Cinco socios desarrollaron un sistema para aprovechar desechos de aserraderos o poda, que tras
procesarlos en forma industrial se reduce su humedad al mínimo y los compacta con una prensa de
alta presión, en la ciudad rionegrina de General Roca.
Según indicó ayer el diario Río Negro, Esteban González, ingeniero en
petróleo y docente investigador universitario; Héctor Renart, técnico mecánico y experto en
metalúrgica pesada; el docente lvaro González; Jonatan Lago, estudiante de agronomía, y el
empresario Rubén Lago armaron el proyecto durante tres años.
Sin dejar sus trabajos, se dedicaron a investigar, explorar y viajar
para adquirir experiencia y tecnología, y adecuar todo esto a la región y a las posibilidades
propias, incluida la rentabilidad. Además, con materia prima reciclada armaron sus propias
máquinas.
“Miramos e investigamos, y armamos modelos. Pesadas ruedas
de hierro hacen de prensa, eran volantes de industrias náuticas”, cuenta.
Las pesadas máquinas que procesan el material trabajan en cadena. Una
hace la molienda, otra seca toda la madera tipo «cantonera» que entra al depósito, otra que
compacta y otra aplica el toque final para el embalaje. Producen en una hora, una tonelada de
producto y estiman obtener entre 300 y 400 toneladas por mes.
“La construcción de cada pieza llevó tiempo, pero logramos un
encaje perfecto”, cuentan los impulsores de la ecoleña. “Fue una satisfacción enorme
porque, después de tanto trabajo, no sabíamos cómo podía resultar. Y fue perfecto, cuando
ensamblamos todo lo pusimos en marcha y funcionó”, admite uno del grupo.
“Las mismas maquinarias, pero de fábrica industrial y cero
kilómetro en países europeos pueden llegar a los dos millones de dólares, pero acá hicimos todo por
mucho menos, un 15% de eso. Fue como hacer un auto, armarlo pieza por pieza y cuando le das
arranque, ¡anda!”, resalta Lago.
La planta se levanta en el parque industrial de Roca. Esperan una vasta
producción a partir de unas semanas, cuando ya estén listos para hacer llegar su producto hasta el
mercado. El costo orillará los 1.200 pesos por tonelada.