"Mucha gente piensa que acá en Rosario no pasó nada". La frase de Norma Vermeulen hace referencia a los años de plomo en el país y a su impacto en la ciudad. Y sus palabras son las que abren Arderá la memoria, el documental creado por el Grupo de Apoyo a Madres y dirigido por Eugenio Magliocca que bucea en la historia de las Madres de la Plaza 25 de Mayo de Rosario.
Estrenado en mayo de 2010, el material relata la historia de cada una de las Madres rosarinas y cómo transformaron el dolor de no saber qué fue de sus hijos desaparecidos en bandera de lucha.
Allí aparece el testimonio en primera persona de Norma, de Elsa "Chiche" Massa, de Nelva Jalil, de Darwinia Gallicchio, de Matilde Toniolli y de Herminia Severini, entre otras madres que les pusieron el cuerpo y el corazón a la búsqueda de los desaparecidos durante el Terrorismo de Estado.
"Esto no fue una guerra, fue una matanza, mataron a toda una juventud", dice Esperanza Labrador, una de las Madres rosarinas. Como el de Esperanza, el documental cuenta con los valiosos testimonios de las Madres, que fallecieron en los últimos años, pero que dejaron una huella indeleble para las futuras generaciones de militantes por los derechos humanos.
Herminia Severini dice en un tramo del material audiovisual: "Un ser humano no puede desaparecer. Yo, que voy a las escuelas y hablo con los chicos, les digo que (nuestros hijos) están desaparecidos y me preguntan ¿qué es un desaparecido? Los niños no lo entienden. Es una figura trágica. Y ellos lo hicieron con premeditación y alevosía".
En Arderá la memoria —nombre inspirado en un poema del escritor y militante Paco Urondo— son las propias Madres las que cuentan no sólo cómo fue el secuestro de sus hijos, sino también los allanamientos que sufrieron en sus casas y el calvario que a partir de ahí les tocó vivir, tocando todas las puertas que había que tocar en busca de alguna señal o pista sobre el paradero de los desaparecidos.
Norma Vermeulen dice al respecto: "Pensábamos que estaban detenidos, pero no que estaban masacrando a la gente. Cuando se empezó a hablar de desaparecidos y campos de concentración ahí me hizo mal y me vine en picada". Pero más tarde agrega: "Había dos opciones, o quedarte enferma llorando continuamente o salir a luchar. Y pienso que una optó por lo mejor".
Los comienzos a través de Familiares, las distintas sedes en donde se reunieron las Madres y un repaso por los centros clandestinos de la dictadura en Rosario y la zona también forman parte del recorrido que traza Arderá la memoria. Que además cuenta con escenas potentes, como los relatos de Chiche Massa, Norma Vermeulen y Lucrecia Martínez sobre el día que allanaron sus domicilios. O el fuerte cara a cara que mantuvo Esperanza Labrador con el represor Leopoldo Fortunato Galtieri, a quien enfrentó en las puertas de su oficina para exigirle datos sobre el paradero de los jóvenes secuestrados.
El documental también reconstruye, en boca de sus madres, la historia y la filiación política de los militantes desaparecidos. Como Matilde Toniolli, que en un momento de la entrevista dice que su hijo Eduardo le promete que se va a cuidar, pero que "con la injusticia social tampoco voy a poder andar". O Nelly Galasso, que cuenta que su hijo Riqui —asesinado en enero de 1977 a los 21 años— le dice: "Yo no estoy en esto por odio. No odio a nadie. Pero mientras haya un chico en la calle o un obrero explotado yo voy a pelear".
"Arderá la memoria" se proyectará el próximo jueves 21 de marzo a las 19.30 en el Complejo Cultural Atlas (Mitre 645). La entrada es a la gorra.