El escritor estadounidense Tom Clancy, famoso por sus novelas sobre espionaje y acciones militares encubiertas, falleció a los 66 años de edad, informó ayer su empresa editorial.
El escritor estadounidense Tom Clancy, famoso por sus novelas sobre espionaje y acciones militares encubiertas, falleció a los 66 años de edad, informó ayer su empresa editorial.
Clancy, "autor de más de 25 best sellers, falleció el martes en la ciudad de Baltimore (este del país) a la edad de 66 años", declaró la editora Penguin Group. El escritor murió en el hospital Johns Hopkins después de una breve enfermedad.
La larga lista de libros de Clancy incluye títulos que se convirtieron en éxitos también en la pantalla de cine, como "La caza del Octubre Rojo" (The Hunt for Red October), "Juegos de Patriotas" (Patriot Games) y "Peligro Inminente" (Clear and Present Danger).
"Fue un gran autor, creó la novela moderna de misterio, fue uno de los más visionarios contadores de historias en nuestro tiempo", dijo el director ejecutivo de Penguin, David Shanks, en un comunicado.
"Lo extrañaré profundamente y será extrañado también por decenas de millones de lectores en todo el mundo", apuntó Shanks, quien participó de la edición de todos los libros de Clancy.
La obra de Clancy se caracterizó por el relato de complicadas operaciones militares o de espionaje, terrorismo nuclear o bacteriológico. Los aspectos tecnológicos de las historias estaban profundamente documentados por el autor.
La mayoría de sus novelas se desarrollan en el contexto de la Guerra Fría y sus consecuencias en el ámbito del espionaje, especialmente el espionaje industrial.
"La gran diferencia entre ficción y la realidad, es que la ficción tiene que tener sentido", dijo el novelista un día.
Bautizado Thomas Lanier Clancy Jr, el escritor estudió literatura inglesa antes de convertirse en vendedor de seguros. Luego de fracasar en su intento de sumarse a las Fuerzas Armadas por problemas de vista, comenzó a escribir historias.
Era aún un vendedor de seguros cuando envió los originales de "The Hunt of the Red October a Deborah Grosvenor, editora del Instituto Naval, quien desde entonces es considerada quien descubrió el enorme talento que tenía en manos.
Sus novelas fueron con seguridad de las más vendidas; su editorial estima que las ventas mundiales de sus libros superan los 100 millones ejemplares. Varias novelas, incluyendo "La caza del octubre rojo", "Juego de patriotas" y "Peligro inminente", fueron convertidos en películas taquilleras, y una más basada en su héroe de la CIA, "Jack Ryan", se estrenará a finales de año. Alec Baldwin, Ben Affleck y Harrison Ford son algunos de los actores que han interpretado a Ryan en pantalla. La próxima película es protagonizada por Chris Pine, Keira Knightly y Kevin Costner, y dirigida por Kenneth Branagh.
Conservador —alguna vez se refirió a Ronald Reagan como "mi presidente"— Clancy logró el éxito comercial durante un período tenso de la Guerra Fría y con la ayuda del mismo Reagan. En 1982 comenzó a trabajar en "La caza del octubre rojo", basado en un incidente real ocurrido en noviembre de 1975, cuando una fragata soviética equipada con misiles, la Storozhevoy, intentó desertar. Vendió el manuscrito a la primera editorial con la que intentó probar suerte, Naval Institute Press, que nunca había comprado trabajos originales de ficción.
En la vida real la deserción no ocurrió, pero en el libro de Clancy, publicado en 1984, sí se lograba. Alguien pensó que el libro era suficientemente bueno como para dárselo al presidente Reagan como regalo de Navidad. El presidente bromeó en una cena que no podía dormir por estar leyéndolo, y según Clancy este comentario lo ayudó a colocarse en la lista de los libros más vendidos del New York Times.
Clancy era admirado entre los militares y parecía — aunque solía negarlo— tener un acceso a ellos que le permitía describir intrincadamente sobre cualquier cosa, desde vigilancia hasta operaciones de submarinos.
En 1994 publicó el libro "Debt of Honor", en el que un japonés ataca el Congreso de Estados Unidos arrojando contra el edificio un avión Boeing 747. El gesto fue considerado visionario luego de los ataques contra las torres Gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre de 2001.