"Los análisis de (Matías) Capozucca dieron que no está en condiciones de volver a manejar y por lo tanto, muchísimo menos de dar cursos sobre conciencia vial", aseguró el secretario de Seguridad Ciudadana del municipio, Pablo Seghezzo. Así, descartó de plano que el automovilista que en 2005 causó la muerte de dos adolescentes y dejó en coma vigil a otra, tras conducir alcoholizado y chocar su auto a toda velocidad contra un árbol de parque Norte, pueda participar de las actividades de reeducación vial que desarrolla la Municipalidad.
Capozucca presentó esta propuesta mientras se sometía a pericias psicológicas para obtener su licencia de conducir meses antes de completar el plazo de inhabilitación de diez años al que lo había condenado la Justicia, al considerarlo culpable de homicidio culposo en dos hechos (las muertes de Nayib Abraham y Ursula Notz) y las lesiones gravísimas culposas causadas a Carla Alfaro.
El titular de la Agencia de Seguridad Vial, Jorge Tarquini, consideró aceptable que Capozucca se sume a actividades de concientización vial como parte de una probation para volver a obtener su carné de conducir.
"Así como los familiares de las víctimas suelen brindar su testimonio en los talleres de educación vial, también conocer la historia de lo que pasa del otro lado puede ayudar a evitar estos siniestros", explicó en diálogo con La Capital.
El funcionario provincial despertó ayer las críticas de varias organizaciones que integran el Consejo Regional de Seguridad Vial. Sobre todo, de los integrantes de Compromiso Vial, formada tras el siniestro de parque Norte y presidida por Mónica Gangemi, la mamá de Notz (ver aparte).
Temprano, a través de su cuenta de Twitter, Seghezzo se refirió al tema. "No avalamos que el responsable de un accidente vial con víctimas fatales sea capacitador en nuestros cursos de concientización", sostuvo.
En diálogo con los medios pidió después "llevar la discusión a otro nivel", ya que en medio de la discusión hay víctimas, personas que perdieron sus hijos o, en el caso de Carla, sufren una discapacidad por el resto de su vida.
"Si una persona ha producido un hecho, por irresponsabilidad o dolo, de las características de ese siniestro, lo mínimo es que se acerque a la familia y dedique su vida a trabajar temas como este", sostuvo el funcionario municipal.
Testimonio. Gerónimo Bonavera perdió a su hijo en 1996, cuando un automovilista lo atropelló y huyó sin auxiliarlo. Desde entonces, como otros familiares de víctimas del tránsito, participa de propuestas relacionadas con la concientización vial.
A Bonavera, directamente, no le parece justo que las personas que van a sacar el carné de conducir "tengan que escuchar a alguien que causó semejante daño y que se presenta como una víctima social, cuando nadie lo reconoce como tal".
Y advirtió que "si el Estado decidiera incorporarlo a un curso de reeducación vial estaría violando el derecho de quienes no quieren escuchar a alguien que ha actuado así", y cabría preguntarse: "¿Por qué van a poner a alguien que no respetó ninguna norma a que me enseñe algo a mí?".
El titular de la ONG Conciencia Vial comparó también, como lo hizo el mismo Capozucca en una entrevista con LaCapital, el caso con el siniestro protagonizado por Sebastián Pira.
"El dice que no se pueden comparar porque afrontó el proceso judicial y no se escapó, lo cual está correcto como ciudadano. Sin embargo, a la misma edad, los dos manejaron borrachos, a alta velocidad y cometieron los mismos hechos, con lo cual los diferencia la conducta posterior no la previa. Lo que hay que evitar es que se produzcan estas cosas, no que después se arrepientan. Así evitamos también que la gente tenga que escuchar después estos pseudoarrepentimientos", concluyó Bonavera.