El “Árbol de la convivencia” es uno de los encuentros más representativos que realiza la Universidad Siglo 21 junto a estudiantes de todo el país. Desde hace ocho años, la institución propone distintas acciones colectivas y de intercambio durante el evento, cuyo símbolo es la plantación de un árbol. Este año la representante de Santa Fe fue una joven que vive en Romang.
“Creemos que este encuentro nos invita a vincularnos y a potenciar el significado de la palabra convivencia, un valor esencial para el desarrollo de nuestra sociedad y trascendente para el bienestar emocional y la salud de las personas”, explica María Belén Mendé, rectora de la universidad.
En su octava edición, este tradicional evento que la universidad replica en diferentes ciudades del país, se realizó el pasado martes en Rosario con la presencia de estudiantes de todo el país y autoridades de la universidad. El encuentro se desarrolló en la Fundación Libertad, y finalizó con la plantación de un jacarandá en la plaza Guernica y la colocación de una placa conmemorativa con la frase: “Somos ríos, montañas, valles, sierras, lagos y mares”.
“Una vez al año convocamos a un alumno destacado de cada provincia argentina y lo invitamos a traer un poco de tierra de su región para representar con este símbolo la unión, el respeto por la diversidad de culturas de todo el país, los valores, la tolerancia a lo diferente y la convivencia. También queremos demostrar que un árbol puede florecer en la diversidad de estas tierras que son coloradas si proceden del norte o secas si viene de San Juan”, dijo la rectora.
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Docente y estudiante
Cada estudiante de las 23 provincias más la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) fue seleccionado por su trayectoria académica, como así también por su compromiso social y espíritu emprendedor. Jocelyn Belén Ardit fue la representante de la provincia de Santa Fe y cursa cuarto año de la carrera de abogacía en el centro de Reconquista. A esta joven santafesina de 21 años le apasiona tanto hablar de su futuro en la profesión como de su trayectoria como patinadora.
Vive en la localidad de Romang (en el noreste provincial) y es técnica nacional de patinaje artístico. Además de cursar en la Universidad Siglo 21 con una beca que le ayuda a costear parte de sus estudios, se desempeña como profesora en la escuela de patín “Destellos sobre ruedas” y tiene a su cargo alrededor de ochenta alumnos y alumnas de todas las edades. Aunque supo destacarse como patinadora en instancias nacionales, hace unos años debió abandonar la competencia por problemas de salud, algo que la animó a transmitir sus enseñanzas de la disciplina a otras chicas y adultos.
De su encuentro con estudiantes de todo el país se lleva una experiencia inolvidable. “Un honor representar a mi provincia y también me emocionó escuchar cada relato o historia de vida de otros compañeros”, expresa la joven.
Joselyn es un ejemplo de resiliencia y superación en un año que perdió a su padre y una adolescencia que transitó con muchas dificultades. Pausada y serena al hablar, recuerda siempre una situación en el último año de la secundaria que la marcó para siempre y hoy enaltece aun más todos sus logros. “Cuando una profesora nos preguntó un día en clase cuáles eran nuestros sueños para el futuro, yo dije enseguida que quería ser profe de patín y abogada, una elección que ella criticó diciendo que no me iba a dar la cabeza y que no tenía posibilidades económicas. Sus palabras me desalentaron y me afectaron mucho anímicamente pero gracias a Dios pude superarlo, no desde la posición de víctima sino de resiliente y hacerlo por mí”, dice con orgullo la futura abogada que planea continuar sus estudios en escribanía y un día formar parte del Poder Judicial. “Siempre se puede, aunque las puertas a veces se cierren, hay que luchar por lo que una quiere”, afirma Joselyn.
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Estudiantes de todas las provincias, junto a las autoridades de la universidad.
Orígenes de la celebración
El "Árbol de la convivencia" tuvo su primera edición en la ciudad de Córdoba y en los años siguientes se realizó en otras provincias como Mendoza, Tucumán, Neuquén y San Juan. La rectora Mendé reflexiona sobre los orígenes de este evento y los motivos que la impulsaron a ponerlo en marcha: “Me preocupaba, al igual que al resto de la comunidad educativa, los signos de intolerancia latentes en nuestra sociedad, que luego se replican en las aulas, las familias y distintos espacios. Así fue que pensamos que a través de un acto simbólico de la institución podíamos expresar nuestra convicción”. También destaca que estos encuentros siempre son una buena oportunidad para conocer a estudiantes, saber qué cosas les preocupan o inspiran y entender las problemáticas de cada región.
El algarrobo es el árbol elegido por la institución para verlo crecer en distintas regiones del país. Sin embargo la tradición varía según el ambiente y las especies permitidas por cada municipio. En Rosario plantaron un jacarandá, el árbol que en primavera sorprende con sus tonos azules y violáceos en distintas calles y paseos de la ciudad.
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Espíritu emprendedor
La Universidad Siglo 21 tiene 80 mil alumnos en todo el país y fue creada en 1995 por la familia Rabbat en Córdoba, con sede en esta ciudad y presencia en 23 provincias argentinas a través de sus Centros de Aprendizajes Universitarios (CAU). La institución ofrece más de sesenta carreras de grado, pregrado y posgrado, dictadas en modalidades presenciales y mediadas por tecnología, y más de 140 programas de formación continua y certificaciones internacionales.
“La escucha activa es una práctica y competencia que todas la personas deberíamos desarrollar, que nos permite conmovernos con la historia del otro”, remarca la rectora en esas experiencias vividas en cada encuentro. “También percibimos por dónde vienen las urgencias, la realidad que tiene el norte del país, el desempleo, la violencia de género, criminalidad y delincuencia, y la búsqueda de emprendimientos”, agrega.
“Nos encontramos todos los años con grupos diferentes, escuchamos historias de vida conmovedoras y de resiliencia, y mucha fuerza femenina. Para estudiar hoy una carrera universitaria es necesario tener convicción y ser constante sobre todo para quienes viven en ciudades pequeñas o deben estudiar y trabajar a la vez, y eso se valora mucho. Estos jóvenes tienen una gran sensibilidad en temas de medioambiente y derechos que las generaciones pasadas quizás no teníamos y que nos lleva como adultos a aprender de ellos, quitar las estigmatizaciones y tender puentes de convivencia generacionales”, concluye María Belén Mendé.
Árbol de la Convivencia 2022 | Universidad Siglo 21