificial (AI) para la educación fue el eje de su intervención. También dijo que en los últimos diez años ha habido más descubrimientos en neurociencia que en los últimos cien años.
“Si pensamos que el docente es el que más sabe de una materia estamos perdidos, porque cualquier persona tiene acceso a ese conocimiento”, advirtió el experto. Para el especialista la IA obliga a los docentes “a ser más humanos”. Y reflexionó: “Seguimos enseñando cómo se hacen las cosas o qué se tiene que memorizar, pero eso es de la era industrial. Tenemos que enseñar el por qué. Y también quién en el mundo está haciendo cosas que nos inspiran. No veo a docentes discutiendo a quién seguimos en TikTok, pero sí veo a estudiantes que nunca ponen un TikTok de cómo aprendieron hoy. Que digan «esto que aprendí hoy me voló la cabeza». Tenemos todo para crear eso y no lo estamos haciendo, porque no estamos enseñando para esta era”.