A Luis Martínez lo asesinaron de tres disparos la noche del 6 de marzo,
prácticamente en la puerta de su casa de zona sur. El autor del homicidio, que había llegado hasta
el lugar en una poderosa moto, actuó frente a varios testigos para luego huir a pie. Un mes
después, Marcelo Pipi Arriola, el presunto agresor, se presentó ayer en los Tribunales
provinciales. En ese mismo momento le tomaron declaración indagatoria y quedó detenido acusado de
homicidio.
Arriola llegó a las 8 de la mañana hasta el juzgado de Instrucción Nº 7, a cargo
de Juan Andrés Donnola, donde se investiga el crimen de Luis Martínez, ocurrido hace casi un mes en
Flammarión y Lamadrid. Varios familiares y allegados a la víctima lo habían señalado como el hombre
que llevó a cabo la ejecución y la policía lo había buscado en diferentes allanamientos judiciales
realizados en su domicilio y en casas de amigos, procedimientos que habían dado resultados
negativos.
Responsabilidad. Frente al juez Donnola, Pipi admitió haber tenido un altercado
con Martínez, al que acusó de haber agredido físicamente a la madre, y también que accionó un arma
de fuego, pero sostuvo que todo lo hizo en defensa propia. Luego de declarar, el acusado fue
derivado a la cárcel de Coronda.
El suceso por el que es investigado Arriola sucedió el sábado 6 de marzo
alrededor de las once de la noche. Los antecedentes penales del acusado hicieron pensar que todo
pudo tratarse de una venganza por algún delito vinculado a la venta de drogas. Pero con el correr
de las horas se estableció que todo fue producto de una pelea entre familias.
Martínez trabajaba en un lavadero de autos y esa noche, según contaron a este
diario sus familiares, tenía pensado comer unos choripanes en la casa de una cuñada. Cuando ocurrió
el asesinato la víctima ya estaba en su vivienda, ubicada en Flammarión al 4900. De acuerdo a lo
que se pudo reconstruir del hecho, Arriola llegó al lugar en una moto Honda de 250 centímetros
cúbicos con la intención de hablar con uno de los hijos de Fernández.
Según contaron los familiares de la víctima, por aquellos días había un encono
muy fuerte entre Pipi y ese joven, que había estado en pareja con una hermana menor de Arriola. Lo
cierto fue que el ahora detenido, que tiene antecedentes penales y que en el barrio es señalado
como presunto narcotraficante, pidió hablar con el muchacho, pero fue Martínez quien salió a la
calle y comenzó a increparlo. La primera versión del hecho indicaba que Arriola, luego de iniciada
la pelea, extrajo un arma y disparó varias veces sobre su contrincante.
Los impactos. Tres plomos dieron en el cuerpo de Martínez. Uno en el brazo
derecho, otro en la pierna izquierda y, el letal, en el mentón. Arriola, frente a la reacción de
los vecinos y familiares de la víctima, que se le fueron encima, decidió dejar abandonada la moto y
escapar corriendo. Todos estos días estuvo prófugo y con un pedido de captura librado por el juez
Donnola.
Ayer se presentó en Tribunales y en su declaración indagatoria narró una
secuencia de los hechos un tanto diferente de la que manejaban los investigadores. Según fuentes de
la causa, Pipi contó que aquella noche recibió un llamado telefónico en el que alguien le anunciaba
que su madre, que vive a escasos metros de la casa de Martínez, estaba siendo agredida.
En defensa propia. Siguiendo la versión que fue aportada por el imputado,
Arriola llegó hasta la casa de Martínez y se encontró con la víctima, quien portaba un arma de
fuego. Allí se produjo un forcejeo y Arriola logró apoderarse del arma. "Después salió corriendo
con el arma en la mano y como había un grupo que comenzó a perseguirlo, Arriola se dio vuelta y
efectuó varios disparos como para defenderse y le dio a Martínez", indicó una fuente de la causa.
El arma utilizada en el crimen no pudo ser hallada.