Los especialistas que monitorean la lucha contra el tráfico de drogas en la Argentina expresaron ayer su preocupación por el aumento del consumo de marihuana y cocaína en el país, como también por la instalación de laboratorios clandestinos para producir drogas ilícitas y el débil control en las fronteras por falta de radarización.
"Lo preocupante es que seguimos siendo un país con consumo de marihuana y cocaína alto, pero lo positivo es que algunas drogas de consumo en escolares y juveniles se están estabilizando", evaluó el secretario de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico de Argentina, José Granero, durante la presentación del informe anual de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (Jife) en Buenos Aires.
La droga de mayor consumo en la Argentina, detrás del alcohol, es la marihuana. Según las estadísticas oficiales, en 2001 un 3,6 por ciento de los estudiantes secundarios admitió que fumaba marihuana y un 44 por ciento consideraba que la percepción del riesgo era grave.
"Pasamos a la realidad que nos toca en el año 2009, en donde se aumentó al 8,4 por ciento de la población encuestada y disminuyó la percepción del riesgo a un 11,6 por ciento. Esto es parte también de la tolerancia social que tiene la sociedad argentina y en general en el mundo con la marihuana y con el alcohol", precisó Granero.
Uno de los temas centrales del informe internacional es el control de los precursores químicos, como el permanganato potásico.
Corrimiento. "Colombia se abastece de los precursores que producen Ecuador y Venezuela, pero Perú y Bolivia se abastecen en algunos casos de precursores que se fabrican en la Argentina. Tenemos una industria química importante, y esta industria hace que muchas veces les convenga más a los carteles, especialmente a los bolivianos y peruanos, establecerse en la Argentina con la pasta base y terminar la producción aquí", declaró el funcionario.
"Desde ese punto de vista, podríamos decir que esta etapa de producción se está llevando a cabo no en el 100 por ciento pero sí en un gran porcentaje en la Argentina", confirmó.
El secretario advirtió en tanto que Argentina cuenta con "una frontera muy extensa con uno de los países de mayor producción, que lamentablemente la sigue incrementando, como es Bolivia".
"Es una frontera de muy difícil control, nos falta radarización, que si bien no es un factor excluyente es un factor importante. No tenemos ley de derribo (de los aviones usados por contrabandistas), como por ejemplo tiene Brasil. Estos son factores que hoy nos encuentran debilitados", alertó Granero, quien también subrayó la "frontera caliente" entre la provincia argentina de Misiones y Paraguay, principal abastecedor de marihuana del Cono Sur y Brasil.
Por otra parte, el consumo de drogas de diseño sigue en alza. "No aumentó demasiado, pero ahora hay laboratorios en el país cuando antes no había", lamentó Granero.
Entre los puntos a favor registrados en la Argentina, se observa un amesetamiento del uso de algunas sustancias en edades escolares, como el pegamento o el "paco", pese a que este último genera un alto nivel de adicción. Esto se registra de forma simultánea con un mejoramiento en los índices de escolarización y de contención familiar e institucional, precisó.
El ranking de consumo de drogas en el país es liderado por el alcohol y el tabaco, seguido por la marihuana, la cocaína, los estimulantes y psicotrópicos, los inhalables, el "paco" y el éxtasis, detalló el coordinador del Observatorio Argentino de Drogas, Diego Alvarez Rivero. (DPA y AP)
Corrupción
La corrupción es uno de los mayores obstáculos para la lucha contra el tráfico de drogas ilegales en México, mientras que Centroamérica y el Caribe siguen siendo rutas importantes de tránsito de narcóticos y Estados Unidos es el principal destino de los estupefacientes, de acuerdo con un reporte publicado ayer por un organismo de la ONU.