La frase “En el limbo” significa estar sin enterarse de lo que ocurre y, entre otras acepciones, “el lugar donde van las almas”. Y es también “en el limbo” donde quedó La Vela Puerca luego de la pandemia, entre confinamientos y burbujas, dándole así el título a la nueva gira que los trae al Anfiteatro Municipal, hoy y mañana, con entradas a la venta por Velaentradas.com y acompañados por Ciclonautas en la previa. El octeto uruguayo liderado por Sebastián Teysera y Cebolla Cebreiro anda con muchas novedades: este mes cumple 25 años en los escenarios, tienen disco nuevo previsto para lanzarse en abril próximo y una seguidilla de shows extensos, con una lista de 29 canciones que repasan su carrera. “Estamos felices de salir a las canchas, pero tampoco sabemos cuánto va a durar, así que hasta que no esté arriba del escenario no me creo nada”, dijo Teysera a La Capital.
¿Por qué la nueva gira se llama “En el limbo”?
”En el limbo” significa todo este tiempo que estuvimos parados. Nos sentimos así, fue el lugar donde quedamos durante la pandemia, como en un limbo. Salimos de oscuridad hacia la luz, ese es el concepto. En el limbo estás como flotando sobre algo que no entendés mucho qué es, y la parte difícil fue la de no poder proyectar porque no sabes qué va a pasar. Nos pasó que proyectamos cosas que no salieron, durante años siempre supe dónde iba a estar en tres o cinco meses y luego de la pandemia fue aprender a vivir de otra manera. Eso fue lo más traumático, no poder proyectar nada, pero ahora estamos muy felices de salir a las canchas. Tampoco se sabe cuánto va a durar, así que estamos tratando de disfrutar. Hasta que no esté arriba del escenario no me creo nada.
¿Cómo serán los shows en Rosario?
Armamos 29 temas, recorriéndonos por todos los discos. Es un show que arranca bastante atípico. Dimos vuelta la lista de temas porque el show fue armado en Montevideo en el formato de gente sentada en mesas, y como ahora la gente se puede parar, el show quedó con otro formato, será algo bastante interesante.
¿Aprovecharon a grabar nuevas canciones durante la pandemia?
Tiramos cuatro meses por la borda, no hicimos ninguna presentación, salvo un streaming que fue muy extraño, era lo que había y ayudó a que la banda estuviera activa. Así que propuse dedicarnos a un disco nuevo, porque cuando volviera a abrir todo no íbamos a parar para grabar un disco, no tenía sentido. Después de dos años parados seríamos muy “rookies” de hacer eso. ¡Si abre el Madison Square Garden no me importa, no vamos! Por suerte hace un mes terminamos de grabar el disco, que está en etapa de mezcla. Lo grabamos con Alejandro Vázquez, productor de Carajo y de Las Pastillas, por ejemplo. Sentimos una doble felicidad, volver a las canchas y tener un hijito en formato disco bajo brazo. Aprovechamos que teníamos tiempo porque no estábamos de gira, así que no hay mal que por bien no venga.
La Vela Puerca - "Mira como es"
¿Y de qué van esas nuevas canciones?
Estos años fueron un buen momento para patear el tablero de nuestro propio universo sonoro y musical. Me encerré en mi estudio en casa, me puse a trabajar con líneas de bajo, probé con la batería y la guitarra. A este disco lo defino como algo garagero - ochentero - bailable, es un disco “para arriba”, con canciones que nacen de la línea de bajo esa que te hace mover la patita. Sin embargo, en las letras no está todo bien. Las letras vienen de todo este tiempo sin estar con la rabia como bandera. Hay un poco de enojo, de tratar de entender qué pasó, cómo se llegó a esto. También hay algo sobre el ser humano y sus actitudes a raíz de la pandemia, es un poco más existencial. Una sarta de interrogantes, con algo de desazón, pero el disco es bien bailable donde la esperanza no va por lo lírico, va por la música. En la composición fue muy atípico, porque siempre me gustó llevar las canciones a la banda lo más desnudas posible, con una guitarra criolla o una secuencia de acordes y una melodía. Esta vez lo que pasó fue que me encerré en el estudio a tocar todo yo. Después, cuando nos pudimos juntar, fue un proceso nuevo para nosotros, porque había ideas ya hechas: le mostré las cosas a Pepe y le dije “ahora ponele tu magia”. El disco se fue componiendo por capas, en vez de estar los ocho juntos armando las canciones. Estamos muy contentos, quedó buenísimo.
¿Cómo viviste el encierro?
En Uruguay tampoco hubo un encierro tan duro como en Argentina, nuestro presidente nos dejó a nuestra libre conciencia. Al principio cada uno estuvo en su casa, pero en un momento empezamos a trabajar en grupos reducidos. En lo personal fui el primero en agarrarme coronavirus en la banda, así que me lo saque de arriba rápido! Ya me agarré el “covicho”, ya me vacuné, y después cayeron los otros. Todos apostaban a que el primero iba a ser yo, y tenían razón.
¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza después de 25 años de La Vela?
¡Me viene la vejez! Es un orgullo de haber podido mantener esta banda un cuarto de siglo, disfrutando de la música, de hacer discos y canciones, de ser los mismos, de hecho cada vez más parecemos una ONG. Lo que más me gustó fue la semana pasada de hacer los tres primeros conciertos, el último fue en febrero de 2020 en el Konex en Buenos Aires. Sentí a la banda con unas ganas tremendas, porque viste después de casi dos años podés encontrarte con preguntas del tipo “¿La verdad tengo ganas de seguir con esto?”, y fue todo lo contrario. Durante los shows estuvimos muriéndonos de risa, pasándola bien. Más allá de haber tenido que apretarse los cinturones, el parate nos sirvió para salir a tocar como los primeros años, seguimos juntos para bien o para mal.
¿Y qué podrías decir de canciones como “Zafar” o de Santaolalla y el rock latino?
Zafar es una canción que no nos la podemos sacar de encima, es tan hermosa que sigue estando y nunca se irá del repertorio. Santaolalla un gran maestro, del que aprendimos en el momento justo, allá por el año ?99 y 2001 cuando fuimos a Los Angeles a grabar. Fue como ganarse una beca, en un mundo que nosotros no conocíamos. Gustavo siempre tuvo esa visión, él siempre decía que el rock latinoamericano tenía mucho para ser rock y mucho para decir, desde la conquista hasta la dictadura. l sabía que lo que tenía que hacer Latinoamérica era rock, porque tenía todas las herramientas, toda la vivencia, todo el sufrimiento y toda la alegría. Esa fue su visión y su historia, por eso Surco se llamaba Surco (Surco records), no solamente por el surco de los discos sino que era la compañía del Sur. Lo que hizo con Surco fue agarrar soldados que tenían canciones y tratar de proyectarlas. Lo hizo con Bersuit, lo hizo con Peyote o con rbol. Después se retiró un poco pero acá seguimos nosotros.
¿Les falta algo por hacer?
No sé, a mí me gusta que las cosas “sucedan”. Si proyectas mucho, aunque creo en la ley de atracción, prefiero la aventura de la incertidumbre. Pedirle más a La Vela de lo que nos dio sería bastante atrevido por mi cuenta. Nos dio muchísimo, nos cruzamos con artistas que admirábamos, y veo que la vida de La Vela nos da según lo que nosotros le demos. Mientras sigamos haciéndolo de esta manera y sigamos disfrutando y pasándola bien, la banda nos va a cruzar con aventuras interesantes, pero ya pedirle más me da “un poco de cosa”. Ahora estaremos por Rosario con 29 temas de La Vela en una noche, más no se puede pedir! Y a esta edad! Pasamos de cero a cien, del ostracismo a tocar 29 temas, pero nos fue bien, aguantamos. Estamos en la etapa de sacar telarañas pero ahí vamos, frente al río. Ahí se inventó el canto de “esta es tu casa, podes volver”, así que vamos para casa.