Ariel Lucas Azcona, el joven detenido por el crimen de la estudiante chilena Nicole Sessarego Bórquez, se negó ayer a declarar ante el juez porteño Luis Zelaya, quien investiga el caso, y también se opuso a someterse a una extracción de sangre para cotejar su ADN con el encontrado en la escena del crimen. No obstante, el magistrado dispuso que la extracción de sangre se realice en forma compulsiva.
El joven, de 22 años, ingresó al despacho del magistrado con muletas y un aparato ortopédico en la parte inferior de su pierna derecha, por una lesión sufrida al ser "atacado", según refirió en las breves palabras que pronunció ante el juez, el cual tiene desde ayer diez días para decidir su situación procesal.
"Creo que una vez que finalice la investigación nos vamos a encontrar con una situación que escapa a cualquier análisis lógico en cuanto al móvil y la motivación", indicó ayer el juez Zelaya en declaraciones a la prensa.
El magistrado señaló que ya convocó "al cuerpo médico forense para que se hagan los exámenes psiquiátricos y la extracción compulsiva de sangre".
Al respecto, mencionó que "la sangre que aparece hacia 33 Orientales es del atacante" de la estudiante y confirmó que las muestras encontradas en la calle serán cotejadas con las del detenido.
En referencia a los casi cuatro meses trascurridos desde que se cometió el crimen de la joven sin que haya un esclarecimiento del hecho, el juez explicó: "Hemos exhibido las imágenes a todos los amigos de Nicole y ninguno pudo reconocerlo. Los jueces no trabajamos con percepciones, sino con hechos objetivos"
"Es un caso que a mí también me puede llegar a sorprender. Casi tengo la certeza de que el sospechoso detenido no tenía relación con la víctima", indicó.
Asimismo, destacó que "las cámaras de seguridad son una herramienta importantísima para el esclarecimiento de estos hechos".
En tanto, la madre de Nicole Sessarego Bórquez, la estudiante chilena de 21 años que fue asesinada el 15 de julio pasado cuando llegaba a su casa en el barrio porteño de Almagro, se manifestó "eternamente agradecida" con el padre del joven detenido y consideró que tuvo "mucho valor" al entregarlo a la policía.
Bórquez, además, destacó que al padre del sospechoso, tomó "una decisión muy difícil al entregarlo" y consideró que ahora la investigación "está en el camino correcto".
"Yo creo que esta vez estamos en el camino correcto, si no el padre de este joven no lo hubiera entregado. Es una decisión muy difícil y tuvo mucho valor. Le estoy eternamente agradecida", expresó en relación a Roberto Azcona, el padre de Lucas.
Por su parte, la hermana del joven detenido dijo ayer que este "tiene que pagar" por lo que hizo y pidió que le brinden un "tratamiento psicológico".
Milagros Azcona, hermana del imputado Ariel Lucas, quien lo reconoció en las imágenes de las cámaras de seguridad difundidas por los investigadores del homicidio y en las que se ve a un sospechoso siguiendo a la víctima minutos antes del ataque.
"Vi (en un canal de televisión) las imágenes el viernes a las ocho de la noche", dijo ayer la joven a la prensa, y señaló que "ahí mismo" se dio cuenta de que el sospechoso que se veía podía ser su hermano.
Milagros dijo que en ese momento ella se puso "nerviosa" y pensó "parece ser él (por su hermano)". Contó que en un principio ella y su padre, que terminó entregándolo a la policía, dudaron porque Lucas "no tenía necesidad de hacer lo que hizo" y "no le faltaba nada".
La chica recordó que su hermano vive solo, "no sale", "no tiene amigos" y que "se dedicaba a trabajar".
"Espero que se haga Justicia. Mi hermano, por más que me duela en el alma, tiene que pagar por lo que sea", indicó Milagros y agregó: "Sé que él no está bien y espero que lo ayuden y le den tratamiento".
La chica pidió: "Que se haga justicia porque me pongo a pensar que pude haber sido yo (la víctima), porque también voy a la facultad y me levanto temprano, pudo ser otra chica, una amiga, cualquiera".
Finalmente, Milagros explicó que su hermano ya estuvo "bajo tratamiento" por problemas de salud que sufrió al nacer.
En ese sentido, Miriam Galarza, la madre del acusado, contó a la prensa que el joven "nació con un coágulo en la cabeza" a raíz de lo cual sufrió "convulsiones" y "estuvo 13 días en la incubadora" en los que "prácticamente ya se lo daba por muerto".
"Cuando ella -por su hija- me lo contó le dije «me estás cargando» porque yo no había visto el video. Después salgo de mi trabajo, miro el video y era mi hijo. Entonces le llamo, le mando mensaje (a Milagros) y le digo «decile a tu padre que lo entregue ya»", contó Miriam.
Y añadió: "Nosotros sabemos por qué se lo entregó. Es una forma de protegerlo porque (el crimen) pasó en julio, estamos en noviembre, pasaron cuatro meses y si no salía el video él iba a seguir como si nada".
Por su parte, Milagros aclaró que desde que ocurrió el homicidio hasta la detención de su hermano ella lo vio a este "como siempre" y no le notó "nada raro".
"Si reaccionó de esa forma es porque necesita tratamiento psicológico (...) Una persona que hace una cosa así bien no está", opinó la joven que le envió "fuerzas a la mamá" de Nicole.