Sergio Rodríguez, conocido como El Quemado, aceptó declarar ayer a la mañana en Tribunales. Lo hizo para desconocer el delito del que se lo acusa: la autoría material de los asesinatos de tres jóvenes desarmados en la Villa Moreno la noche del primer día del año. Su argumento circuló por tres ejes. Primero: no estuvo en el lugar del triple homicidio. Segundo: sí estuvo en el hospital donde quedó filmado pero exclusivamente para interesarse por el estado de su hijo baleado. Tercero: la acusación en su contra es una represalia policial por haber sido denunciante de efectivos de la Unidad Regional II que, a raíz de ello, fueron procesados por un caso de extorsión sufrido por su hijo a principios del año pasado.
Rodríguez estuvo ayer a la mañana ante el juez de Instrucción Luis María Caterina para su primera indagatoria luego de haber sido capturado en Santa Elena, en el norte de Entre Ríos, el sábado por la noche. Ante el magistrado se declaró inocente del delito que se le atribuye. Afirmó que la noche de Año Nuevo estuvo comiendo con su mujer, sus tres hijos y un nieto. Adujo que se enteró por un vecino que su hijo Maximiliano había sido baleado y que por ello salió impulsado hacia el Hospital Clemente Alvarez. Refirió que allí, producto de la noticia, sufrió una crisis nerviosa y se descompensó. Tras saber del estado de su hijo volvió a su casa y se acostó a dormir.
Al levantarse, relató, se enteró del triple crimen. Y terminó abandonando Rosario por miedo al tomar conocimiento de que la policía le adjudicaba la autoría de la matanza.
Pruebas en contra. Los investigadores del caso persisten en la convicción de que Rodríguez no sólo estuvo en la escena criminal sino que fue uno de los ejecutores de Jeremías Trasante, Adrián Rodríguez y Claudio Suárez. Aducen que las pruebas son abundantes y que se basan en señalamientos de testigos, seguimientos telefónicos y otros indicios concordantes.
El móvil que le endilgan es haber pretendido vengar el ataque ocurrido media hora antes contra su hijo Maximiliano. Este hecho se le atribuye a Ezequiel El Negro Villalba quien vive en Dorrego al 3900, a metros del ingreso a la Agrupación Oroño, el club donde ocurrió el triple homicidio. La hipótesis de la acusación es que El Quemado lo buscaba a Villalba y en el camino hacia él, cegado por la furia, masacró a los tres jóvenes.
El hospital. Fuentes de la pesquisa señalan que Rodríguez admite que estuvo en el Heca porque no le queda más remedio: las cámaras de seguridad del hospital lo registraron allí. Lo más difícil para él es que tiene una imputación adicional: haberle pagado a un policía del destacamento hospitalario para que no registrara el ingreso de su hijo herido de bala. El suboficial acusado por esto fue apartado de servicio y pasado a disponibilidad. Lo que estiman en Tribunales es que El Quemado pagó una coima para borrar las huellas que terminarían por conectar el triple homidicio con la agresión previa a su hijo y finalmente con él mismo.
"Por miedo". Rodríguez le explicó a Caterina que su desaparición de Rosario se debió a que sintió que le plantaron una acusación como represalia corporativa porque su hijo Maximiliano, hace once meses, había acusado a policías del Comando Radioeléctrico por una extorsión.
En efecto, la jueza María Laura Sabatier procesó en agosto pasado a dos efectivos de esa sección por privación ilegítima de la libertad y exacciones ilegales, a raíz de una denuncia del Hijo del Quemado, como apodan a Maximiliano. Esto fue por un hecho ocurrido la noche del 25 de febrero de 2011, cuando los dos policías, según la denuncia, se apoderaron de un vehículo de Maximiliano y le exigieron dinero para restituirselo. Ocurrió la misma noche que un policía mató de un disparo a Diego Malcovic, barra brava de Newell's, frente al bar Soho de Salta y Alvear.
"Mi cliente afirma que como retribución por esa denuncia de su hijo la policía ahora lo acusa por el triple crimen", señaló el abogado Carlos Varela.
No al reconocimiento. El letrado dijo además que pedirá la impugnación de la medida de reconocimiento en la que debe comparecer Sergio Rodríguez. "Ese eventual reconocimiento está contaminado por el hecho de que esta semana en distintos medios de prensa circularon fotografías de Rodríguez. Los testigos que irán a la rueda vieron probablemente esa foto lo que condicionará la medida haciéndole perder validez probatoria", señaló el defensor.
Fuentes de la investigación recordaron ayer que la policía llegó a la sospecha contra Sergio Rodríguez de una manera inmotivada: en el BMW donde fue baleado su hijo se encontró un curriculum con los datos de la novia de Maximiliano. Esta chica estaba con él en el auto y fue quien le contó a la policía lo ocurrido.
Siguiendo el testimonio de la muchacha, el hilo de la secuencia de agresiones previas y las descripciones de testigos del triple homicidio se configuró la acusación. Además de Sergio Rodríguez hay otros dos señalados como coautores del triple homicidio que están prófugos: Damián Martínez y Tele Delgado.