Un comerciante chino de 46 años fue asesinado ayer a la madrugada de una certeza puñalada en el cuello, luego trabarse en lucha con un delincuente que ingresó con fines de robo por los techos a su supermercado de la zona sudoeste de Rosario. El homicida, del cual hasta anoche al cierre de esta edición no había rastros, se alzó con 5.000 pesos de las cajas y fugó luego de amenazar con un arma —al parecer la misma con la que cometió el crimen— a un hijo de la víctima.
Fuentes allegadas a la investigación indicaron que si bien en el negocio había dos cámaras de videovigilancia instaladas éstas se encontraban desactivadas. No obstante, ayer se procuraba obtener registros de otros domos de la Municipalidad y de comercios de la zona.
Ruidos nocturnos. Jinfa Chen, de 46 años, dormía ayer a las 4 de la madrugada junto a su familia en una vivienda ubicada detrás de su negocio de Rivarola 6833, cuando imprevistamente escuchó ruidos inquietantes en el interior del salón comercial que lo levantaron de la cama.
El comerciante decidió ir al local a ver que pasaba y al entrar enseguida se topó con la presencia de al menos un hombre que habría ingresado por los techos. Lo que hasta ayer se ignoraba si el delincuente había caído accidentalmente dentro del local mientras merodeaba por las azoteas de la manzana o si en verdad quería concretar el atraco y en tal sentido quitó intencionalmente una chapa del techo.
Lo cierto es que Chen se trabó en lucha con el intruso y luego de un forcejeo el comerciante recibió puntazos en las manos y en el tórax, así como una certera puñalada en el cuello que le afectó la vena yugular.
La herida fue de tal magnitud que le provocó la muerte en segundos. "Quedó en un charco impresionante de sangre", dijo un vocero de la investigación que tuvo acceso a la escena del crimen. La herida habría sido provocada con un cuchillo que el oponente tomó del sector carnicería del comercio.
Luego de advertir que había problemas, relataron los voceros consultados, un hijo de la víctima ingresó al local para ayudar a su padre. Sin embargo, en esas circunstancias el maleante lo redujo bajo amenaza de muerte —al parecer con el mismo cuchillo con el que había asesinado al comerciante— y lo obligó a dirigirse a la línea de cajas, de donde extrajo 5.000 pesos en efectivo. Después ganó la calle por el mismo portón de ingreso al negocio.
Sin descripción. Apenas se denunció el hecho, se hizo presente en lugar la fiscal de Homicidios Marisol Fabbro, quien constató el crimen y recogió los primeros datos junto a la Policía de Investigaciones (PDI) y personal de la seccional 32ª, con jurisdicción en la zona.
Desde la Fiscalía Regional se confirmó que hasta ayer no había rastros ni descripción del atacante. Tampoco se había establecido si había actuado sólo o si contaba con un cómplice, y si había algún vehículo que actuara en apoyo del intruso esperando en las inmediaciones.
Según fuentes cercanas a la pesquisa, ese aspecto tampoco lo pudo esclarecer el hijo de la víctima, ya que luego de franquear la fuga al atacante sólo atinó a brindarle ayuda a su padre sin reparar en detalles.
Pericias. En ese marco, ayer se estaba peritando un cuchillo que el delincuente dejó en el mostrador de las cajas antes de huir, pero que a simple vista no tenía rastros de sangre, por lo que se presume que es uno distinto al que utilizó para cometer el asesinato.
Un elemento que podría ser de utilidad pero que en principio dificulta la tarea investigativa es que las dos cámaras de vigilancia que tenía el negocio, una que apuntaba al sector de cajas y otra al ingreso al local, estaban apagadas.
Sin embargo, entre las primeras medidas que tomó la fiscalía se cuentan oficios a la Municipalidad de Rosario y a un negocio particular de la zona para que reporten las imágenes de al menos dos cámaras ubicadas en cercanías del lugar donde fue asesinado Jinfa Chen.
El crimen del supermercadista causó gran conmoción en la cuadra donde los vecinos recordaban a Chen como un hombre muy trabajador, al tiempo que se quejaban de los problemas de seguridad por los que atraviesa la zona.