La Copa Libertadores tiene mil secretos. No por nada hay equipos que en la previa de semejante desafío suelen poner el ojo en entrenadores que hayan alcanzado la gloria continental. Sobran los ejemplos. No obstante, existen elementos que juegan su papel. La distancia es uno de ellos. Y desde ese punto de vista lo que dejó el sorteo del pasado martes en Luque es que Rosario Central quedó bastante bien parado, aun con dos rivales posibles. Después, todo debe ir acompañado por un buen juego, convicción, decisión, atrevimiento y, si se quiere, hasta de una cuota de suerte. Pero para eso será tiempo cuando la pelota comience a rodar en los primeros días de febrero. Hoy hay cierto beneplácito por los equipos a los que habrá que enfrentar, pero básicamente porque los kilómetros no serán tantos. Hasta para los hinchas resultará tentador.
Nadie lo declaró abiertamente, pero era un secreto a voces que desde el cuerpo técnico y la dirigencia no querían que tocaran ciertos destinos. Preferentemente Venezuela y México. No sólo no tocaron esos países, sino que tampoco habrá que moverse en los que la altura suele transformarse en un agente más del juego.
San Pablo será lo más lejos que habrá que viajar, pero sólo un par de horas de vuelo separan Rosario de ese destino. Qué decir del resto. Seguro habrá que cruzar el charco para visitar Montevideo (allí al Canalla lo esperará Nacional). Un viaje que se realiza en menos de una hora. Ya con eso Central salía prácticamente hecho en el sorteo (siempre dejando de lado las consideraciones futbolísticas de los rivales de turno). Pero el tercero en cuestión también sale de la capital uruguaya (River Plate de Montevideo) o bien de Santiago de Chile (la U). Si pasan los charrúas, la distancia a recorrer (ida y vuelta) será de 6.666 kilómetros. En caso contrario se elevaría a 7.920. Pero hay una manera simple y sencilla de dimensionar lo que se está queriendo expresar: Racing, para el partido de primera fase contra Puebla (si gana se mete en la zona de grupos) deberá recorrer algo más de 14.000 kilómetros.
Que en la previa de cada sorteo lo que se busque es precisamente no mantenerse más tiempo en aviones o aeropuertos que en un campo de juego entrenando no es parte de un capricho. ¿Por qué? Porque más allá de la competencia continental en sí misma, todos los equipos tienen otros torneos a los que atender. Y desde ese punto de vista también hay una mano tendida. Porque se lo que se viene es un torneo corto, con más chances (para todos, claro) desde lo deportivo y con un fixture comprimido, como lo tendrá también la propia Libertadores. Esto es, cada día de descanso que pueda ganarse entre un partido y otro será bienvenido por los futbolistas, pero fundamentalmente por el cuerpo técnico.
El preparador físico Gustavo Colman dijo cuantas veces fue consultado una vez terminada la competencia sobre la metodología de trabajo para afrontar torneo local y Copa Libertadores y el profesional siempre hizo hincapié en la ilusión de que tocaran rivales que no fueran tan complejos desde lo deportivo, pero que estuvieran cerca, lo que le permitiría a él y sus compañeros de trabajo armar un mejor organigrama.
Un punto a favor por donde se lo mire. Que nada tiene que ver con la categoría de los rivales. Es que ese es un tema aparte. Y para eso Ovación se contactó con periodistas que siguen de cerca la campaña de cada uno de esos equipos (ver aparte).
Igual se agrega: Nacional (campeón en 1971, 1980 y 1988) por ejemplo es el equipo con más participaciones en la Libertadores (la que viene será la 21ª de manera consecutiva). Sacó pasaje luego de imponerse a Peñarol en la final del torneo uruguayo.
Chapa también tiene Palmeiras, que además del título de 1999 jugó la final en otras tres ocasiones (1961, 1968 y 2000). Logró prácticamente el último pasaporte al ganarle a Santos en la final de la Copa Brasil y cuenta con varios argentinos, entre ellos Agustín Allione, a quien el Chacho Coudet solicitó como refuerzo.
Universidad de Chile no tiene títulos (lo más lejos que llegó fue a semifinales en cuatro ocasiones) y su clasificación llegó tras imponerse a Colo Colo por penales en la final de la Copa Chile.
Lo de River Plate es mucho más humilde. Será la primera participación del equipo de Montevideo en el certamen continental y lo viven como tal. De la mano de Juan Ramón Carrasco, el conjunto charrúa fue el mejor ubicado en la tabla anual, detrás del campeón Nacional.
A los hinchas también les resultará más sencillo
Más allá de lo futbolístico, los hinchas son los más beneficiados en esto de no tener que recorrer tantos kilómetros. Si avanza River, habrá dos viajes a Montevideo y teniendo en cuenta que en la Copa los hinchas visitantes tienen su lugar el equipo del Chacho Coudet seguramente gozará de la compañía de sus hinchas. Después de tantos años sin jugarla, a ellos también se les abre una posibilidad más que interesante.